Izquierda Unida propone vetar el tabaco también en los estadios de fútbol

Fumar en los campos de fútbol podría dejar de ser un acto tan libre como hasta ahora. La reforma de la Ley Antitabaco, que verá la luz en 2011, incluye restricciones que hasta el momento no afectaban a las instalaciones deportivas al aire libre. Pero el plazo para que el resto de grupos políticos puedan presentar enmiendas al borrador se ha ampliado hasta la semana que viene, de modo que las propuestas que cuenten con el apoyo de la mayoría del Congreso podrán ser incluidas en la Ley. Algunas de ellas pueden ser las de Izquierda Unida, que plantea, entre otras cosas, la prohibición de fumar salvo en zonas reservadas específicamente para fumadores.

 

La Proposición de Ley prohíbe fumar en instalaciones deportivas y espectáculos en recintos cerrados. Sin embargo, IU quiere limitar la presencia del tabaco también en los espacios abiertos. De esta manera, solo se podría fumar en lugares habilitados para ello que en cualquier caso no podrían superar el 50% del aforo. La prohibición en dichas instalaciones sería total cuando las actividades desarrolladas vayan dirigidas de forma prioritaria a menores de edad.

Con estas enmiendas, el grupo ERC-IU-ICV asegura querer “proteger los derechos de los no fumadores y disuadir del consumo a los jóvenes respetando la libertad de todos”. Pero para que la comisión del Ministerio de Sanidad encargada de elaborar el texto incluya estas novedades deberán ser apoyadas por la mayoría de grupos parlamentarios y no ser descartadas. En el caso de ser aprobadas, los fumadores que acuden a los estadios de fútbol verían reducido su espacio, mientras que los no fumadores tendrían un desahogo a pesar de encontrarse al aire libre.

Entrada de fumador, o no fumador

Como ocurre en los aeropuertos, en los que los fumadores disponen de pequeñas zonas donde inhalar tabaco, los estadios tendrían que habilitar lugares destinados al mismo fin o establecer sectores en los que se permita fumar y otros en los que no. Otra cosa es cómo siente a los clubes un cambio así en sus infraestructuras y cómo acoja el aficionado la hipotética idea de no poder fumarse un cigarro en su localidad, como hasta ahora. En caso de dividir el aforo y distinguir zonas de fumador y no fumador, los asistentes tendrán que tener este hecho en cuenta a la hora de adquirir su entrada o abono.

Aunque no sería el único lugar en el que el fumador tendrá que controlar su hábito. Sucedió en los centros de trabajo y culturales y sucederá -cuando la reforma de la Ley Antitabaco entre en vigor- con todos los espacios cerrados, incluidos bares, discotecas y restaurantes.

Controlar que se cumpla la Ley sería otro punto complicado. Detectar a un infractor entre miles de personas no resultaría fácil y sancionarlo puede que tampoco. El propio técnico del Sporting de Gijón, Manolo Preciado, no se privó de fumar en el banquillo del Camp Nou a pesar de la prohibición expresa al respecto.