Ribéry pasa de ser el más deseado al gran olvidado

La final de la Champions League será la vuelta de Robben, Sneijder, Etto’o y Cambiasso a la que fue su casa, al Estadio Santiago Bernabéu. El gran ausente de la jornada será Franck Ribéry, un jugador que hace apenas un año era objeto de deseo de clubes como Madrid, Barcelona, Manchester United o Chelsea, pero esta temporada ha pasado a ser una bomba de relojería difícil de manejar por los grandes.

El pasado verano el francés vivió su época dorada. Todos los clubes le querían en sus filas y se abrió la veda por su fichaje. La llegada de Florentino Pérez al Real Madrid desató toda serie de rumores sobre su posible llegada al equipo blanco hasta el punto de que el presidente madridista puso encima de la mesa una oferta de 40 millones de euros por hacerse con los servicios del francés.

Paralalemante, el multimillonario fichaje de Cristiano Ronaldo desató la euforia en el club alemán que quiso aprovechar la 'fiesta de los maletines' que había iniciado el Real Madrid para hacer un gran negocio con el francés. Así pues, los dirigentes del Bayern tasaron su traspaso en 100 millones de euros: "¿Por qué tiene el Bayern que regalar a Ribéry? Queremos sacar lo que dé de si el mercado. Y si Cristiano Ronaldo vale 96 millones de euros, Ribéry tiene un valor similar, porque Ribéry, Ronaldo, Messi y quizás Kaká son actualmente los mejores jugadores de Europa", aseguraba Franz Beckenbauer, el presidente del consejo de vigilancia del Bayern de Múnich.

En realidad la oferta que esperaban en el club teutón era de 60 millones de euros por el francés, pero el Real Madrid, el único que realmente estaba interesado en su fichaje, no estaba dispuesto a pagar tanto por Ribéry. La inversión realizada por los traspasos de Cristiano, Kaká, Xabi Alonso, Arberloa, Albiol y Benzema, así como la recompra de Granero, había abierto una deuda que no convenía aumentar. Florentino Pérez lo intentó por todos los medios, pero ni si quiera el traspaso de Robben al Bayern causó el efecto esperado y no abarató el coste del francés. Finalmente, el preseidente blanco abandonó las negociaciones esperando tiempos mejores.

Hoy, cuando pasa casi un año del culebrón Ribéry, la junta directiva bávara se arrepiente de no haber hecho el gran negocio con la venta de su, hasta entonces, principal jugador. En estos momentos Franck Ribery ha dejado de interesar a los grandes. Su discreta temporada, la rivalidad con sus compañeros y sus escándalos sexuales han hecho que su cotización se haya desplomado. Además, su dura entrada en las semifinales de la champions a Lisandro anuló sus posibilidades de reivindicarse en la final del Bernabéu, lo que ha echado al traste sus ambiciones por recalar en uno de los grandes.

Por todo ello, Ribéry seguirá jugando en el Bayern Munich la próxima temporada y puede que su vínculo con el club bávaro se amplíe a tres campañas más. El extremo francés podría firmar el próximo sábado un nuevo contrato que prolongaría su estancia en el Bayern hasta 2015.