Dos rutinas enfrentadas: Sandoval vuelve a subir, y Lotina ya suma cuatro descensos

Jornadas de alegrías y penas para Rayo Vallecano y Deportivo de la Coruña. Los madrileños volvían a Primera División ocho años después y el Depor consumaba su descenso a Segunda tras jugar 20 temporadas en la máxima categoría. La euforia se vio reflejada en el rostro de un entrenador, José Ramón Sandoval, que sufrió mucho esta temporada con todos los problemas extradeportivos que afectaron al conjunto vallecano, pero que ayer era un tipo feliz. A seiscientos kilómetros, sobre el césped de Riazor, Lotina era la imagen de la decepción, de la desesperación. Los deportivistas volvían al ya olvidado infierno.

Una vez más, el Valencia volvió a convertirse en la bestia negra del Deportivo. Los de Emery se llevaron una victoria de Riazor y condenaron al Depor a volver a sus orígenes, la Segunda División. Atrás queda la Liga o el “Centenariazo” y la llama de aquel Súper Depor no brillará en Primera la próxima temporada. Lotina fue el encargado de dirigir al club gallego esta temporada y el técnico sólo pudo terminar la campaña consumando el descenso.

El técnico deportivista acumula cuatro descensos a Segunda División, aunque sólo terminó la temporada con el conjunto gallego y la Real Sociedad en la temporada 2006-07. Los otros dos manchones en el historial de Lotina fueron el Logroñes en la campaña 1996-97, donde estuvo las primeras jornadas del campeonato, y con el Celta de Vigo, con el que no terminó la temporada 2003-04.

Con el Deportivo pasó momentos delicados durante su primera temporada, pero logró salvar al equipo, algo que esta temporada se le ha resistido. No siempre las cosas le salieron mal al técnico de Meñaka, que logró salvar al Espanyol en la temporada 2005-06 y consiguió dos ascensos a Primera, uno con el Numancia y otro con el Osasuna.

Sandoval y “su vida pirata”

El Rayo fue la cara de la jornada y su entrenador también. Sandoval consiguió el ascenso con el primer equipo después de todos los problemas extradeportivos con los que ha tenido que convivir el conjunto vallecano esta temporada. El técnico madrileño se mostró ambicioso y convencido de que el ascenso era posible desde el primer partido de Liga.

Así se lo hizo saber a la familia Ruiz Mateos el pasado mes de junio cuando los convenció para que lo dejaran ponerse al frente del primer equipo tras ascender al filial. Sandoval se mostró dispuesto a todo con tal de entrenar al Rayo e intentar llevarlo a Primera. El técnico llegó a decir: "O subo al Rayo a Primera o no cobro", aunque el acuerdo no se cerró en esos términos. Y dicho y hecho.

Sandoval cumplió su objetivo y su apuesta por el trabajo y la cantera le salió perfecta. El técnico vallecano demostró durante toda la temporada ser una persona cercana a sus jugadores y a todos los que sufrieron con la situación del equipo madrileño. Al término del partido ante el Xerez, con ese resultado 3-0 que certificaba el ascenso,  Sandoval se colocó en el centro del campo y entonó “La vida pirata” con sus jugadores y con todos los aficionados allí presentes, que volverán a ver al Rayo en Primera División.

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