Nino, el "dios" cuarentón que ha devuelto al Elche a Primera División

Gianluigi Buffon, Zlatan Ibrahimovic o Joaquín Sánchez son veteranas leyendas del futbol que cada temporada reciben elogios por sus ganas de seguir ligados al fútbol profesional. En ese Olimpo, con su 1,69 y el 7 a la espalda, está también Nino, la eterna leyenda del Elche CF, quien a sus 40 años continúa siendo importante bajo las órdenes de José Rojo, Pacheta, su entrenador.

El Elche ha logrado su pase a Primera División en campo del Girona, en un choque que se decidió en los últimos dos minutos del tiempo añadido. El conjunto visitante se encomendó al liderazgo de Nino, tras la noche mágica que vivieron en Zaragoza, donde el capitán ilicitano sacó un derechazo en un balón dividido que se coló por el palo derecho del portero, imparable. “Le decimos qué hace y nos dice que el truco es comer bien, descansar mucho y que él es de madera. Un verdadero animal”, aseguró Pacheta en la rueda de prensa previa al Play-off.

Nino es un icono en activo en el fútbol español. Especialmente de la división de plata, de la que ostenta dos récords difíciles de superar. El capitán del Elche es el máximo goleador histórico de la Segunda División y el que más partidos ha jugado en la categoría, una leyenda que se ha construido a sí mismo a base de goles. Además de todos estos éxitos, Nino es un líder tanto dentro como fuera de la cancha, no solo para el vestuario, sino para toda la organización. “Trasciende la figura del futbolista para el Elche… Es algo más, es un dios”, señalan desde el club a este diario.

Una despedida en plenitud

Juan Francisco Martínez Modesto llegó a la que acabaría por ser su casa en 1997. Antes había abandonado su Vera natal (Almería) para probar suerte en la cantera del Real Madrid, pero a los 17 años tuvo que buscar un destino para los inicios de su carrera en el futbol profesional. Ese mismo año debutó con el primer equipo, a pesar de tener ficha con el Elche Ilicitano CF, filial del club, y de ahí nadie pudo pararlo. 8 años después, tras curtirse en Segunda División, le llegó el sueño de jugar en la máxima categoría. Cuando parecía que estaba encaminado a un traspaso en dirección a Mallorca una llamada del Levante lo cambió todo. El futbolista, a sus 26 años, era ya toda una leyenda del club y se marchó tras el ascenso del conjunto levantino a Primera División.

El Elche solo pudo darle las gracias por los servicios y desear mucha suerte a un joven canterano madridista que se marchó como un icono de la ciudad. Tal y como han señalado desde el club ilicitano a este periódico, incluso en ese momento Nino ya había dejado huella tanto en la organización como en la afición, siendo aclamado como el gran goleador de la época contemporánea del equipo. Con 26 parecía que afrontaba el tramo decisivo de su carrera, pero finalmente solo estuvo una temporada en el Levante, firmando en el 2007 por el Club Deportivo Tenerife.

El regreso a casa marcado por la emoción

En el 2016 habían pasado 10 años de la marcha del delantero centro, pero los sentimientos no habían cambiado. Todo un veterano, Nino tenía 36 años y acababa de ascender a Primera División con el Osasuna, el otro gran club de su vida, tras cinco temporadas en el equipo rojillo. Pero sus ambiciones futbolísticas estaban por encima de todo, por lo que decidió mirar a nuevos horizontes donde pudiese seguir siendo importante.

El destino, como si de una película se tratara, estaba frente a sus ojos, en su casa, Elche. “Fue tremendo, emocionante”, señalan desde el club ilicitano, recordando un caluroso 22 de agosto en el que medio millar de aficionados verdiblancos (la localidad cuenta con un censo de 232.000 personas) asistieron al regreso de su hijo pródigo. “Estoy encantado de estar aquí y aún no me lo creo. He soñado muchos días con volver, ese día tenía que llegar, pero nunca llegaba", dijo Nino en su presentación con el elche.

Tristemente el fichaje de Nino no puede solucionar distintos problemas deportivos del equipo, que baja una temporada después a Segunda División B, tras 18 años sin jugar en ella. Con 37 años, pero en buena forma física, el futbolista era un refuerzo de lujo para prácticamente toda la división de plata española, pudiendo aportar veteranía, conocimiento de la categoría y, por supuesto, mucho gol. Novias no le faltaron, pero Nino no iba a abandonar el fútbol con el Elche de sus amores en 2ª B. Tras una remodelación absoluta de la plantilla en la que solo quedaron Nino y Edu Albacar como jugadores importantes de la anterior temporada (más jóvenes promesas), el club logró un ascenso que económicamente supuso un alivio más que importante para sus arcas. Dos años después, el Elche tiene en su mano ser equipo de Primera División. Y Nino es el máximo artillero de la historia del club.

¿Un adiós por todo lo alto?

“Sería un sueño”, responde con una sonrisa en sus ojos cada vez que se le pregunta qué significaría un ascenso del Elche en esta última etapa de su carrera. De ver al club de sus amores en Primera División Nino tendría más argumentos para continuar aumentando las cifras de récord que ya ostenta su carrera. El Elche de momento no conoce cuál será la decisión de Nino respecto a su futuro, emplazados a una conversación a final de temporada. El físico, las aspiraciones del equipo, los planes deportivos y su situación personal dictarán sentencia. Si fuera solo por ilusión, habría Nino para toda la vida.