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Forlán recupera la grandeza del Atlético
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LOS DE QUIQUE, MUY SERIOS ANTE EL LIVERPOOL

Forlán recupera la grandeza del Atlético

El Atlético fabricó ante el Liverpool el partido casi perfecto. Y se quedó en el casi porque no terminó de llegar el segundo gol, el que

Foto: Forlán recupera la grandeza del Atlético
Forlán recupera la grandeza del Atlético

El Atlético fabricó ante el Liverpool el partido casi perfecto. Y se quedó en el casi porque no terminó de llegar el segundo gol, el que hubiera acercado a los de Quique a la final de Hamburgo de una manera definitiva. El equipo rojiblanco supo en todo momento marcar el ritmo que más y mejor le convenía. Al principio asustó al rival hasta conseguir abrir el marcador con un gol del Bota de Oro Diego Forlán. Después sesteó un tanto esperando al equipo inglés y la llegada del descanso con el objetivo de dejar a cero la portería. Propósito logrado.

En la segunda parte, más estudio del rival de inicio, para pasar a la ofensiva en los últimos veinte minutos. Todo 'ok' salvo la inoportuna aparición de Reina que logró evitar que el partido de vuelta de siete días en Anfield no se convirtiera en una simple anécdota. Forlán, Simao y Ujfalusi tuvieron la ocasión de sellar el pase a la final, pero el internacional español logró que el tanto del uruguayo fuera el único que subiera al marcador en toda la noche. Y es que Reina fue lo único destacado de un triste y simple Liverpool, que no paró de recordar y de pensar en lo diferente que podría haber sido todo si el añorado Fernando Torres hubiera vuelto a la que fue su casa.
 
Quique dibujó de la mejor manera posible el partido. Y es que en estos choques lo fundamental para el equipo de casa es dejar la puerta a cero para que el factor del valor doble de los logrados fuera lejos de tu estadio tuviera color rojiblanco. Y la verdad es que lo logró planteando un choque en el que buscó el triunfo, el juego vertical, pero en el que ningún momento perdió el control defensivo sobre los hombres claves del Liverpool como Gerrard, Kuyt o Benayoun.

Y si hubo algún despiste por allí aparecía un irreconocible Perea para evitar que De Gea tuviera que aparecer en los noventa minutos de juego. Y es que el joven portero del Atlético no tuvo que hacer parada alguna de mérito durante los noventa minutos de juego. Este dato deja patente lo que fue el equipo de Benítez, un conjunto sin ambición y superado por el Atlético desde el primer minuto del choque.

El técnico, uno de los que suena como posible futuro entrenador del Real Madrid, fió todo al partido de vuelta, a la magia de Anfield como principal aliado y puede que haya asumido demasiados riesgos ante un rival que en una semana llegará sin la baja del Kun Agüero y con la moral a tope por el triunfo en el Calderón.

Los ingleses se quedaron sin ideas
 
El Liverpool fue incapaz de superar esa doble línea de presión preparada por Quique y que se iniciaba en Forlán, que cumple con nota con su rango de goleador y sube la nota con la entrega que demuestra en cada partido, y que remataban Jurado, Reyes y Simao en una exhibición de derroche desconocida en los tres jugadores.

Assunçao y Raúl García estaban a la espera y se convirtieron en un muro en la segunda línea de presión montada por el técnico atlético. Los jugadores del Liverpool no tenían un centímetro ni un segundo para pensar qué hacer con el balón. La consecuencia es que el Atlético se sentía el amo y señor del choque, de la eliminatoria y por momento transmitió la sensación de ser muy superior a su rival. Tal fue la diferencia que el marcador no refleja, ni de lejos, lo sucedido en el terreno de juego.

Benítez, sin duda el mejor entrenador a la hora de preparar los choques a doble partido, fue superado por la estrategia de Quique. La duda es saber si esa superioridad tan manifiesta vista sobre el césped del Calderón no responde a algo más que a un buen planteamiento táctico de los rojiblancos. La duda quedará resuelta en siete días, pero la trayectoria y la ambición mostrada por el Atlético en Europa, aventura a pensar en que el regreso del Atlético a la elite europea está muy cerca. Veinticinco años son muchos, demasiados y ahora Forlán, Aguero, Reyes, De Gea y compañía pueden hacer que el Atlético vuelva a ser grande, sitio que nunca debió dejar.

Ficha técnica

1 - Atlético de Madrid: De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Antonio López; Assuncao, Raúl García; Reyes (Camacho, m. 90), Jurado, Simao (Valera, m. 76); y Forlán (Salvio, m. 83).

0 - Liverpool: Reina; Johnson, Carragher, Kyrgiakos, Agger; Kuyt, Lucas Leiva, Mascherano, Benayoun (El Zhar, m. 82); Gerrard; y Ngog (Babel, m. 63).

Gol: 1-0, m. 8: Forlán, en su segundo remate, bate a Reina, tras un pase de Jurado.

Árbitro: Laurent Duhamel (Francia). Amonestó al local Valera (m. 83) y al visitante Kyrgiakos (m. 82).

Incidencias: partido de ida de las semifinales de la Liga Europa, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 52.000 espectadores. Antes del inicio del encuentro, se guardó un minuto de silencio en memoria de Juan Antonio Samaranch, presidente de honor del Comité Olímpico Internacional.

El Atlético fabricó ante el Liverpool el partido casi perfecto. Y se quedó en el casi porque no terminó de llegar el segundo gol, el que hubiera acercado a los de Quique a la final de Hamburgo de una manera definitiva. El equipo rojiblanco supo en todo momento marcar el ritmo que más y mejor le convenía. Al principio asustó al rival hasta conseguir abrir el marcador con un gol del Bota de Oro Diego Forlán. Después sesteó un tanto esperando al equipo inglés y la llegada del descanso con el objetivo de dejar a cero la portería. Propósito logrado.

En la segunda parte, más estudio del rival de inicio, para pasar a la ofensiva en los últimos veinte minutos. Todo 'ok' salvo la inoportuna aparición de Reina que logró evitar que el partido de vuelta de siete días en Anfield no se convirtiera en una simple anécdota. Forlán, Simao y Ujfalusi tuvieron la ocasión de sellar el pase a la final, pero el internacional español logró que el tanto del uruguayo fuera el único que subiera al marcador en toda la noche. Y es que Reina fue lo único destacado de un triste y simple Liverpool, que no paró de recordar y de pensar en lo diferente que podría haber sido todo si el añorado Fernando Torres hubiera vuelto a la que fue su casa.
 
Quique dibujó de la mejor manera posible el partido. Y es que en estos choques lo fundamental para el equipo de casa es dejar la puerta a cero para que el factor del valor doble de los logrados fuera lejos de tu estadio tuviera color rojiblanco. Y la verdad es que lo logró planteando un choque en el que buscó el triunfo, el juego vertical, pero en el que ningún momento perdió el control defensivo sobre los hombres claves del Liverpool como Gerrard, Kuyt o Benayoun.

Y si hubo algún despiste por allí aparecía un irreconocible Perea para evitar que De Gea tuviera que aparecer en los noventa minutos de juego. Y es que el joven portero del Atlético no tuvo que hacer parada alguna de mérito durante los noventa minutos de juego. Este dato deja patente lo que fue el equipo de Benítez, un conjunto sin ambición y superado por el Atlético desde el primer minuto del choque.

El técnico, uno de los que suena como posible futuro entrenador del Real Madrid, fió todo al partido de vuelta, a la magia de Anfield como principal aliado y puede que haya asumido demasiados riesgos ante un rival que en una semana llegará sin la baja del Kun Agüero y con la moral a tope por el triunfo en el Calderón.

Los ingleses se quedaron sin ideas
 
El Liverpool fue incapaz de superar esa doble línea de presión preparada por Quique y que se iniciaba en Forlán, que cumple con nota con su rango de goleador y sube la nota con la entrega que demuestra en cada partido, y que remataban Jurado, Reyes y Simao en una exhibición de derroche desconocida en los tres jugadores.

Assunçao y Raúl García estaban a la espera y se convirtieron en un muro en la segunda línea de presión montada por el técnico atlético. Los jugadores del Liverpool no tenían un centímetro ni un segundo para pensar qué hacer con el balón. La consecuencia es que el Atlético se sentía el amo y señor del choque, de la eliminatoria y por momento transmitió la sensación de ser muy superior a su rival. Tal fue la diferencia que el marcador no refleja, ni de lejos, lo sucedido en el terreno de juego.

Benítez, sin duda el mejor entrenador a la hora de preparar los choques a doble partido, fue superado por la estrategia de Quique. La duda es saber si esa superioridad tan manifiesta vista sobre el césped del Calderón no responde a algo más que a un buen planteamiento táctico de los rojiblancos. La duda quedará resuelta en siete días, pero la trayectoria y la ambición mostrada por el Atlético en Europa, aventura a pensar en que el regreso del Atlético a la elite europea está muy cerca. Veinticinco años son muchos, demasiados y ahora Forlán, Aguero, Reyes, De Gea y compañía pueden hacer que el Atlético vuelva a ser grande, sitio que nunca debió dejar.

Ficha técnica

1 - Atlético de Madrid: De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Antonio López; Assuncao, Raúl García; Reyes (Camacho, m. 90), Jurado, Simao (Valera, m. 76); y Forlán (Salvio, m. 83).

0 - Liverpool: Reina; Johnson, Carragher, Kyrgiakos, Agger; Kuyt, Lucas Leiva, Mascherano, Benayoun (El Zhar, m. 82); Gerrard; y Ngog (Babel, m. 63).

Gol: 1-0, m. 8: Forlán, en su segundo remate, bate a Reina, tras un pase de Jurado.

Árbitro: Laurent Duhamel (Francia). Amonestó al local Valera (m. 83) y al visitante Kyrgiakos (m. 82).

Incidencias: partido de ida de las semifinales de la Liga Europa, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 52.000 espectadores. Antes del inicio del encuentro, se guardó un minuto de silencio en memoria de Juan Antonio Samaranch, presidente de honor del Comité Olímpico Internacional.

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