Guardiola se impone a Rosell: Cesc firmará con el Barcelona la próxima semana

Cesc Fábregas será nuevo jugador del Barcelona la próxima semana. Las negociaciones entre la entidad azulgrana y el Arsenal están abiertas, pero el punto de encuentro parece muy cercano. La operación se cerrará en una cifra que rondará los 40 millones de euros, que el actual campeón de Europa podrá pagar en cuatro años. Las negociaciones se iniciaron entre los 45 que pedían los dirigentes del club inglés y los 30 que ofrecían por la Ciudad Condal. La insistencia de Guardiola en la necesidad de fichar al centrocampista han obligado a Rosell a mejorar la oferta e incluso, dicen algunos, a sentarse a echar cuentas de verdad, ya que el presidente nunca vio la necesidad de realizar este gasto teniendo en cuenta lo que ya tiene el Barcelona por la zona de influencia de Cesc.

Las cuentas del entrenador son otras bien distintas y no obedecen a los siempre fríos pero realistas balances económicos. Pep volvió a la carga con el fichaje del jugador del Arsenal tras analizar su plantilla y lo que venía por abajo. Claro está, hablamos de Thiago, jugador que ha explotado en el final de la temporada, pero que ya se le veía asomar la cabeza con fuerza. Para Guardiola es imprescindible el contar con referencias dentro de la plantilla, con jugadores que sientan la camiseta y el escudo como nadie y para eso el requisito imprescindible es el de haber pasado por La Masía. Martí Perarnau en su libro 'Senda de campeones' define a la perfección lo que significa ese ideal azulgrana y que ha estado perfectamente representado en La Masía que ayer se cerró y que da paso  una nueva residencia en la actual Ciudad Deportiva azulgrana.

En esas elucubraciones técnicas-tácticas-morales que ha hecho Guardiola desde el pasado mes de marzo (momento en el que llama a Cesc para decirle que en esta ocasión no le iba a fallar) ha tenido mucho que ver esa escalera que en su mente debe tener el centro del campo del Barcelona. La principal referencia del juego del actual Barcelona no es otra que la de Xavi. El campeón del mundo ya tiene en el horizonte el inicio del retroceso en su carrera, al menos en intensidad debido a sus 31 años. El siguiente en esa lista de referentes que el entrenador azulgrana tiene en su cabeza es Andrés Iniesta. Con 27 años está en la plenitud de su carrera, pero lo que preocupaba al técnico era el salto que se producía por los 19 años de Thiago o los de Sergi Roberto, el niño mimado de Guardiola y del que hablan maravillas y que es otro producto más de esa máquina de fabricar mediocentros en que se ha convertido la cantera del Barcelona. Ocho años son muchos en el escalafón de Pep.

 

Cesc asegura la continuidad del centro del campo

Así se lo hizo ver a Rosell, al que le pidió un esfuerzo extra por un jugador que el presidente no considera imprescindible. Con Cesc (24 años) se completa el escenario ideal. Guardiola cree que con su fichaje y la llegada de Thiago y Sergi Roberto, el Barcelona tendrá identidad durante la próxima década. Esa vuelta de tuerca que tendrá que hacer el máximo mandatario azulgrana es la de llegar a los 40 millones de euros, cantidad que hace un mes no pensaba pagar por el todavía jugador del Arsenal, que ya se encuentra en Barcelona, de vacaciones y a la espera de que se cierre la operación. El Arsenal vuelve al trabajo el martes, pero él no tiene previsto regresar a Londres.

El técnico, que decide tanto o más que Mourinho en el Real Madrid, también insistió en la necesidad de atar a Thiago, que por cierto no jugará el Mundial Sub 20 e iniciará la pretemporada con la primera plantilla azulgrana, el que ya es su equipo. Esos 10 millones de euros que figuraban en su cláusula hasta el 30 de junio, alertaron al entrenador, que no ve problema alguno en la posible convivencia entre el hijo de Mazinho y campeón de Europa Sub 21 y la llegada de Cesc. La rápida reacción terminó el miércoles con el nuevo contrato del centrocampista. Para evitar polémicas, la cláusula de rescisión ya es de 90 millones de euros. Guardiola cree que hay sitio para los dos y así se lo ha hecho ver a Rosell y a Zubizarreta.