España ya sufrió en fútbol sala un robó como el del Valencia: la solución, la tecnología

El Valencia visitaba Cobham para enfrentarse al Chelsea en la UEFA Youth League, la Champions juvenil. Al término de los noventa minutos reglamentarios, el partido iba a acabar con empate a uno -incluso los 'ché' habían fallado un penalti en el tramo final de partido-. Como es norma en estos partidos, no existe la prórroga, por lo que la tanda de penaltis iba a ser la encargada de determinar qué equipo era el que se clasificaría a los octavos de final de la competición.

Pero, entonces, iba a suceder lo que nadie podría pensar que ocurriría en el fútbol de primer nivel: en el primer lanzamiento de Alberto Gil, el balón iba a entrar para, posteriormente, golpear en uno de los soportes metálicos de la portería. De manera increíble, ni el árbitro principal ni el juez de línea iban a ver el gol, considerando que el esférico había pegado en el palo y no dando validez al gol. Pocos lanzamientos después, el Valencia quedaba eliminado por el Chelsea.

Esta injusta eliminación del Valencia por desgracia no es nueva en el fútbol español. Corría el Europeo de Fútbol Sala de 2010 cuando la Selección iba a sufrir en sus propias carnes la misma situación. Javi Rodríguez tenía el último lanzamiento para clasificar a España a semifinales y, su disparo, iba a convertirse en gol. Pero ocurrió exactamente lo mismo: el balón pegó en un soporte de la portería y los colegiados no iban a darlo. Por suerte, España sí ganó aquel partido.

El Confidencial se ha puesto en contacto con José Venancio López, exitoso seleccionador nacional que vivió aquella injusticia en primera persona, quien contó cómo vivieron aquellos angustiosos minutos en los que los árbitros no daban por válido el gol que metía a España en 'semis' de todo un Europeo: "Sorpresa e incredulidad fueron nuestras primeras sensaciones", confiesa. Y es que, para más inri, todo el estadio había visto que había sido gol.

"Los árbitros no pueden ver repeticiones"

Y no sólo en directo, sino que la repetición no dejaba de verse una y otra vez en bucle en el videomarcador del estadio: "Los árbitros no dieron el gol porque pensaban que había golpeado en el larguero. Intentamos convencerlos, pero no hubo manera porque, además, tienen prohibido ver las imágenes para rearbitrar". Pero la clave del éxito en el caso de la Selección tuvo que ver con un hombre que pronto entendió lo que había sucedido: Luis Amado.

El portero titular de aquella selección, como el resto de compañeros, pronto reclamaron la jugada a los colegiados. Sin embargo, las imágenes de aquel triste momento que recogió la televisión confirmaron la clave del éxito: decidió dejar de protestar y dar un paso a un lado. "Ahí ya no podíamos hacer nada, así que lo inteligente es lo que hizo Luis Amado. Apartarse y no perder la concentración, intentar no descentrarse". Ese detalle le hizo parar el siguiente penalti.

Pero no es una situación nada sencilla: "Psicológicamente afecta", asegura José Venancio. "Es difícil manejar esa situación, pero supimos seguir concentrados, seguir con nuestra labor y lograr sobreponernos". El Valencia, desgraciadamente, no tuvo esa oportunidad. Posiblemente la juventud de sus jugadores afectara en este sentido, con las dificultades que conlleva el intentar superar una injusta situación que sólo los colegiados no habían visto.

El seleccionador de fútbol sala deja una última lectura, en la que también se posicionan positivamente muchos de los amantes al deporte: un simple vistazo a una televisión hubiera acabado con la polémica. "Me parecería positivo saber aprovecha la tecnología, soy partidario de que se utilicen medios audiovisuales para ayudar a los árbitros en estas situaciones". El lío está servido. ¿Valorará la UEFA lo ocurrido? En breve lo sabremos.