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Fuera máscaras: Florentino se entrega en cuerpo y alma a Mourinho y Pep da la cara por Laporta
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LA COMUNIÓN ENTRE EL PRESIDENTE Y EL TÉCNICO BLANCO CONTRASTA CON EL DISTANCIAMIENTO EN LA CÚPULA AZULGRANA

Fuera máscaras: Florentino se entrega en cuerpo y alma a Mourinho y Pep da la cara por Laporta

Florentino Pérez sacó el Míster Hyde que lleva dentro. La ocasión, la Asamblea de socios compromisarios del Real Madrid celebrada en la mañana del domingo por

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Fuera máscaras: Florentino se entrega en cuerpo y alma a Mourinho y Pep da la cara por Laporta

Florentino Pérez sacó el Míster Hyde que lleva dentro. La ocasión, la Asamblea de socios compromisarios del Real Madrid celebrada en la mañana del domingo por espacio de cinco horas. El presidente madridista inició la cita calmado, sosegado, fiel a su estilo, abanderando la defensa de Mourinho; algo lógico tratando de una relación entre jefe y primer ejecutivo porque así hay que considerar al portugués junto a José Ángel Sánchez. La duda de varios socios blancos respecto a las maneras y comportamientos del ex del Inter, llevó a Florentino Pérez a mostrar un tono vehemente, alejado del libro de estilo del mandatario blanco. Veinticuatro horas antes, el que adquirió ese modo fue Sandro Rosell, otrora amigo y hoy nada más que conocido, cuando le mentaron el nombre de Joan Laporta durante la Asamblea azulgrana. Y eso que a esas horas desconocía que pasada la medianoche del sábado, Guardiola iba a hacer una encendida defensa del que fuera presidente del Barcelona y responsable de que llegara al banquillo. Fuera máscaras. Un mes de competición y todos han quedado retratados. Incluso el Atlético, goleado en el Camp Nou y del que se hablaba de candidato a un título que es cosa de dos.

Volviendo al inicio, es decir, a lo que más llama la atención: la metamorfosis de Florentino Pérez. El presidente del Real Madrid ha entregado su suerte a la de Mourinho. Las obras anteriores, en especial la despedida de Valdano, así lo indicaban pero en público siempre se había mostrado cauto, receloso. Tras la declaración de intención del mediodía del domingo, ya no hay duda alguna. La suerte del portugués será la del presidente del Real Madrid. No hay vuelta atrás. Ahora sería prematuro decir si la elección es buena o mala. Por suerte o por desgracia en el fútbol eso lo sentencian los resultados y será el tiempo el que lo dictamine. Lo que choca es el giro de Pérez hacia un modelo hecho por y para el entrenador, cuando hasta hace muy poco tiempo, el técnico era una parte secundaria de sus proyectos al frente del Real Madrid.

Al presidente no le gustó que los socios criticaran las maneras del que para él es "el mejor entrenador del mundo. Mourinho ha asumido desde el primer momento lo que significa estar en el Real Madrid y abogar por los intereses de este club. Su defensa del madridismo es incuestionable. El club no ha perdido ni imagen ni cuota ni lo que algunos intentan convencer a través de algunos medios de comunicación. Quieren influir en el Madrid. No les hagamos caso", en su ataque a determinados medios. 

El cambio no ha obedecido a un mal momento. Responde a la corriente de victimismo que se ha instalado en el Bernabéu, algo que se despreciaba hasta bien poco tiempo. Algunos asesores del presidente ven necesario sacar a la luz aquello que ellos consideran atropellos deportivos e institucionales que sufre la entidad. "Si no ganamos la Champions del año pasado no fue por nosotros. Mourinho nos ha agitado un poco, nos ha hecho ver qué es esto del señorío. Está feo que si un jugador no ha tocado a otro, lo echen. No podemos decir que está bien un arbitraje cuando nos ha perjudicado y se ha equivocado. ¿Dónde dijo Bernabéu que tras un mal arbitraje había que decir que estaba bien?", afirmó un Florentino Pérez mucho más alterado que tres horas antes, en el inicio de la Asamblea.

La repuesta de los socios no se hizo esperar. Están con Mou y con el presidente. Incluso el que comparó al técnico con un tigre por sus modales votó a favor de la gestión del presidente. Y es que en la primera de las cuestiones debatidas (el cierre del ejercicio pasado) nadie votó en contra, por uno en la segunda (la del presupuesto de la presente temporada) y diez en la reforma del Bernabéu. Ni Rosell con la Champions y la Liga aún calientes obtuvo tal respuesta. Aclamado. Tanto Florentino como Mourinho. Incuestionable. La incógnita es saber qué pasará si los resultados no acompañan. El tiempo, como dijimos antes, resolverá la incógnita.

Guardiola defendió a Joan Laporta

Un día antes fue Sandro Rosell el que pasó por el tamiz de la Asamblea de socios. Como es costumbre, el presidente obtuvo el respaldo mayoritario, aunque 76 de los compromisarios azulgranas se atrevieron a cuestionar el acuerdo de Qatar. Estas citas suelen estar bien controladas por los dirigentes de los dos grandes clubes y no suelen deparar sorpresas aunque eso no impide tener que escuchar críticas o ataques hacia la gestión. Rosell salvó la papeleta pero lo que no esperaba era que el ataque iba a llegar horas después de la mano de Guardiola y su defensa a Laporta, al que criticó con dureza durante la Asamblea y que en breve será juzgado por su gestión como presidente del Barcelona.

En el fin de semana del adiós a las poses, el técnico azulgrana no dudó en dar la cara por su amigo Joan Laporta: "Está sufriendo mucho. No se merece ir a los tribunales, le tengo mucho afecto. Me escogió para entrenar al Barcelona. Cogió al club en una situación precaria y le debemos mucho. Espero que la gente reflexione. Mi estima es infinita y me siento triste". Horas antes, Rosell calificó la operación de Ibrahimovic como "la peor de la historia". La actual Junta demandó a Laporta por unas pérdidas en la gestión de 41 millones de euros. Guardiola, fiel a sus principios, dio la cara por Laporta, dejó patente que no es amigo de Rosell y que el actual presidente aguanta al técnico porque no tiene otro remedio. No hay duda posible.

Florentino Pérez sacó el Míster Hyde que lleva dentro. La ocasión, la Asamblea de socios compromisarios del Real Madrid celebrada en la mañana del domingo por espacio de cinco horas. El presidente madridista inició la cita calmado, sosegado, fiel a su estilo, abanderando la defensa de Mourinho; algo lógico tratando de una relación entre jefe y primer ejecutivo porque así hay que considerar al portugués junto a José Ángel Sánchez. La duda de varios socios blancos respecto a las maneras y comportamientos del ex del Inter, llevó a Florentino Pérez a mostrar un tono vehemente, alejado del libro de estilo del mandatario blanco. Veinticuatro horas antes, el que adquirió ese modo fue Sandro Rosell, otrora amigo y hoy nada más que conocido, cuando le mentaron el nombre de Joan Laporta durante la Asamblea azulgrana. Y eso que a esas horas desconocía que pasada la medianoche del sábado, Guardiola iba a hacer una encendida defensa del que fuera presidente del Barcelona y responsable de que llegara al banquillo. Fuera máscaras. Un mes de competición y todos han quedado retratados. Incluso el Atlético, goleado en el Camp Nou y del que se hablaba de candidato a un título que es cosa de dos.

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