La llegada del millonario Kroenke, un problema más para la salida de Cesc del Arsenal

Cesc Fábregas tiene la llave de su futuro en su mano. La baza que debe jugar para poder salir del club londinense es la promesa hecha por Arsene Wenger de facilitar su salida del club en el verano de 2011, aunque ahora ha aprecido un factor nuevo con el que no contaba. La toma del control de la entidad inglesa por parte de Stan Kroenke ha cambiado el panorama en el Arsenal, pero no la idea del centrocampista de cambiar de aires, de emprender una nueva aventura lejos de Inglaterra. La idea del millonario norteamericano es la de hacer un gran equipo como ha hecho en todas las entidades deportivas que maneja en Estados Unidos. No le gusta ser comparsa y el encargo que ha hecho a Wenger es claro: hacer un equipo competitivo. Y eso, claro está, pasa por mantener a Cesc como eje del juego del Arsenal.

 

Técnico y jugador tienen pendiente una reunión que no se producirá mientras que los gunners mantenga alguna opción de conquistar la Premier. En esa cita, el internacional español piensa recordar al francés el pacto al que llegaron hace un año. La escena no es nueva y ya se ha repetido años atrás pero Wenger siempre terminaba convenciendo al ex azulgrana. El panorama es otro y no hay posibilidad de que se produzca cambio alguno en la decisión de Cesc, tomada muchas tras horas de reflexión. Y es que el capitán del Arsenal no quiere romper con la entidad que le ha hecho futbolista, busca un acuerdo, ése que le lleve de vuelta a España. Y en estos momentos, el Real Madrid lleva ventaja en la carrera iniciada para el fichaje del centrocampista, petición expresa de Mourinho a Florentino Pérez, que tal y como confesó ayer en la rueda de prensa que dio en White Hart Lane, piensa seguir en el club blanco la próxima temporada.

 

El Barça quiere una rebaja y el Madrid pagaría 50 millones

 

Sandro Rosell dijo días atrás en diferentes entrevistas que el precio de Cesc no era el mismo al del pasado verano. Según el presidente del Barcelona el año que ha transcurrido ha incidido a la baja en la cotización del delantero azulgrana. Lógico. Menos meses de contrato por delante, menos dinero a pagar. Los 45 millones de euros que solicitó el Arsenal, tal y como dijo el máximo mandatario azulgrana, deberán ser rebajados. Noticias que no coinciden con las que tienen en el Bernabéu y que hablan (por lo menos hasta el movimiento accionarial de esta misma semana) de un precio que rondará los 50 millones de euros. Cantidad en efectivo que podría quedar reducida con la inclusión de algún jugador y apunten el nombre de Fernando Gago. 

 

Lo que está claro es que el Barcelona no piensa entrar en puja alguna. Rosell no lo oculta y todo puede formar parte de una estrategia, pero el entorno del jugador no lo piensa así. La consecuencia es que la prioridad de Cesc ha cambiado y ha recibido con agrado los primeros movimientos del club blanco. La confirmación de Thiago como jugador del primer equipo y la irrupción en el filial de un jugador como Sergi Roberto (Guardiola cuenta con él para la próxima temporada) ha ejercido de ducha fría sobre el interés azulgrana para el regreso del hijo pródigo.

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