Cesc buscará venganza ante el Barça focalizándola en Rosell

Hoy serán rivales (ver previa), pero hace poco menos de un año aparcaron sus diferencias deportivas para sentarse a compartir mesa y mantel con el fin de unir sus destinos. Hablamos de Guardiola y Cesc y no de una pareja de enamorados. El técnico del Barcelona, algo bastante común en el gremio, quería conocer de primera mano el grado de compromiso del centrocampista antes de dar el sí a la idea propuesta por Laporta y que hacía referencia a la vuelta segura de Cesc al Barcelona. Esta práctica es algo muy común en las principales ligas europeas y tan sólo la Premier sanciona a los implicados en caso de descubrirse una reunión parecida sin el consentimiento del tercer implicado, es decir, el equipo del jugador en cuestión. Incluso hasta puede costar puntos.

Poco antes, tal y como sucede hoy, Barcelona y Arsenal habían sido rivales en la búsqueda de una plaza en los cuartos de final de la Champions. En aquella ocasión, Cesc sólo pudo jugar el choque de ida, el del Emirates Stadium. Una lesión le impidió volver al Camp Nou, en lo que parecía iba a ser un anticipo de su regreso a la entidad azulgrana y que en Barcelona se dio por seguro durante muchas semanas. En la cena, Guardiola y Cesc pusieron en común muchas ideas futbolísticas, hablaron del futuro, del compromiso de ambos, del Mundial... Todo hacía pensar que meses después iban a compartir vestuario, de ahí las palabras de Cesc acordándose de su barcelonismo justo antes de partir hacia Sudáfrica, pero Rosell dejó sin efecto el compromiso con el jugador y se negó a pagar más de 30 millones de euros por su traspaso y mucho menos acercarse a los 45 que pedía el Arsenal. Eso sí, en la cena hubo sintonía y entendimiento, con Darren Dein, agente y amigo personal del jugador como testigo. ¿Repetirían esta noche la cena?

Durante el Mundial se dio por seguro su pase al Barcelona y si no lo recuerdan no olviden la escena vivida ya en Madrid, en la fiesta de los campeones del mundo, cuando Piqué y Puyol le colocaron la camiseta azulgrana, en lo que se consideró como el primer paso para su regreso. El tiempo negó la posibilidad ante la falta de acuerdo entre las dos entidades, lo que significó la continuidad de Cesc. Hoy tiene la oportunidad de vengarse. No ante Guardiola ni ante los muchos amigos que tiene en el vestuario azulgrana. Para nada. Lo que buscará será reivindicar su fútbol ante los que negaron su fichaje (Rosell) y ante los que ahora suspiran por él (Florentino Pérez, Mourinho y Valdano). Hace un año no pudo volver a la que fue su casa de pequeño, pero en esta ocasión no habrá impedimento alguno para que su familia y amigos disfruten de su juego y con la posible eliminación del que es su equipo.

Su futuro madridista pasa por el Camp Nou

El centrocampista, en su octava temporada en el equipo londinense, se olvidará por unas horas de su pasado y de sus grandes amigos Puyol y Piqué, con los que mantiene una especial relación en twitter y a los que no podrá saludar en el césped al no poder jugar, uno por estar lesionado, y el otro sancionado. Además, en los últimos días ha querido aislarse y centrarse en su perfecta puesta a punto para el partido de hoy. Tal y como sucedió en Londres hace tres semanas, será cortés con los azulgrana que se cruce antes del partido, pero los mirará como rivales y no como compañeros de toda la vida.

Y es que Cesc quiere hacer algo grande en su octava temporada como jugador del Arsenal. Lo curioso es que, tal y como le sucedió a Mourinho con el Inter, se juega mucho en su visita al Camp Nou en su posible futuro madridista. En el Bernabéu estarán muy atentos a todo lo que pase esta noche en el territorio del eterno enemigo.

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