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El límite de Isco en el Real Madrid y la baja de Eden Hazard por paternidad
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la esperanza de recuperar al malagueño

El límite de Isco en el Real Madrid y la baja de Eden Hazard por paternidad

A Isco le aconsejan en el Real Madrid que no se dé por vencido y esté preparado para cuando llegue una oportunidad. El malagueño necesita reaccionar en un escenario adverso

Foto: Isco en un entrenamiento con el Real Madrid en Valdebebas. (instagram Isco)
Isco en un entrenamiento con el Real Madrid en Valdebebas. (instagram Isco)

A la espera de que Zinédine Zidane encuentre el momento de darle las oportunidades que no puede desaprovechar, la situación de Isco en el Real Madrid es la de reaccionar con optimismo a un escenario adverso. Viene de una temporada mala y señalado como uno de los principales culpables del fracaso por un bajo rendimiento y diferentes episodios de rebeldía en su enfrentamiento con Solari. El malagueño tiene la suerte de contar con la confianza de Zidane (si ha tenido que quedarse con Bale y James cómo va a despreciar a Isco). Al técnico francés le encaja Isco en su concepto de rotaciones para un año que será largo y en el que necesita relevos para refrescar y tapar los agujeros que dejan la cantidad de lesionados. Es un jugador que si está motivado y comprometido se puede aprovechar por su enorme talento. En Mallorca tiene una cita si el técnico le da la alternativa. No viaja a la isla Eden Hazard (baja por paternidad) en una lista con un número largo de ausencias: Carvajal, Nacho, Modric, Kroos, Lucas Vázquez, Bale y el belga.

La sensación de fracaso con la que terminó la temporada pasada va desapareciendo con otra actitud que le ayuda a estar calmado y con paciencia. Es la resiliencia de Isco. La de un futbolista al que el entrenador le aconseja que no se dé por vencido y supere los obstáculos con una sonrisa y más optimismo. Si lo consigue será más fuerte. "Tienes que estar preparado", es la pauta que marcan en el cuerpo técnico con Isco. En los entrenamientos, durante el parón de la competición de Selecciones, ha tenido tiempo para hablar con Zidane y renovar sus esperanzas. Isco tiene mucho orgullo. Lo conocen y lo hablan dentro del Real Madrid. Ese carácter le ha jugado malas pasadas cuando dice que no tiene nada que demostrar y no está a prueba. Pero conoce a Zidane, su forma de pensar, y las dificultades de jugar en un equipo en el que tiene competencia. James está apretando fuerte en los entrenamientos y jóvenes como Vinicius, Rodrygo e, incluso, Jovic aprietan para sacar la cabeza.

placeholder Isco pugna por un balón en el Bernabéu. (Efe)
Isco pugna por un balón en el Bernabéu. (Efe)

Isco se propone estar centrado y concentrado para competir y volver a disfrutar. Ese orgullo es bueno si le saca partido y es positivo para reaccionar. No tiene nada fácil entrar en un once de gala y Zidane le recomienda que se supere. Esta sensación de estar en un segundo plano la vivió con el Madrid del tridente (Cristiano Ronaldo, Bale y Benzema) y un centro del campo en su plenitud (especialmente con Luka Modric). Lo que le conviene y en donde vuelca sus esfuerzos es en intentar convencer a Zidane, otra vez, que está recuperado física y mentalmente. El ánimo es clave. Tiene que resetearse y regresar a esa versión en la que transmítia chispa. Reivindicarse para abrir debates que comprometan a Zidane y al nuevo seleccionador, Robert Moreno.

El interés de otros clubes

Está siendo un proceso difícil después de sentirse indiscutible y valorado con Lopetegui en la Selección española y en su breve etapa en el banquillo del Real Madrid. Pasó de tener una confianza ilimitada a perderlo todo. Ha sido duro. Incluso cuando Luis Enrique se volcó con él (el asturiano le tenía en sus planes como uno de los fijos) y ahora pasa desapercibido para Robert Moreno. Una ausencia en la Selección fácil de justificar para Moreno: no juega en el Real Madrid y ha estado lesionado. No deja de ser relevante con un futbolista que no puede ser olvidado. Si empieza a tener minutos y verdaderamente está en forma debe marcar las diferencias. Tiene que abrirse las puertas de España. Es otro de los consejos que recibe. Lo extraño es que después de la clasificación para la Eurocopa no haya tenido un gesto de felicitación con un mensaje en sus redes sociales. Marco Asensio sí lo ha hecho.

El límite de Isco está en conocer si realmente Zidane le da esos minutos con continuidad en los que pueda dar un giro a su situación y en comprobar si sigue teniendo mercado. Hubo un momento en el que le llegó un interés del Barcelona. El Real Madrid frenó el movimiento y lo blindó con una cláusula de 700 millones de euros. En Italia está en el radar de la Juventus y en Inglaterra gusta a Chelsa y Tottenham. Llegará el mercado de invierno y no tiene intención de marcharse. Según vaya transcurriendo la temporada se planteará una decisión sobre su futuro.

A la espera de que Zinédine Zidane encuentre el momento de darle las oportunidades que no puede desaprovechar, la situación de Isco en el Real Madrid es la de reaccionar con optimismo a un escenario adverso. Viene de una temporada mala y señalado como uno de los principales culpables del fracaso por un bajo rendimiento y diferentes episodios de rebeldía en su enfrentamiento con Solari. El malagueño tiene la suerte de contar con la confianza de Zidane (si ha tenido que quedarse con Bale y James cómo va a despreciar a Isco). Al técnico francés le encaja Isco en su concepto de rotaciones para un año que será largo y en el que necesita relevos para refrescar y tapar los agujeros que dejan la cantidad de lesionados. Es un jugador que si está motivado y comprometido se puede aprovechar por su enorme talento. En Mallorca tiene una cita si el técnico le da la alternativa. No viaja a la isla Eden Hazard (baja por paternidad) en una lista con un número largo de ausencias: Carvajal, Nacho, Modric, Kroos, Lucas Vázquez, Bale y el belga.

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