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"Es surrealista". El Rayo Vallecano colapsa con colas kilométricas y desata la indignación
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Caos en las taquillas del Rayo

"Es surrealista". El Rayo Vallecano colapsa con colas kilométricas y desata la indignación

El club de Vallecas es el único de toda Primera División que no ha dado la posibilidad a sus aficionados de darse de alta a través de internet. La entidad culpa a la Comunidad de Madrid

Foto: Colas interminables... otro año más. (EFE/Fernando Villar)
Colas interminables... otro año más. (EFE/Fernando Villar)

¿Se imaginan un club que no quisiera dar las mayores facilidades a sus aficionados para hacerse abonados? Pues sí que existe y se llama Rayo Vallecano. El club madrileño vive uno de sus mejores periodos deportivos y, a su vez, una de las crisis sociales e institucionales más potentes de su historia, fruto de la gestión de su directiva. El presidente, Raúl Martín Presa, no quiere modernizar la entidad y es el aficionado el que paga las consecuencias. Sin la posibilidad de hacer nuevos abonos 'online' por falta de infraestructura, estos días el club ha empujado a sus aficionados a protagonizar colas kilométricas que dan la vuelta al estadio para poder recoger su abono. Hablamos de lapsos que superan las 24 horas para sacarse el carnet y poder ver a tu equipo.

¿Cómo se ha llegado a esta situación? Con miles de personas esperando y sufriendo el sofocante calor de un agosto en Vallecas, el club rayista solo puso dos taquillas (y luego tres) a disposición durante todo el fin de semana, lunes y martes. Una situación que demoró un proceso que debería ser mucho más sencillo y que, de rebote, obligó a pasar la noche en las inmediaciones del estadio a muchos aficionados para no perder su turno. Sin baños habilitados, reparto de aguas o el mínimo interés por conocer el estado de salud o comodidad de los rayistas que allí se encontraban. Un ejemplo de caos, desorganización y tercermundismo que la temporada pasada ya se repitió y que acabó con la dimisión del encargado de las taquillas.

El Rayo Vallecano es el único club de Primera División sin un proceso de venta de nuevos abonos online (los abonados sí pueden renovar a través de una plataforma). Después del viernes, destinado a los cambios de localidad, el sábado los primeros rayistas llegaron para recoger su abono alrededor de las seis de la mañana, sabedores de los problemas que acostumbra a tener el club para dar de alta a los abonados y dar los carnets a quienes renuevan. Otros habían acampado directamente.

Contando el dinero a mano

Las horas pasaban sin que la cola avanzara, lo que desesperó a los aficionados. "Llegué a las 06:00 en punto de la mañana, momento en el que la cola ya alcanzaba la puerta del ascensor del metro que hay en la calle Payaso Fofó. La cola no se movió hasta las 09:30 y nosotros no recogimos el abono hasta las 16:30. Salimos a las 17:00 con el abono porque solo había dos taquilleros", cuenta el abonado Fernando Gutiérrez. Pero eso no es todo, este aficionado revela que allí "se encontraba el exgerente del Rayo Vallecano condenado por fraude fiscal, Jesús Fraile, contando el dinero a mano y sin dar recibo de la operación. Es surrealista".

La odisea por conseguir el abono fue subiendo de nivel, porque había centenares de hinchas en la situación de Fernando. Santi Cooper cuenta su experiencia. "Fuimos a por tres abonos nuevos, llegamos a las 6:05 y los recogimos a las 18:15. Sin baños habilitados, teníamos que ir a bares y supermercados de alrededor. No se dio información ni por Twitter ni de nadie del club, era llegar y esperar, incertidumbre", afirma. "Cuando la gente vio que no se iba a poder sacar el abono ese día a pesar de llevar 11 horas, se intentaron colar varias personas. Solo había una persona de seguridad que estaba abajo en la puerta controlando el tránsito, pero no quién se colaba a oficinas. Gente que llegó a las 7:00 no pudo recoger ese día los abonos. Un desastre todo", zanja el aficionado.

La plantilla también da la cara

Pasadas las 19:00, los antidisturbios hicieron acto de presencia para frenar la situación y comunicaron a todos aquellos aficionados que no hubiesen pasado la valla de seguridad que deberían esperar a este domingo a poder recibir su abono. Lo que degeneró en una nueva noche de largas colas en Vallecas y la autoorganización de la afición del Rayo, que se guardaron los turnos unos a los otros; aunque siempre hay algunos listos, expresa Paula, otra abonada: "Con el alboroto de los antidisturbios, sacaron a gente de las taquillas. Nosotros pasamos la noche allí, pero hubo gente que se coló. La mayor culpa recae en Martín Presa por la desorganización. Yo tuve una bajada de tensión por el calor y por la preocupación de no saber si podría sacarme mi abono o si perdería mi turno". Al final, Paula también pudo conseguir su abono el domingo... no sin antes pasar un mal trago.

Foto: Imagen: Learte/EC Diseño.

La indignación y el cansancio era tal entre la masa social rayista que hasta los jugadores bramaron contra la paupérrima gestión operativa del club a través de sus redes sociales. "A pesar de las dificultades, gracias afición", expresó en sus redes Mario Suárez, un mensaje parecido al de Óscar Trejo: "Solo queda agradecer que a pesar de que las cosas no la ponen fácil, ustedes siempre responden. Agradecerles en nombre del equipo". "Vosotros sois el Rayo. Gracias afición una vez más por vuestra paciencia. Merecéis mucho más", apuntó Santi Comesaña, mientras que el colombiano Radamel Falcao simplemente dio las "gracias a la afición por estar siempre de nuestro lado". Otros futbolistas como Unai López, Mario Hernández o Iván Balliu también quisieron agradecer a la afición su larga paciencia y mandarles un mensaje de agradecimiento.

El Rayo culpa a la Comunidad de Madrid

El Confidencial se ha puesto en contacto con el club madrileño para conocer su versión. "El consejo de administración desestimó la posibilidad de llevar a cabo el proceso de altas 'online' porque la gente mayor no utiliza las redes sociales. Si lo hubiésemos hecho, estaríamos agraviando a la gente mayor", explican fuentes internas. Además, desde la entidad señalan a la Comunidad de Madrid, ya que "la Comunidad no nos entregaba la obra ni nos decía fecha de finalización, por lo que no podíamos poner a la venta los abonos de localidades que no estaban habilitadas. No nos enteramos hasta finales de julio que la obra estaba acabada y nos quedamos sin tiempo. El descontrol viene motivado por el poco tiempo disponible para hacer la campaña", remarcan.

Asimismo, el club quiere dejar claro que "la gente se aglomeró para ser los primeros y coger los abonos más baratos. Solo tenemos tres puestos en taquillas y el proceso de darse de alta es muy lento... por lo que lográbamos dar de alta una media de entre 600 y 700 abonos diarios. Sin embargo, nunca cerramos taquillas y el sábado se atendió de 09:00 de la mañana hasta las 00:00". Por último, fuentes de la entidad rayista apuntan que, una vez superados los 10.000 abonados, se podría llegar hasta los 12.500-13.000 socios, ya que habrá unos 14.700 asientos disponibles y hay que guardar "un 5% para venta de entradas y mantener otro número importante de entradas para patrocinadores, invitados de los jugadores, de LaLiga y del club".

Desde dentro apuntan que "la gran unidad interna que hay entre plantilla y trabajadores hace que el equipo salga fortalecido de circunstancias muy complejas y externas. El sentimiento de pertenencia de los jugadores es tal que maquilla las carencias que hay fuera del campo. Por eso se sobreponen a momentos complicados y superan el desgaste de las dificultades derivadas de la gestión de Presa". Solo así se explica el milagro de un Rayo Vallecano que la temporada pasada fue el equipo revelación de LaLiga y este curso también ha empezado como un tiro tras empatar 1-1 en el Camp Nou y vencer por 0-2 en el RCDE Stadium.

¿Se imaginan un club que no quisiera dar las mayores facilidades a sus aficionados para hacerse abonados? Pues sí que existe y se llama Rayo Vallecano. El club madrileño vive uno de sus mejores periodos deportivos y, a su vez, una de las crisis sociales e institucionales más potentes de su historia, fruto de la gestión de su directiva. El presidente, Raúl Martín Presa, no quiere modernizar la entidad y es el aficionado el que paga las consecuencias. Sin la posibilidad de hacer nuevos abonos 'online' por falta de infraestructura, estos días el club ha empujado a sus aficionados a protagonizar colas kilométricas que dan la vuelta al estadio para poder recoger su abono. Hablamos de lapsos que superan las 24 horas para sacarse el carnet y poder ver a tu equipo.

Rayo Vallecano Raúl Martín Presa
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