Del Bosque supera dudas y despeja incógnitas; España jugará con Cesc de falso nueve

España está condenada a jugar sin nueve o con un falso nueve, como prefieran. Así lo hizo, salvo apariciones puntuales de Torres y Negredo, en la pasada Eurocopa y el trofeo de campeón acompaña a la selección en su regreso a Madrid. Del Bosque parece decidido a afrontar así los próximos partidos y salvo una aparición estelar de un delantero centro o un regreso de la mejor versión del delantero del Chelsea, todo hace indicar que así llegará al Mundial de Brasil, clasificación mediante. Lo que inició siendo un sistema para acoplar a Cesc en el once titular, ha terminado siendo el sistema modelo con el que la campeona del mundo ofrece su mejor rendimiento.

Guste o no, rompa los manuales del fútbol que hablan de jugar siempre con una referencia arriba o no, lo cierto es que España gana, desorienta a los rivales y sigue mostrando un nivel muy por encima del resto de equipos. Ayer, y pese a que gran parte del choque, la de Del Bosque jugó andando o con poca intensidad, ese sistema sin un nueve claro, volvió a dar resultado. Se lograron tres goles con la ley del mínimo esfuerzo, el día en el que Puyol se hizo centenario.

El azulgrana es el hombre escurridizo. Se filtra entre líneas como pocos y los rivales desconocen en todo momento por dónde puede aparecer un jugador inclasificable, pero que cumple con nota en todo. Tiene movilidad, gol, regate, toque, visión de juego y sabe colocarse en el sitio justo por sus muchos organizando el juego del Arsenal. Las defensas contrarias sufren. No es un jugador para que un central a la vieja usanza persiga sus pasos. Ante Uruguay, con su presidente en el palco presenciando un partido de España gracias al poder de Catar sin duda, mostró todo el repertorio posible. Vio puerta, gracias a Muslera eso sí, y además volvió loco a la dupla formada por Godín y Lugano. Duros como pocos, nada pudieron hacer cuando el azulgrana se dejaba caer para ayudar al centro del campo, tal y como sucedió en el tercer gol, en el que asistió a Pedro para que el jugador del Barcelona lograra su noveno tanto de la temporada con la selección.

La posición de Cesc no es un invento nuevo de Vicente del Bosque. En la temporada 2000-2001, el técnico tuvo que colocar a Guti de falso nueve. Centrocampista de toque y calidad, no dio la espalda a la pelea y menos aún al gol. El hoy comentarista marcó 14 goles en el que fue su mejor año como jugador madridista. La lesión de Morientes obligó al ahora seleccionador a buscar alternativas, colocando a Guti de falso nueve. La prueba se saldó con éxito, terminando con una nueva Liga para el Real Madrid.

Cesc se ha ganado su puesto como titular en el equipo campeón del mundo y lo ha hecho jugando en una posición extraña para él, pero a la que ha sabido dar sentido, tal y como demostró ante Uruguay y en la pasada Eurocopa. Suma 13 goles con la Roja en 75 partidos como internacional. Lo peor de todo, las molestias con las que el azulgrana terminó el partido tras un esfuerzo hecho a dos minutos del final del choque.