Es noticia
Raúl vuelve a torear y culmina su gran año en el Schalke con la Copa de Alemania
  1. Deportes
  2. Fútbol
GOLEA 0-5 AL DUISBURGO

Raúl vuelve a torear y culmina su gran año en el Schalke con la Copa de Alemania

El fútbol se lo debía. Raúl ha hecho historia y lo ha ganado casi todo, pero le faltaba un título en su brillante currículum. La Copa

Foto: Raúl vuelve a torear y culmina su gran año en el Schalke con la Copa de Alemania
Raúl vuelve a torear y culmina su gran año en el Schalke con la Copa de Alemania

El fútbol se lo debía. Raúl ha hecho historia y lo ha ganado casi todo, pero le faltaba un título en su brillante currículum. La Copa era, hasta hoy, un trofeo que se le negó durante los 16 años que vistió la camiseta del Real Madrid, pero la casualidad, o como se le quiera llamar, ha querido que él y su ex equipo rompieran con el mal fario el mismo año que sus caminos se separaban. Le faltó un gol, pero Raúl volvió a levantar un trofeo y la felicidad que ha llegado a acariciar en Alemania, ayer fue total. El título logrado en la final de Berlín le proporciona una plaza en la Europa League y su presencia en una competición europea está asegurada. Raúl no ha dicho su última palabra.

 

El ‘7’ conquistó por fin su primera Copa, pero lo hizo con su nuevo club, el Schalke 04. Una situación paralela a la de su ex compañero Guti con el Besiktas turco. Los dos capitanes blancos han levantado el trofeo que más se les ha resistido, pero lo han hecho lejos de casa, curiosamente cuando el Real Madrid brindaba al Bernabéu el ansiado título tras dieciocho años de sequía copera. Sin embargo, Raúl  no está solo en Alemania. No lo estuvo en Berlín ni lo ha estado en Gelsenkirchen a lo largo de la temporada, porque con él conviven los también españoles Jurado y Escudero y ya buenos amigos como Metzelder que han hecho que su adaptación sea completa.

Visiblemente emocionado, Raúl celebró la victoria como si a sus casi 34 años, éste fuese su primer título. Su mirada parecía la de un niño. Se abrazó a todos sus compañeros, rodó por el césped y a falta de capote, recogió una bandera de España de la grada que se anudó al cuello y que solo se quitó para subir a la tarima y recoger la medalla justo antes de que Neuer, el capitán, levantara la Copa de Alemania. Para la foto, recuperó la bandera y después, volvió a torear, como a él le gusta y como tantas veces celebró sus triunfos en el Bernabéu. Como hiciera en el Real Madrid, ejerció de líder y fue él quien dirigió la celebración.

 

El vendaval que liquidó a un segunda

El 0-5 al Duisburgo de segunda división sirvió para rubricar un año inolvidable con el conjunto alemán, con el que firmó un histórico paso por la Champions League y con el que ha salvado una inestable temporada en la Liga germana gracias a la Copa. Los mismos jugadores y el mismo equipo que en Europa fue en ocasiones justito de recursos se bastó y se sobró para liquidar a un más que inoperante rival. Los primeros 45 minutos fueron suficientes para demostrar que la diferencia entre uno y otro era evidente y el 0-3 al descanso ya hacía soñar al Schalke.

 

Ralf Rangnick optó por un once ofensivo y le dio resultado. El Schalke, con una equipación especial para la ocasión, tardó apenas 18 minutos en encarrilar el encuentro. Julian Draxler inauguró el marcador convirtiéndose en el nuevo héroe del equipo de Gelsenkirchen tras anotar también el gol que dio el pase a la final. El canterano alemán controló un pase con la pierna izquierda y enganchó con la derecha un disparo imparable para el meta Yeldell.

El cerebro de Jurado, la velocidad de Farfán y Huntelaar y los movimientos de Raúl funcionaron a la perfección. El holandés fue el encargado de marcar el segundo tras un autopase interior de Farfán y aprovechar la mala colocación de los centrales. El tercero fue obra de Höwedes, que remató de cabeza un saque de esquina al borde del descanso. El Schalke lo tenía todo hecho, pero quiso maquillar la gran noche con una goleada aún mayor. Jurado puso el 0-4 en el marcador aprovechando el pasillo que deja la defensa del Duisburgo, despistada por Raúl. Huntelaar anotó el segundo en su cuenta particular y el quinto para el Schalke a 20 minutos del final. Así las cosas, el pitido final de Wolfgang Stark, el  árbitro del  polémico Real Madrid-Barcelona de Champions, fue también el comienzo de la fiesta.

El fútbol se lo debía. Raúl ha hecho historia y lo ha ganado casi todo, pero le faltaba un título en su brillante currículum. La Copa era, hasta hoy, un trofeo que se le negó durante los 16 años que vistió la camiseta del Real Madrid, pero la casualidad, o como se le quiera llamar, ha querido que él y su ex equipo rompieran con el mal fario el mismo año que sus caminos se separaban. Le faltó un gol, pero Raúl volvió a levantar un trofeo y la felicidad que ha llegado a acariciar en Alemania, ayer fue total. El título logrado en la final de Berlín le proporciona una plaza en la Europa League y su presencia en una competición europea está asegurada. Raúl no ha dicho su última palabra.