El Real Madrid no hace sangre con el caso Negreira ni Florentino va a la yugular con Laporta

En el breve comunicado del Real Madrid para anunciar que se personará en el procedimiento del caso Negreira en cuanto el juez lo abra a las partes perjudicadas, no figura el nombre de Laporta. Florentino Pérez y sus directivos, reunidos en una Junta Extraordinaria que duró poco más de una hora, iban con los deberes hechos. Laporta es intocable, pese a que el actual presidente del Barcelona fuera la persona que cuadriplicara los pagos al que fuera número dos del arbitraje español. Lo suyo ha prescrito, según la Ley del Deporte, y sirve a Florentino para enviarle el mensaje a su socio. Algo así como Laporta, sé fuerte.

Es un momento delicado para Laporta, que siente la presión de la masa social y los medios para que salga a dar explicaciones. El Real Madrid, en su comunicado, no se adhiere a este paso de transparencia que debería dar el presidente del Barcelona. No lo hace porque se agarra a la literalidad de la querella de la Fiscalía, donde los expresidentes Rosell y Bartomeu y los exdirectivos Albert Soler y Óscar Grau comparecerán como investigados. Laporta lo hará como testigo y esto es suficiente para que en el Real Madrid no hagan sangre en un comunicado light.

El tándem Florentino-Laporta se tambalea por primera vez, pero es difícil imaginar que rompan las relaciones. Les une el proyecto de la Superliga y la confrontación con la Liga. Si Laporta realmente sintiera que el comunicado del Real Madrid le pone en aprietos, su reacción habría sido más enérgica que salir en las redes sociales para no aportar nada. Su defensa es previsible y responde con balas de fogueo. Envía un mensaje a los culés para que estén tranquilos, dice que son inocentes y víctima de una campaña. Lo remata con un "muchos tendrán que rectificar". Laporta ni nombra al Real Madrid ni, por supuesto, a Florentino. Ni tan siquiera respondió con un comunicado oficial del club.

Los regates de las dos partes

Da la sensación de postureo. Florentino y Laporta no han ido a la yugular. El presidente del Real Madrid ya no podía guardar el silencio más tiempo por Laporta desde el momento en el que la Fiscalía presenta la querella. Se debe a sus socios y aficionados que quieren más determinación. Los que se manifestaron en los aledaños del Bernabéu hace dos semanas antes del partido de Copa del Rey y lanzaban billetes con la cara de Laporta. El presidente del Madrid y del Barça venían de una comida oficial en la que reinó la cordialidad. La única reacción al escándalo Negreira era que saliera Butragueño para hacer un regate y decir que había que respetar los tiempos de la Justicia.

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Laporta esquiva el caso Negreira y lo que verdaderamente demandan los aficionados del fútbol, sobre todo los del Real Madrid y un amplio sector del barcelonismo, es que salga a dar explicaciones. Florentino no se las pide. El Real Madrid no presiona para que dé este paso y se remite a que confía en la Justicia. No es el momento para que el Real Madrid haga leña del árbol caído, aunque no lo puedan entender los aficionados más indignados con las sospechas de que el Barcelona adulteró la competición durante casi dos décadas por el pago de más de siete millones de euros a Enríquez Negreira.

Los encuentros entre Florentino y Laporta son amistosos y comerciales. Entre ellos hay complicidad porque defienden intereses comunes. Se ha podido comprobar en los últimos meses tanto en España como fuera de nuestro país. En una reunión en un hotel en Las Vegas, durante la gira norteamericana en la pretemporada, mostraron su unión. El tándem se fortaleció hace tres meses con el viaje de Laporta a Madrid para asistir con Florentino a un desayuno informativo, en el hotel Ritz, con motivo de la Superliga. Ese día, con Bernd Reichart, el CEO de A22 Sports Management, escenificaron que la Superliga no está muerta. Ahora están a la espera del fallo del TJUE después de que el abogado general de la Unión Europea, el griego Athanasios Rantos, elaborara un informe no vinculante a favor de la UEFA y la FIFA. Le dio potestad a los organismos del fútbol para sancionar a los clubes.

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Lo que ha unido la Superliga no lo va a romper el caso Negreira. En el Real Madrid apuntan a los expresidentes del Barcelona para referirse a las graves acusaciones formuladas por la Fiscalía. Laporta queda en un segundo plano. El clima de confrontación está con la utilización del VAR en las dos últimas jornadas. En el Real Madrid se sienten perjudicados con el arbitraje contra el Betis y el penalti a Benzema no señalado ni revisado por el VAR. Se pone el foco, a través de su canal de televisión, en la figura de Clos Gómez, el jefe del videoarbitraje. Aquí da más batalla el Real Madrid que al Barcelona de Laporta con el caso Negreira.

El próximo cara a cara entre Florentino y Laporta tiene que ser este domingo con el Clásico de Liga en el Camp Nou. Una cita que algunos desaconsejan para evitar tensiones y guardar las distancias. Lo que no ha hecho el Real Madrid es ponerse al frente de la manifestación del resto de clubes que sí han ido unidos desde antes de que la Fiscalía presentara la querella para pedir que se llegue hasta el final en el caso Negreira. La contundencia que le falta al Real Madrid, que se persona por su cuenta, sí la ha tenido el Gobierno a través del Consejo Superior de Deportes y su presidente, José Manuel Franco. Pide que Laporta "aclare qué es lo que ha pasado" y le recuerda que los socios del club merecen una explicación.