El caso Parga y la fusión del Tacón con el Madrid: los conflictos de interés de los que nadie habla

Nada más destaparse el caso Negreira, que implica al FC Barcelona, pero también a la Federación Española de Fútbol (RFEF), pues el catalán fue vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas se apresuraron a desmarcarse del asunto. Como si Rubiales no hubiera sido directivo de Villar y, ya como presidente, no mantuviera en su junta a otros que también lo fueron y, por tanto, al igual que él, coincidieron con Negreira. Con Rubi escondido, la RFEF anunció que su departamento de integridad (sic) había iniciado "un requerimiento de información reservada tanto a los responsables CTA como del FC Barcelona".

La RFEF recordó que "exige la declaración de no conflictos de intereses, firmada por todos los miembros de los comités disciplinarios y de designación arbitral". Aunque en este caso el hecho de hablar solo de miembros y no de 'miembras' les puede servir de coartada a la hora de malgastar dinero en burofax, tal y como informamos hace unos meses en este diario, resulta que la responsable del arbitraje femenino del CTA, Yolanda Parga, es esposa del delegado arbitral del Real Madrid, el ex colegiado Megía Dávila. Si ser marido y mujer no es un conflicto de intereses... Pero, claro, hablamos de fútbol femenino, donde 15 futbolistas han rechazado ser convocadas para la Selección, pueden quedarse sin Mundial y la conclusión es que son unas caprichosas.

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Pero hay más. Cuando la RFEF y el Real Madrid, en una connivencia nada casual de sus presidentes, confirmaron la fusión por absorción del CD Tacón para que Florentino Pérez tuviera por fin su equipo femenino, desde El Confidencial informamos que 14 futbolistas habían denunciado por impagos y fraude al club que ya tenía un acuerdo para fusionarse con el Real Madrid. Sin embargo, el sindicato AFE, entonces aún 'controlado' por su expresidente, también colaboró para que la RFEF y el Real Madrid tuvieran el equipo que tanto deseaban, no por amor al fútbol femenino, sino, todo parece indicar, que para hacer frente a la asociación a la que pertenecían todos los clubes que disputaban la Liga Iberdrola, menos FC Barcelona y Athletic de Bilbao.

Días después, otra futbolista se personó en la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para poner una nueva denuncia a la que tuvo acceso este diario. Según ella, las jugadoras del equipo que presidía Ana Rossell, la ahora directora deportiva del Real Madrid, "hemos estado durante meses sin cobrar nuestras respectivas nóminas, los únicos cobros recibidos han sido en B y no hemos sido dadas de alta en la Seguridad Social, cuando en nuestro contrato así lo pone". La publicación de esta noticia provocó que el club madrileño enviara a sus jugadoras y exjugadoras una carta con la que, además de confirmar tanto las denuncias como la inspección, intentó llegar a un acuerdo con las implicadas.

Sin embargo, dicho documento era un disparate, pues algunas fechas bailaban, las cantidades eran en bruto y no en neto, por lo que las futbolistas debían pagarse la Seguridad Social. Había cláusulas como que "se procederá a dar de alta a la trabajadora en la Seguridad Social por los períodos anteriores en los que no se hubiera producido dicha alta y cotizar por los períodos y cantidades en los términos que determine la Inspección de Trabajo", y otras por las que renunciaban "a cuantas acciones le pudieran corresponder, de orden administrativo o judicial", así como que se comprometían a mantener el documento "en la más estricta confidencialidad".

Todo apunta a que, después de verlos publicados en este diario, el director general del Real Madrid, José Ángel Sánchez, fue alertado de los problemas que arrastraba el club que había absorbido, aunque 'JAS' siguió con la hoja de ruta marcada, para lo cual puso la nueva sección de fútbol femenino en manos de su adjunta, Begoña Sanz, lo que ha terminado siendo su ‘juguetito’. "Orgullosa de ser la primera en firmar por el Real Madrid. ¡Hala Madrid!", escribió en su cuenta de Twitter la sueca Kosovare Asllani, tras el anuncio de su fichaje por el todavía CD Tacón, en una demostración de que nada ni nadie iba a parar la operación.

El respaldo de Rubiales a Rossell

La buena relación de Rubiales con Ana Rossell, la entonces presidenta del CD Tacón, también fue decisiva para que la fusión con el Real Madrid se hiciera "sí o sí", como cuentan que llegó a pronunciarse el presidente de la RFEF, quien también estuvo muy pendiente de que los impagos no pudieran conllevar un descenso administrativo. De hecho, la propia RFEF fue citada para que aportara documentación requerida por la Inspección de Trabajo y huelga decir que colaboró a favor de obra. Tras eliminar al Zaragoza CFF y Santa Teresa, no sin algunas polémicas arbitrales y un par de movimientos extraños en los despachos que mosquearon a sus rivales, las madrileñas lograron el ansiado ascenso.

Sin embargo, casi cuatro años después, la Agencia Tributaria ha abierto un expediente a la mencionada Ana Rossell en calidad de expresidenta del CD Tacón por el pago irregular del IRPF de las jugadoras extracomuniarias del club que el Madrid fusionó por absorción, de ahí que cuando pagó 300.000 euros no solo adquirió sus derechos, sino también sus obligaciones. Además, la ahora directora deportiva del conjunto blanco tiene una denuncia ante la misma Agencia Tributaria por la retirada de grandes cantidades de dinero en efectivo sin justificar, en la época en la que aún presidía el Tacón, aunque la operación con el Real Madrid ya estaba en marcha.

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Ignacio Ruiz Jarabo, director de la Agencia Tributaria entre 1998 y 2001 y autor del libro 'Estado Fiscal y Democracia: La Agencia Tributaria en perspectiva', aseguró en Ràdio Barcelona, que "tuvimos la noticia fidedigna de que Florentino Pérez solicitó al Ministerio de Hacienda que se paralizaran las inspecciones. Lo hizo en términos categóricos y avisó de que si no se hacía caso a su exigencia se paralizaba la competición". "Aquella pretensión de Pérez, según él, en nombre de todos los clubes, por suerte no llegó a buen término", añadió el mismo Ruiz Jarabo. La pregunta es evidente: ¿pedirá ahora Florentino a la Agencia Tributaria parar el expediente y la denuncia contra Rossell? Posiblemente, ni las conozca, pues Begoña Sanz se encarga de que así sea, como ahora parece que pasaba en el Barça con el caso Negreira…