Xavi sucumbió a la tensión: "El juego de Mou va tan al límite que les incita a la violencia"

Hace unos días ya vimos en Mestalla cómo los ánimos, lejos de calmarse, prometían caldearse aún más. Los cortes de manga que Pepe dedicó a la afición blaugrana en la final de Copa tras el gol que dio el triunfo al Real Madrid no sentaron nada bien. Gesto feo y fuera de lugar que no hizo otra cosa que faltar al respeto y provocar al rival. Ayer en el Bernabéu se vio de todo menos actitudes afectuosas. Hasta Xavi Hernández mostró su cara menos amable con un gesto de menosprecio a la afición. "El juego de Mourinho va tan al límite que incita a la violencia. El Madrid juega a otra cosa", dijo el internacional al término del encuentro.

El primer clásico de Champions, el tercero del maratón de los Madrid-Barça, fue un partido áspero, quizá el más conflictivo hasta el momento, y volvió a dejar imágenes lamentables. El Barça no ha podido evitar caer en el juego de la provocación y respondió al Madrid de la misma manera. Primero fue Pep Guardiola en la rueda de prensa previa al partido quien 'explotó' y contestó a Mourinho con unas maneras que no acostumbra el siempre correcto técnico, aunque es cierto que prefirió no contestar a las incendiarias declaraciones de Mou tras el partido. En el campo, Xavi y Alves tuvieron gestos cuestionables fruto de la intensidad del choque.

Si la pasada semana era el madridista quien tiraba de provocación, en la noche del miércoles se pudo ver a dos jugadores azulgranas dirigiéndose a las gradas del Santiago Bernabéu no de muy buenas maneras, precisamente. Xavi, un hombre que normalmente ejerce de mediador y evita cualquier tipo de enfrentamiento en el campo, respondió a la reacción del público madridista de una forma inusual en él. Cuando el Barcelona marcó uno de los goles, la afición blanca lanzó un par de botellas vacías al terreno de juego y el centrocampista del Barcelona devolvió una de ellas de una patada y con cierta soberbia. Gesto que no sentó muy bien en Chamartín.

Por su parte, Dani Alves, otro de los grandes protagonistas de la noche, celebró el segundo gol de Messi con gritos y aspavientos a la grada donde los aficionados madridistas veían cómo se les complicaba la eliminatoria. Aunque la acción de ambos jugadores fue, sin embargo, lo más 'light' del encuentro.

El duro partido que enfrentó al Madrid y al Barça dejó broncas, expulsiones y malos gestos por parte de uno y otro equipo. La tensión volvió a ser tal que los enfrentamientos entre jugadores y el juego sucio fueron de nuevo protagonistas. Pinto vio la roja directa cuando los jugadores iban camino del túnel de vestuarios tras lanzarle una bofetada a Arbeloa y zarandear a Chendo; Pepe fue expulsado con una rigurosa cartulina por entrar con la plantilla a Alves; y Mourinho acabó viendo el partido desde la grada por aplaudir al linier de forma burlesca al ver que el Madrid se quedaba otra vez con diez. Mucho movimiento para tan poco fútbol.

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