Golpe mortal al Calcio con la victoria de la Juve en el Giuseppe Meazza

Era una de las últimas oportunidades para mantener viva la emoción por el campeonato en Italia. Una derrota de la Juventus ante el Inter podría haber puesto un poquito de aliciente a un Calcio que agoniza y que ya tiene dueño. Y es que el equipo dirigido por Antonio Conte ha asestado un golpe prácticamente definitivo para adjudicarse su vigésimo noveno Scudetto. Los tantos de Quagliarella (golazo) y de Matri hicieron inútil el gol del empate de Rodrigo Palacio y acabaron con las esperanzas de napolitanos y milanistas de, por qué no, seguir con la ilusión de luchar por el título. Pero la Juve mandó sobre el Giuseppe Meazza, se hizo con los tres puntos y ha dejado encarrilado el Calcio justamente en la víspera de medirse al Bayern en los cuartos de final de la Champions, probablemente en la eliminatoria más igualada de la presente edición de la máxima competición continental.

Mientras espera volver a conquistar Europa, y esta temporada parece que va muy en serio, la ‘Vecchia Signora’ empieza a hacer hueco en sus vitrinas para un nuevo trofeo. Nadie tiene dudas de que el conjunto turinés es superior a todos sus rivales y será merecedor del trofeo en el momento en el que éste se certifique matemáticamente, pero quizá el aficionado italiano echa de menos algo de emoción en su campeonato doméstico. El impresionante bajón de nivel en Italia ha provocado que la Juventus pueda instalar una preocupante ‘dictadura’. Tras los de Conte, se sitúan en la tabla un irregular Nápoles (2º) y un renovado Milan (3º), que ya demostró en Champions ante el Barça que está muy lejos de la categoría que se le requiere a un club con su historial. Demasiado poco como para hacer daño a los de Turín.

Las grandes decepciones de esta temporada en el Calcio son el Inter y la Roma. Ambos partían allá por el mes de agosto como candidatos a plantar batalla, pero todo ha quedado en agua de borrajas. Los ‘neroazzurri’ son incapaces de encadenar varios resultados positivos, y a día de hoy ni siquiera están en puestos europeos. En los capitalinos, por su parte, su nula capacidad defensiva (es el segundo equipo que más goles encaja, tan sólo superado por el colista Pescara) ha hecho imposible seguir el ritmo de los mejores. Al menos, Totti y compañía luchan por jugar en Europa la próxima campaña, algo que tendrá que pelear en las últimas jornadas con el propio Inter y con su máximo rival en la ciudad eterna, el Lazio.

La Juventus es la gran baza en Italia. En el equipo ‘bianconeri’ están depositadas todas las esperanzas de un país acostumbrado a los éxitos en esto del balompié. Los transalpinos ya no compiten como antes, ya no son esos equipos que dominaban el continente en las décadas de los 80 y 90, aunque sigue quedando algo de ese ardor guerrero muy propio de su historia. Los de Conte tienen un seguro de vida en la portería con Gianluiggi Buffon, han conformado un entramado defensivo perfecto (tan sólo han recibido 18 goles en todo el campeonato), tiene en Andrea Pirlo al mejor director de orquesta y, aunque necesita un nueve (para eso han fichado a Fernando Llorente), es una escuadra que hace gol con suma facilidad.

Con todo esto se presentarán en el Allianz Arena de Múnich para echar por tierra la última esperanza de Jupp Heynckes. Un Bayern-Juve que, con permiso de Real Madrid y FC Barcelona, perfectamente podría ser una final anticipada. Ambos llegan a esta eliminatoria con sus campeonatos finiquitados (el Bayern ganó por 9-2 al Hamburgo) y conscientes de que van a librar una de esas grandes batallas, a la antigua usanza. El prestigio del fútbol italiano está en las manos de la Juventus (y el Lazio en Europa League), una gran responsabilidad que años atrás nadie hubiera imaginado a estas alturas de la temporada.