Cesc, decepcionado con Rosell, pide ayuda a Wenger

La historia se repite por quinto año consecutivo. Cesc Fábregas ya está en Londres, circunstancia que pretendía evitar a toda costa. Un verano más, el ex de la entidad azulgrana esperaba que el equipo que le vio nacer como jugador de fútbol cerrara a un acuerdo con el Arsenal y así emprender viaje de regreso hacia el Camp Nou. La realidad ha sido otra bien distinta y el centrocampista ya está en la capital inglesa y si bien no se entrena con el resto de los que todavía son sus compañeros, vuelve a estar bajo la disciplina del Arsenal. Se siente decepcionado y sus planes quedan otra vez relegados ante la falta de voluntad para cerrar un acuerdo. Y todo por cinco millones de euros, algo que en este tipo de operaciones no suele ser obstáculo para que no se cierren fichajes así.

 

Sandro Rosell sigue sin negociar de verdad. Las dos propuestas que ha hecho hasta el momento no han sido tenidas en cuenta por el club que preside Peter Hill-Wood. La primera hablaba de 30 millones de euros y la segunda supuraba en cinco a la ya hecha, cantidad insuficiente y que se aleja a los 40 millones que Wenger estaría dispuesto a aceptar como precio del traspaso. El presidente del Barcelona lo sabe desde el inicio de las negociaciones y no ha querido dar el paso, continúa dando largas.

 

Por un lado se dice que al ser un jugador pretendido por Joan Laporta en su día no es del agrado del actual presidente y que, por tanto, no lo ve como una prioridad. La balanza se equilibra con el deseo de Guardiola, que una y otra vez ha insistido con el fichaje de Cesc y al que ha prometido que en esta ocasión no le va a fallar, algo que sí sucedió hace un año.

 

Wenger no ha faltado a su palabra, Rosell, sí

 

Cesc, que se siente molesto al ver cómo se repite la historia, no entiende que Rosell no haya cumplido lo pactado en un principio y más cuando Wenger no ha faltado a su palabra de acceder a negociar. Además, el galo ha respetado el deseo del jugador de no entrenarse con el resto del grupo e incluso permitir al jugador no estar en la pretemporada que el Arsenal realizará en Asia a partir de la próxima semana. Nada que reprochar al francés, según señala el entorno del jugador.

 

Ayer, jugador y técnico se reunieron por la tarde. Cesc pidió otro esfuerzo, un gesto más a Wenger para poder cerrar el regreso a su casa siete años después de emprender el camino de ida hacia Londres. Y es que en los últimos cinco veranos, el catalán ha visto cómo por su puerta han pasado el Real Madrid de Calderón; doce meses después el Barcelona de Laporta; un  año más tarde fueron ambos equipos los que llamaron a su puerta pero encontraron la negativa de Wenger, para ser el pasado verano cuando pactó su salida con Laporta, pero que no contó con el sí del mánager francés del Arsenal. Ahora pide y espera que el problema se desbloquee para poder fichar por el Barcelona, su total prioridad. La solución pasa porque la oferta llegue a los 40 millones de euros, punto de encuentro que puede ser el definitivo.