La paradoja del FutFem: fútbol para mujeres... sin contar con las mujeres

"No es cuestión de cuotas, lo que importa es la valía", debe ser la frase más repetida cada vez que se hace la siguiente pregunta: ¿debería de haber más presencia de mujeres en los puestos directivos? Atendiendo a los datos del deporte femenino, la respuesta positiva es abrumadora. Con cuotas o sin ellas. La liga femenina del fútbol español, Primera Iberdrola, no pasa por su mejor momento en lo que a su regulación se refiere. En cuanto a los resultados deportivos y la calidad de las jugadoras, eso es otra cosa. La prometida profesionalización del pasado mes de junio y la designación de un nuevo nombre, Liga Ellas, han caído en saco roto tras no alcanzar un acuerdo con la mayoría de los clubes.

En este caos en el que se encuentran la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), el Consejo Superior de Deportes (CSD) y los 16 equipos participantes, la presencia de las mujeres en los cargos de poder brilla por su ausencia. De todas las organizaciones y asociaciones participantes en la actual negociación para poder llegar a un acuerdo, tan solo una asociación está liderada por una mujer. El resto, tienen tan solo hombres en sus cargos directivos y en las posiciones de toma de decisiones. Fútbol para mujeres sin contar con las mujeres.

Una súplica de los clubes

Todo este proceso viene de la mano junto con las nuevas políticas de igualdad que se han ido aplicando, normativas y planes estratégicos que definen el presente y el futuro de la sociedad en nuestro país. Pero centrándonos en el deporte, no fue hasta junio de este año cuando se decidió profesionalizar la liga de fútbol femenina. Se decidió pero, sin embargo, no se implementó. Ahora que Irene Lozano ha dejado la presidencia no queda ninguna mujer en los puestos de toma de decisiones. ¿Hace falta su presencia para que se puedan cerrar acuerdos?

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Ulises Sánchez-Flor

En la temporada 19/20, los clubes se adscribieron de forma voluntaria a la nueva competición organizada por la RFEF, que recibió el nombre de Primera División PRO o Primera División femenina RFEF.​ No obstante, no contentos con esto, a mediados de 2020 la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) solicitó al CSD la consideración de la liga como profesional. A día de hoy y tras no llegar a un consenso entre los 16 clubes participantes, la competición sigue bajo el paraguas de la RFEF.

Además de los organismos públicos y relacionados con el deporte, hay asociaciones y sindicatos que participan activamente en la toma de decisiones y que aportan el punto de vista de las futbolistas. Estas son la ACFF, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), Futbolistas ON, UGT y Futpro. En todos estos sindicatos y asociaciones no hay ninguna mujer en puestos directivos. La representación de la mujer en una liga para mujeres es prácticamente nula. Tan solo hay una mujer a destacar en la RFEF, María Tato, actual directora del Fútbol Femenino en la federación.

Fútbol para mujeres sin contar con mujeres

¿Cómo se construye una competición femenina sin que la toma de decisiones esté en manos, al menos, de unas cuántas mujeres? Si realizamos un repaso por las principales organizaciones deportivas y sus respectivos organigramas, el resultado está claro: la participación de la mujer no es una prioridad. El CSD está presidido por José Manuel Franco Pardo y, junto a él, Albert Soler Sicilia ejerce como director General de Deportes, mientras que Juan María Fernández Carnicer es el director del Gabinete del Presidente. En el resto de órganos rectores del consejo sí aparecen cargos en los que existe la presencia de mujeres.

En la RFEF, que se encarga actualmente de gestionar la competición, el presidente es Luis Rubiales, a quien acompaña el secretario general, Andreu Camps Povill. La composición de la Junta Directiva está formada por nueve vicepresidentes entre los que tan solo se encuentra una mujer, Elvira Andrés. Dentro de este organigrama, existen otros órganos, como el de Ligas y Comités nacionales. En este último se encuentra el Comité Nacional de Fútbol Femenino, presidido por Rafael del Amo Arizu.

Sindicatos y asociaciones

La Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF), creada en el año 2015 con el objetivo de impulsar el desarrollo de actividades que contribuyan al progreso y difusión del fútbol femenino, tampoco tiene entre sus directivos a ninguna mujer. Rubén Alcaine Lorente es el presidente, Pedro Malabia Sanchís el director general y Alejandro Martínez Rodulfo el secretario. Junto con ellos se encuentran la vicepresidencia 1ª, que corresponde al Real Betis Balompie SAD y seis vocalías representadas por diferentes equipos de la Primera Iberdrola.

La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) es la única que cuenta con una vicepresidenta, Silvia Meseguer Bellido, quien también fue futbolista. Pero los cargos de presidente y secretario general siguen estando copados por hombres, David Aganzo y Diego Rivas, respectivamente. Futbolistas On es otro de los sindicatos presentes en el panorama femenino. Su junta directiva está presidida por Juan José Martínez, en la cúpula de este sindicato no aparece ninguna mujer.

Futpro, rara avis

Entre todas estas evidencias de la escasa participación de la mujer en un deporte hecho para ellas y practicado por ellas, llegó el 1 de diciembre un sindicato liderado y conformado por mujeres. Futpro es una asociación formada únicamente por mujeres futbolistas que compiten en España. Su objetivo es defender sus derechos laborales y conseguir el cambio que tanto tiempo llevan esperando en el fútbol femenino. Amanda Gutiérrez es su presidenta y está acompañada en el equipo directivo por Andrea Pereira, actual secretaria y jugadoras del FC Barcelona. Ivana Andrés y Anna Torrodá, jugadoras de la Primera Iberdrola, son dos de las vocales.

El Confidencial ha podido conversar con la presidenta, Amanda Gutiérrez, quien afirma que hay que llegar muy pronto a un acuerdo que satisfaga a todos los clubes para que este proceso llegue a su fin y todo pueda salir bien. "Creo que hay pocas mujeres en los puestos de gobierno. No hay ninguna mujer que esté presidiendo algún organismo de control. Esto es un problema. No se tienen en cuenta las necesidades de las mujeres".

Amanda explica que es muy complicado que haya mujeres en los puestos en los que se produce la toma de decisiones: "Hace falta que haya ganas. Hay organismos que, a la hora de la verdad, pocas veces destacan la presencia de las mujeres".