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Los daños colaterales del ridículo del Barça: Laporta, Xavi, Eric García y... el bolsillo
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Una humillación más

Los daños colaterales del ridículo del Barça: Laporta, Xavi, Eric García y... el bolsillo

Laporta no impidió que más de 20.000 aficionados del Eintracht de Frankfurt hicieran del Camp Nou su casa. Xavi sufrió un repaso táctico y Eric García cometió un penalti absurdo

Foto: Los jugadores del Barça se lamentan tras caer eliminados. (Reuters/Albert Gea)
Los jugadores del Barça se lamentan tras caer eliminados. (Reuters/Albert Gea)

La resaca del desastre que protagonizó el Barça ante el Eintracht de Frankfurt, con la eliminación europea y un ridículo espantoso en la grada, aún colea en Barcelona. No se olvidará fácilmente cómo el club no impidió, sino que alentó, a que vinieran los más de 20.000 aficionados alemanes vestidos de blanco que abarrotarían los diferentes sectores Camp Nou. Tampoco cómo se pitó el himno, se celebró cada gol en contra y se llegó a conclusión de que el Barça jugaba de visitante en su propia casa por la avaricia del club y "un error de cálculo", en palabras de Xavi Hernández, que le explotó en la boca a Joan Laporta. La derrota (y eliminación de la Europa League) coronó una noche para olvidar en Barcelona.

Lo que tenía que ser "una olla a presión", con un Xavi Hernández anonadado tras comprobar el estado de las gradas, se transformó en un show dantesco conforme avanzaron los minutos y el blanco se imponía sobre el azulgrana en las gradas. "Esperábamos un estadio con 70.000 personas y parecía una final con el campo dividido", confesaría luego el entrenador azulgrana, mientras que Joan Laporta se mostraría muy dolido: "Lo que ha pasado hoy en las gradas del Camp Nou es una vergüenza. No puede volver a ocurrir y es indignante. Me siento avergonzado. Es humillante".

Eric García

En el césped, la cosa no ayudó. En la segunda jugada de peligro del Eintracht de Frankfurt, Eric García cometió un penalti absurdo al hacerle una llave de judo a un rival en el interior del área. El central, que está acostumbrado a salir en la mayoría de fotos de los goles rivales, puso en contra el partido al Barça desde el principio. Xavi valora al central catalán porque ve en él a un gran pasador, un jugador técnico que se atreve a conducir la pelota, filtrar pases comprometidos y tomar riesgos en salida de pelota. El problema está en que Eric García, de salida aseada y adalid de la construcción de la jugada desde los primeros pases, sufre como pocos hasta convertirse en un punto débil a explotar por sus rivales.

Su habilidad en el envío no evita que sea muy débil en los duelos individuales. Los rivales le buscan porque lo saben. Los delanteros se le pegan porque conocen sus dificultades para lidiar en el cuerpo a cuerpo. Es frágil en las disputas, inferior físicamente y no compensa sus 1,82 metros de altura con otros registros como la potencia, el salto, el choque o la velocidad a campo abierto. Por eso cometió el penalti, porque no pudo ganarle la posición al jugador danés del Eintracht de Frankfurt, Jesper Lindstrom. Eric García sufre de falta de contundencia y representa algunos de los principales problemas de los centrales modernos. Ya cometió un penalti contra el Levante por mano. Lleva dos acciones vitales consecutivas y sale muy tocado de esta semana.

Xavi Hernández

Al técnico de Terrassa le propinaron un repaso en la pizarra tanto en la ida como en la vuelta. "Hemos estado más espesos con el balón. El campo no nos ha ayudado. Ellos están bien trabajados tácticamente. No hemos sabido encontrar terceros hombres. Era difícil atacar. Nos ha costado por el campo. Ellos han estado agresivos. No hemos sabido encontrar espacios. El césped no estaba en perfectas condiciones", dijo tras el encuentro en Alemania. Aunque él esperase que el césped del Camp Nou ayudase a remontar el 1-1 cosechado en tierras alemanas, la realidad es que, una vez que empezó a rodar la pelota, la superioridad teutona fue total.

placeholder Xavi Hernández mira pensativo a la grada. (EFE/Alejandro García).
Xavi Hernández mira pensativo a la grada. (EFE/Alejandro García).

El entrenador catalán fue superado en lo táctico, lo emocional y lo físico. Pedri tocó trece pelotas al descanso, síntoma de la desconexión del Barça. La salida de balón era un suplicio, el centro del campo no existió prácticamente, barrieron a Sergio Busquets y tanto Pedri como Gavi estuvieron aislados. El Barça tuvo una mala circulación del balón por mérito del Eintracht de Frankfurt y porque Xavi no supo cómo reaccionar al planteamiento alemán, aunque era calcado al de la ida. No supo preparar ningún dispositivo defensivo para frenar los contragolpes visitantes y el Eintracht machacó al Barça con espacios. El 2-3 final es muy engañoso si uno atiende al repaso vivido en el Camp Nou.

Joan Laporta

El presidente ha llenado el club de gente de su confianza, familiares y amigos incluidos. En muchas cosas, el Barça es un club poco profesionalizado y eso ha provocado la fuga de una gran parte del talento que llegó con su candidatura. Ferran Reverter sería uno de los ejemplos más potentes, aunque no el único. El presidente hizo un llamamiento desde el club para que el socio cediese su asiento y el Barça pudiese ingresar una partida extra en taquillaje. La directiva contaba con poder superar el 1-1 de la ida, eliminar al Eintracht de Frankfurt, acercarse al primer y único título de la temporada y, de paso, dar oxígeno a la tesorería azulgrana.

Con la eliminación, el ridículo en la grada y la estupefacción de jugadores y cuerpo técnico por lo visto en el Camp Nou, Joan Laporta salió con cara de póker ante los medios de comunicación para desengranar lo que había sucedido. Culpó al socio de revender su asiento, como si más de 20.000 socios se hubiesen puesto de acuerdo y el club no tuviese nada que ver. "Se vendieron 34.440 entradas bloqueando la compra desde IP alemanas ni desde tarjetas alemanas", explicó el presidente culé antes de anunciar que, a partir de ahora, las entradas serán nominativas. Los aficionados del Eintracht las compraron a través del club, cambiando su IP, a través de touroperadores y, en última instancia, de los socios. El club no hizo nada por evitarlo.

El bolsillo

Lo que en la cabeza de Joan Laporta y la directiva sonaba espectacular, se volvió un arma de doble filo. El bolsillo del Barça ya se resintió mucho esta temporada cuando el equipo cayó a la primera de cambios en la fase de grupo de la Champions League. El Barça tenía presupuestado para esta temporada entrar en cuartos de Champions y eso supuso perder 20,2 millones. Una vez en la Europa League, al ser terceros de su grupo, los ingresos cayeron en picado, pero podían amortiguar el golpe. Si el Barça hubiese logrado ganar la competición, hubiese recibido un total de 14,9 millones de euros y solo hubiese perdido 5,3 respecto a lo presupuestado por los cuartos de la Champions.

placeholder El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, junto al entrenador del primer equipo, Xavi Hernández en un acto. (EFE/Alejandro García)
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, junto al entrenador del primer equipo, Xavi Hernández en un acto. (EFE/Alejandro García)

La vicepresidenta institucional del club, Elena Fort, explicó en 'Cadena SER' que el Barça había ingresado 3 millones de euros en taquillaje el pasado jueves. Sin embargo, lo que no explicó es que el club hubiese recibido 2,8 millones de euros por avanzar a semifinales. En otras palabras, el club profanó el Camp Nou a cambio de 200.000 euros. En sus cálculos estaba ingresar los 5,8 millones de euros y plantarse en semifinales, pero todo salió mal y le explotó en la cara al club en un nuevo desastre europeo.

La resaca del desastre que protagonizó el Barça ante el Eintracht de Frankfurt, con la eliminación europea y un ridículo espantoso en la grada, aún colea en Barcelona. No se olvidará fácilmente cómo el club no impidió, sino que alentó, a que vinieran los más de 20.000 aficionados alemanes vestidos de blanco que abarrotarían los diferentes sectores Camp Nou. Tampoco cómo se pitó el himno, se celebró cada gol en contra y se llegó a conclusión de que el Barça jugaba de visitante en su propia casa por la avaricia del club y "un error de cálculo", en palabras de Xavi Hernández, que le explotó en la boca a Joan Laporta. La derrota (y eliminación de la Europa League) coronó una noche para olvidar en Barcelona.

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