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Isco y su sospechoso bajón en el Real Madrid: ¿está en una zona de confort?
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el malagueño está estancado

Isco y su sospechoso bajón en el Real Madrid: ¿está en una zona de confort?

No deberían haber pasado los mejores años de Isco (28 años), pero su actitud refleja síntomas de conformismo o lo que sería peor, de estar apagado

Foto: Isco durante un entrenamiento con el Real Madrid. (Efe)
Isco durante un entrenamiento con el Real Madrid. (Efe)

Cuesta aceptar que Isco se haya convertido en un futbolista corriente y su retroceso se pueda explicar por estar atravesando una mala racha. Pero lo cierto es que cada vez da menos alegrías en el Real Madrid y se le ve con indiferencia. Son ya muchos meses sin saber qué es lo que pasa con un futbolista que tiene un estado de ánimo extraño. Como de falta de entusiasmo, de no vivir el fútbol con sentimiento. No se palpa que haya ilusión por Isco y sus devotos tienen que estar pasándolo mal. Los ‘Isquistas’ son una corriente de apasionados seguidores del malagueño que llevan tiempo sin disfrutar y sentirse felices y orgullosos de su genio. Se han quedado sin argumentos para seguir llamándole el ‘Curro’ Romero del fútbol, el genio de Benalmádena o hasta el ‘Magisco’, como se le ha querido apodar.

Francisco Alarcón estaba señalado como una estrella del fútbol español por su talento, regates, visión de juego, atrevimiento y desparpajo. Transmitía aire fresco el chico que ganó el trofeo ‘Golden Boy’ como mejor jugador menor de 21 años en 2012 y al año siguiente el trofeo ‘Bravo’ como el mejor de Europa. Estaba predestinado a liderar un equipo del nivel del Real Madrid y la Selección y la realidad es que está desaparecido. Luis Enrique tampoco cuenta con él en la última lista de convocados y en la que sí entra, por ejemplo, Dani Ceballos, el compañero que decidió marcharse hace dos años al Arsenal porque veía que con Zidane su carrera se estancaba en el Real Madrid.

El peligro de conformarse

No deberían haber pasado los mejores años de Isco (28 años), pero su actitud refleja síntomas de conformismo o lo que sería peor, de estar apagado. Le falta rebeldía y carácter. Su fútbol ha perdido frescura y cae en lo previsible. Son las peores señales que pueden aparecer para el que necesita encontrar la inspiración.

placeholder Zidane junto a Isco. (Efe)
Zidane junto a Isco. (Efe)

No se trata de ponerse a correr como un pollo sin cabeza porque nunca lo ha hecho y no es Fede Valverde ni tiene la energía del uruguayo. “Voy a correr hasta que me revienten las piernas”, manifestó esta semana el uruguayo en el canal oficial del club. Esto es lo que le gustaría escuchar a esos aficionados que rechazan el fútbol trotón y plano de Isco. Lo ideal, sobre todo para los ‘Isquistas’, sería que recuperara las musas y la jerarquía en el juego. Pero esto, si no le pone algún remedio, parece que se ha esfumado porque la sospecha que hay del bajón es que está desenchufado y se deja llevar.

Isco es uno de los jugadores del Real Madrid que más críticas recibe en los dos últimos años. Esa postura perezosa de vivir en su burbuja y estar aislado puede que se deba, en parte, a que se sienta poco reconocido. En lo futbolístico, cuando toca hablar en el campo, provoca desesperación por su lentitud en el juego y una baja forma física. Nunca fue explosivo, pero sí enamoró por la habilidad en la conducción de la pelota, el dribling y sus pases. Hasta por hacer goles. Algunos golazos de falta. En la etapa de Lopetegui, sobre todo, como seleccionador. Ahora la confianza o puede que sea algo peor, como la autoestima, está en unos niveles bajos.

Convertirse en un jugador que te deja frío y produce una sensación de apatía es una mala noticia para una persona que saca lo mejor de su talento si está motivado. Cómodo. Que no es lo mismo que acomodado. Hoy le falta, además de inspiración, algo de pasión. La situación del malagueño no mejora, pese al empeño y los esfuerzos que le pone Zidane cuando pidió un indulto para un jugador que estaba señalado en el club y la afición por haber tenido un enfrentamiento con Solari y algún episodio desagradable con el Bernabéu.

Síntomas de estar resignado

En el Real Madrid llevan un tiempo largo sin ver una buena versión del Isco que deslumbraba y al que se le comparaba con el nuevo Iniesta (cuanto daño hacen este tipo de comparaciones). El deterioro de su juego es progresivo. Hay futbolistas que mejoran el juego cuando el balón pasa por sus pies y otros que lo atascan. Isco era de los primeros. Lucidez. En su caso existe la sospecha de que sufre un bajón físico y anímico. Isco empeora la circulación cuando debería ser todo lo contrario porque si por algo triunfó el malagueño fue por tener el don de hacer fácil lo difícil.

Lo preocupante sería que el descenso esté motivado por la resignación de un jugador que ha decidido quedarse en una zona de confort. ¿Ha perdido ambición? Es una de las preguntas que tiene que resolver. Si la temporada pasada ya tuvo dificultades para jugar y Zidane no le dio ni un minuto en el partido de vuelta contra el Manchester City, en la actual la competencia es mayor con la incorporación de un compañero que ilusiona y genera expectación: Martin Odegaard.

placeholder Isco en el calentamiento. (Efe)
Isco en el calentamiento. (Efe)

Esta temporada va a ser definitiva para comprobar si Isco sigue teniendo ganas de triunfar en el Real Madrid o definitivamente está dejando pasar el tiempo porque su contrato acaba en 2022 y busca una salida. Contra el Valladolid tuvo la primera titularidad de la temporada y la sensación generalizada es que la desperdició. Entró en el lugar de Odegaard, en la mediapunta por detrás de Benzema y Jovic, y el juego no mejoró. Jugar al trote es lo peor que le puede suceder al malagueño cuando su entrenador y algunos de sus compañeros, como es el caso de Courtois, reclaman que hay que subir el ritmo y la velocidad del juego del equipo.

Durante la pretemporada sufrió un esguince que le hizo parar los entrenamientos, el trabajo de campo, y ya se sabe que este tipo de contratiempos retrasan la puesta a punto en un jugador que tarda más que el resto en encontrar su nivel más óptimo de ritmo. Pero en Isco entra en el debate sobre si se ha echado a perder en el Real Madrid por no asumir más responsabilidades (empieza su octava temporada) como sí lo hacen otros compañeros con experiencia.

Cuesta aceptar que Isco se haya convertido en un futbolista corriente y su retroceso se pueda explicar por estar atravesando una mala racha. Pero lo cierto es que cada vez da menos alegrías en el Real Madrid y se le ve con indiferencia. Son ya muchos meses sin saber qué es lo que pasa con un futbolista que tiene un estado de ánimo extraño. Como de falta de entusiasmo, de no vivir el fútbol con sentimiento. No se palpa que haya ilusión por Isco y sus devotos tienen que estar pasándolo mal. Los ‘Isquistas’ son una corriente de apasionados seguidores del malagueño que llevan tiempo sin disfrutar y sentirse felices y orgullosos de su genio. Se han quedado sin argumentos para seguir llamándole el ‘Curro’ Romero del fútbol, el genio de Benalmádena o hasta el ‘Magisco’, como se le ha querido apodar.

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