La UEFA recuerda a 'Mou' el reglamento: prohibido hablar con los jugadores y ayudantes

Santiago Bernabéu. 10.00 horas del 7 de diciembre de 2010. UEFA empieza a tomar posición en el estadio como lo hace en las previas de todos los partidos de la Champions League. Reuniones, charlas y Mourinho, una vez más, el protagonista. En este caso por la sanción de un partido que el máximo organismo del fútbol europeo le colocó por el número de Ámsterdam. Sí, el de los mensajes y las rojas provocadas de Sergio Ramos y Xabi Alonso. Pues bien, UEFA ya ha recordado al Real Madrid que el técnico, cumpliendo la normativa, no puede estar en contacto con ningún miembro del equipo ni antes, ni hasta quince minutos después del término del partido.

 

¿Qué significa el recordatorio? Pues que en teoría no podrá utilizar teléfonos, intercomunicadores de ningún tipo, y menos aún, sentarse tras el banquillo, en primera fila y dar instrucciones como si estuviera sentado junto al resto de suplentes. Y es que la imagen de Mourinho del partido ante el Athletic en un palco privado, bajando a la grada y dando instrucciones como si estuviera en la zona técnica no entra en el reglamento UEFA, que dice que puede estar en la tribuna. La máxima es clara: si está sancionado, que cumpla el castigo. Ni más ni menos, porque la sanción de la Liga española es como si no existiera castigo alguno. Esto no quiere decir que UEFA vaya a colocar a un policía junto a Mourinho para que no repita la escena del choque ante el conjunto vizcaíno. Simplemente le ha recordado al Real Madrid lo que debe hacer y lo que puede ser motivo de posterior sanción. La normativa también dice que el entrenador estará a disposición de los medios de comunicación el día anterior y tras el choque.

 

Lo cierto es que hay poco en juego ante el Auxerre, para el Real Madrid tan sólo el premio económico y comprobar la reacción de los menos habituales, pero al técnico portugués seguro que no le agrada eso de no poder estar en contacto con el equipo desde el momento en el que llegan al Bernabéu, descanso incluido, y hasta quince minutos después del choque. En su etapa en el Chelsea ya le sucedió algo parecido. La UEFA le sancionó con no poder dirigir a su equipo en el partido que enfrentó al conjunto londinense con el Bayern Munich en cuartos de final de la Copa de la UEFA en abril de 2005. Mou desafió a todos y entró en el vestuario de Stanford Bridge en un carro de la lavandería. El día anterior afirmó que no pensaba acudir al estadio, pero no pudo resistirlo y según la prensa inglesa, entró de esa manera en el vestuario.

 

Durante la primera parte de aquel encuentro se comunicó con los técnicos de su equipo que estaban en el banquillo, por radio o teléfono. Rui Faria, uno de sus ayudantes, fue descubierto con cables bajo el gorro que llevaba. En la segunda mitad, recurrieron a los mensajes escritos en papel. Mourinho nunca fue visto y dicen que utilizó el ya citado carro de lavandería para salir del estadio del Chelsea y no ser visto. Su coartada siempre estuvo viva.

 

El entrenador del Real Madrid recibió hace dos semanas un aviso con la sanción impuesta por UEFA, venida a menos tras el fallo de Apelación, pero tanto el club blanco como el técnico saben que están en el punto de mira, que deben tener cuidado porque a UEFA no le gustan los números y menos aún que atenten contra algo tan ambiguo como el fair-play.