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El VAR condena a España el día en que la Selección tuteó a la todopoderosa EEUU
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"Nos vamos tristes, pero orgullosas"

El VAR condena a España el día en que la Selección tuteó a la todopoderosa EEUU

Las de Vilda jugaron de tú a tú contra EEUU durante todo el encuentro y estuvieron muy cerca de dar un susto a la primera potencia mundial. Dos penas máximas las dejaron fuera

Foto: Las jugadoras de la selección española tras la derrota con EEUU. (EFE)
Las jugadoras de la selección española tras la derrota con EEUU. (EFE)

Qué curioso es el fútbol: los penaltis que dieron la victoria a la Selección española frente a Sudáfrica en el primer partido del Mundial de Francia la condenan ahora en los octavos ante Estados Unidos, que esta vez fue menos poderosa que de costumbre. España tuteó a la número uno del 'ranking' mundial —ya saben: tres mundiales y cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos—, como ya hiciera en el amistoso disputado en Alicante, y estuvo a punto de darle un tremendo susto. Las de Jorge Vilda se subieron a la chepa de las americanas merced a su descaro y buen fútbol, que en algunos momentos llegó a ser parejo, y soñaron con desbancar a la gran favorita, pero no pudo ser (1-2). Eso sí, el margen se estrecha. España, a la que aún le falta madurez, está cada vez más cerca de las mejores.

Foto: Paredes entrando a Kelley O'Hara. (EFE)

Dos jugadas determinaron el choque: dos penaltis que cayeron como un jarro de agua fría. El primero, muy tempranero. Apenas había echado a rodar la pelota cuando a los siete minutos Mapi León, la defensa central del Barcelona, pisó con descaro a Heat, que cayó al suelo. La colegiada, que estaba justo delante, vio el lance con claridad y no dudó un segundo en decretar la pena máxima. La realidad es que Mapi, que en días previos ya había advertido de que en el campo iba "a cara de perro", jugó muy duro durante todo el encuentro y pudo haber sido expulsada en más de una ocasión. El regalo de las nuestras lo aprovechó a la perfección la capitana estadounidense, Megan Rapinoe, que cruzó al palo contrario a la estirada de Sandra Paños para adelantar a su combinado nacional. Vilda, que estuvo durante una semana preparando la estrategia y puliendo detalles, no daba crédito. A los pocos minutos del pitido inicial todo lo planeado se iba por el desagüe, como papel mojado.

No obstante, la Selección se sacudió el polvo como si nada hubiera pasado. A la jugada siguiente Lucía García, la mejor de las nuestras durante todo el Mundial y un constante incordio para las rivales, presionó a las americanas en la salida de la pelota y su trabajo lo embocó a la red Jenni Hermoso, que se marcha de tierras galas con tres tantos bajo el brazo. Naeher, la guardameta de las barras y las estrellas, comprometió a su central con un pase nada amistoso y por ahí apareció Lucía para rebañarle la pelota y asistir a Hermoso, que la pegó de manera magistral desde la frontal para empatar el duelo. "Nos han tenido que ganar de dos penaltis, nuestro juego ha sido muy bueno. Todo el grupo ha estado espectacular. Nos vamos tristes, pero orgullosas. Hay que guardar este partido en la recámara y enseñarlo en un futuro", comentó a los micrófonos de GOL la delantera, pichichi de la Liga Iberdrola.

placeholder Las jugadoras se abrazan a Jenni Hermoso tras el gol que le valió el empate a la Selección. (Reuters)
Las jugadoras se abrazan a Jenni Hermoso tras el gol que le valió el empate a la Selección. (Reuters)

España, que había sido duramente criticada en la fase de grupos por su falta de puntería, vio puerta en el partido clave y ante un rival que no había encajado en contra en todo el campeonato. Se quitó un peso de encima el combinado de Vilda para llenarse de confianza y lanzarse a por un partido que, durante los primeros 30 minutos, escapó a cualquier tipo de control. Las americanas llegaban con más peligro, pero en cuanto España acechaba, un runrún se escuchaba en la grada. Había tensión, cierto miedo. Las nuestras, además, les discutieron la posesión, compitiendo de tú a tú. Estados Unidos era favorito, se habían jactado de ello durante los días anteriores, y de repente se vieron entre la espada y la pared. Habían pasado por encima de Tailandia, a las que metieron 13 goles, Chile y también Suecia. Ante España, por primera vez, sintieron nervios. "Se lo hemos puesto muy difícil. Lo hemos dado todo y lo hemos intentado. Tenemos mucho recorrido y a su seleccionadora le he dicho que la veré en un futuro", comentó el técnico madrileño con una sonrisa de satisfacción a pie de campo por el trabajo bien hecho.

El penalti de Torrecilla

Tras el descanso, España aumentó un poco más su intensidad. No hubo grandes ocasiones ni de un lado ni del otro y las de Vilda pudieron respirar en defensa. El partido estaba tan igualado que quien marcara primero pasaría a cuartos, y así fue. La suerte cayó de parte de las vigentes campeonas. Fue un penalti inocente, apenas perceptible, pero justo. Virginia Torrecilla llegó tarde en el minuto 75 a un balón mal controlado en el área por Lavelle y lo rozó con los tacos a la altura de la espinilla. No fue una entrada fea y, desde luego, la caída de la jugadora resultó exagerada. La árbitra señaló el punto de penalti, pero reparó en algo: el VAR.

Foto: Leila Ouahabi, sangra tras recibir un balonazo ante China. (EFE)

Por el pinganillo le habían aconsejado que fuera a las pantallas a revisar las imágenes. Desde arriba no lo veían claro. Fueron minutos de angustia, la colegiada miró la jugada una y otra vez, desde diferentes ángulos y perspectivas para, al final, mantenerse firme en su decisión. De nuevo Rapinoe fue la encargada de ejecutar y, aunque Paños adivinó el lanzamiento, no pudo hacer nada para atajar la pelota. "Es muy duro irse así, después de haber tenido opciones. Siempre es más fácil pitar de cara a las campeonas. Hemos hecho un partidazo", explicó Torrecilla, protagonista para su desgracia, con rostro serio antes de meterse en la ducha.

No fue el final soñado por nadie, pero este grupo cayó con honor. Nunca bajó los brazos ni se dio por vencido, en parte sustentado por una pareja de centrales —Irene Paredes y Mapi León— brutales. España peleó hasta el final ante un contrario claramente superior, sobre todo en lo físico. La Selección pasó a octavos por primera vez en su historia, anotó ante un gigante que no había mostrado signos de vulnerabilidad antes y solo hincó la rodilla desde el punto de penalti. Nada que reprocharles.

Qué curioso es el fútbol: los penaltis que dieron la victoria a la Selección española frente a Sudáfrica en el primer partido del Mundial de Francia la condenan ahora en los octavos ante Estados Unidos, que esta vez fue menos poderosa que de costumbre. España tuteó a la número uno del 'ranking' mundial —ya saben: tres mundiales y cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos—, como ya hiciera en el amistoso disputado en Alicante, y estuvo a punto de darle un tremendo susto. Las de Jorge Vilda se subieron a la chepa de las americanas merced a su descaro y buen fútbol, que en algunos momentos llegó a ser parejo, y soñaron con desbancar a la gran favorita, pero no pudo ser (1-2). Eso sí, el margen se estrecha. España, a la que aún le falta madurez, está cada vez más cerca de las mejores.

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