Es noticia
Wenger empieza a ser cuestionado en el Arsenal tras la derrota ante el Barça
  1. Deportes
  2. Fútbol
LA DERROTA PODRÍA PASAR FACTURA AL TÉCNICO FRANCÉS

Wenger empieza a ser cuestionado en el Arsenal tras la derrota ante el Barça

Arsene Wenger ha conseguido con el paso de los años aislarse de todo cuanto sucede a su alrededor. Hasta el partido del Camp Nou nadie había

Foto: Wenger empieza a ser cuestionado en el Arsenal tras la derrota ante el Barça
Wenger empieza a ser cuestionado en el Arsenal tras la derrota ante el Barça

Arsene Wenger ha conseguido con el paso de los años aislarse de todo cuanto sucede a su alrededor. Hasta el partido del Camp Nou nadie había cuestionado sus métodos a la hora de captar jugadores, la manera de jugar de su equipo o la reiterada ausencia de títulos del Arsenal en los últimas seis temporadas. El choque ante el Barcelona y el cobarde planteamiento que hizo ante Messi y compañía parece que ha servido para destapar la caja de los truenos. Titulares como "Arsene, dejaste solo al equipo" o "Planteamiento cobarde" ilustran algunos de los periódicos londinenses en su edición del miércoles. 

La suerte que tuvo el hasta ahora intocable técnico francés fue la actuación de Massimo Busacca, polémico árbitro suizo y que facilitó la labor futura de Wenger con la más que discutible expulsión de Van Persie. Lo cierto es que el entrenador francés empieza a ser cuestionado. No se entendería un Arsenal sin él en el banquillo como sucede con Ferguson y el Manchester United, pero el mezquino planteamiento del Camp Nou le puede pasar factura. El Arsenal, de la mano del francés desde 1996, se ha caracterizado como un equipo de buen trato de balón, de juego aceptable, pero de un rendimiento cada vez más cuestionable. 

La pérdida de la Carling Cup dos semanas atrás ya sentó mal tanto a Peter Hill-Wood, presidente del club inglés, como al resto de componentes del consejo de administración. El remate ha sido lo que ellos consideran como una renuncia a sus principios, que no sirvió para nada. En un fútbol tan tradicional como el inglés no se puede decir que su futuro corra peligro, pero si el equipo no muestra otra cara de aquí a final de campaña y se mete de lleno en la lucha por la Premier con el United (nunca va a tener una ocasión semejante ante los reiterados fallos del Chelsea, Liverpool, City e incluso del propio United) el asunto podría traspasar lo meramente periodístico, para ser cuestión de estado en la mesa de reuniones del club del Emirates Stadium. 

Guardiola resumió a la perfección el Arsenal que se vio: "No dieron tres pases seguidos". La buena educación y el talante que siempre muestra, roto únicamente cuando bien Barcelona o Real Madrid pretende fichar a Cesc, lo perdió durante el partido ante el Barcelona y una vez que terminó el choque no hizo si no confirmar que la presión le había podido. No paró de protestar, llegando incluso a encararse con el entrenador azulgrana, escena que repitió al final cuando dijo a Guardiola que felicitara al árbitro. 

El suizo fue precisamente el centro de sus iras, lo que le ha valido un expediente de la UEFA y el ataque de la prensa inglesa. Wenger rompió moldes y quedó retratado ante una situación límite. Su fútbol de alta escuela dio paso al fin justifica los medios. La solución, por ahora, es recluir al equipo, encerrarlo para hacer examen de conciencia, pero en lo que no ha caído es que él debe ser el primero en pasar por el diván.

 

Descubre más e interactúa en nuestra página de Facebook: EC Deportes

Arsene Wenger ha conseguido con el paso de los años aislarse de todo cuanto sucede a su alrededor. Hasta el partido del Camp Nou nadie había cuestionado sus métodos a la hora de captar jugadores, la manera de jugar de su equipo o la reiterada ausencia de títulos del Arsenal en los últimas seis temporadas. El choque ante el Barcelona y el cobarde planteamiento que hizo ante Messi y compañía parece que ha servido para destapar la caja de los truenos. Titulares como "Arsene, dejaste solo al equipo" o "Planteamiento cobarde" ilustran algunos de los periódicos londinenses en su edición del miércoles.