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Verdades difíciles de tragar y varias esperanzas en el 'Informe Pirri 2.0': el Real Madrid, en crudo
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Ángel del Riego

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Verdades difíciles de tragar y varias esperanzas en el 'Informe Pirri 2.0': el Real Madrid, en crudo

Este es el uno por uno de los blancos. Un 'Informe Pirri 2.0'. Los de Carletto, que son segundos en Liga y lideran su grupo en la Champions League. Todo ellos sin la llegada del ansiado Mbappé, para lamento de Florentino

Foto: Ancelotti, en una imagen de archivo. (Reuters/Isabel Infantes)
Ancelotti, en una imagen de archivo. (Reuters/Isabel Infantes)

¿Recuerdan el Informe Pirri? Aquel verano que el diario As reventó los quioscos reproduciendo íntegramente el uno por uno de la plantilla del Real Madrid firmada por el mismísimo director deportivo de aquella época, el actual presidente del honor. Reproducimos, con la misma crudeza y, por qué no decirlo, mala baba, ese estilo para valorar el conjunto dirigido por Carlo Ancelotti para la temporada 2023-2024.

Sin el ansiado Kylian Mbappé, con Joselu como delantero centro estrella para todo el curso, pero con la luminosidad de una estrella llamada Jude Bellingham. ¿Está el equipo blanco suficientemente armado para hacer frente a plantillas como la del Manchester City, Bayern de Múnich, Paris Saint-Germain y demás titanes europeos?

El Real Madrid es segundo en Liga, a solo dos puntos del Girona, inesperado líder a estas alturas del campeonato. En la Champions, todos sus partidos han sido victorias y lidera el grupo. En la Copa, todavía está a la espera de hacer su debut. La plantilla, no obstante, no termina de convencer a pesar de la victoria en el Clásico y dada las carencias en la delantera que está tapando Jude Bellingham. Este es el uno por uno de los jugadores.

placeholder Courtois, durante un entrenamiento en pretemporada. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Courtois, durante un entrenamiento en pretemporada. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Courtois (31 años)

Gran Profesional. Hombre alegre que junta los diferentes clanes del vestuario alrededor de su figura. Comenzó mal en su primera temporada pero tras una crisis donde llegó a vomitar su angustia en forma de líquido de amarillo, desplegó todo su talento y sus enormes brazos en el área blanca. Portero sin fisuras, no necesita de la genialidad. Todo lo que llega desde el cielo, es suyo. Todo lo que llega desde la tierra, es suyo. Es el corazón de la defensa y el equipo respira tranquilo cuando está bajo los palos. Lesionado para todo el año, el equipo se tambalea desde entonces.

placeholder Lunin sigue siendo suplente. (Reuters/Marcelo del Pozo)
Lunin sigue siendo suplente. (Reuters/Marcelo del Pozo)

Lunin (24 años)

Portero frío. Pocas oportunidades. No se le recuerda ninguna parada. Hombre callado, chico de la casa que quizás cree que por comportarse muy correctamente, tiene un puesto fijo en banquillo. Nadie, ni él mismo, cree en él. Tiene edad suficiente para probar otros mundos. Traspasar.

placeholder Kepa llegó para sustituir a Courtois. (Reuters/Vincent West)
Kepa llegó para sustituir a Courtois. (Reuters/Vincent West)

Kepa (29 años)

Se le ficha in extremis por la lesión de Courtois. Apellido de fútbol los ochenta, cara de chico serio en una película de sobremesa. No parece estar en el sitio que le corresponde. Sus 29 años no riman con la impresión adolescente que da sobre el césped. Tiene los defectos del Casillas joven, pero ninguna de sus virtudes. Portero sin ángel, su cara de angustia permanente hace dudar a la defensa. No domina el área, la raya de la portería es un límite para sus miedos interiores. Bien de reflejos y correcto en las salidas y en el juego con los pies. Es un buen chico con un peinado decente. El club debe buscarle una salida honrosa donde luzca su apellido prerromano y su mirada inocente.

placeholder Carvajal es un fijo en el lateral derecho. (Reuters/Vincent West)
Carvajal es un fijo en el lateral derecho. (Reuters/Vincent West)

Carvajal (31 años)

De profesión, lateral derecho. Bajo y enjuto, con gran aceleración que mantiene con la edad, su tendencia a lesionarse lo puso en la rampa de salida. Ha cambiado su alimentación y se reafirma en una ideología contraria a la dominante. Esos dos factores lo han hecho impermeable a las lesiones y al clima general antimadridista. Jugador extraño, perfectamente franqueable en el uno contra uno, cuando oye la llamada del mito se convierte en una fuerza inexpugnable. Se entiende bien con Rodrygo y centra con dulzura en el último cuarto del campo. Cuando arranca, es capaz de ver el camino hasta la portería por más que esté acechado de rivales. Esta cualidad, y su rendimiento absurdo —por elevado— en los grandes partidos, lo pone a un nivel muy superior a lo que daría un tratante en peso por la suma de sus cualidades. Debe quedarse en el club mientras mantenga el tono físico.

placeholder Militao estará casi toda la temporada de baja. (Reuters/Vincent West)
Militao estará casi toda la temporada de baja. (Reuters/Vincent West)

Militao (25 años)

El sustituto de Pepe en el imaginario madridista. Alto y elástico, es quizás el mejor central del mundo, título oficioso al que se llega por jerarquía y dominio de la situación en los grandes escenarios. De mirada torva, el fútbol encauza las ganas de venganza de una sociedad que no tiene piedad con los tipos como él. Aun así, su fiereza y su energía no suelen estallar en violencia. Muy efectivo en el corte, utiliza cada centímetro de su cuerpo para encimar al delantero. Rapidísimo con y sin la pelota, sus salidas al ataque parecen guiadas por el principio del deseo. A ratos se confía y eso partidos suelen ser un vía crucis para el equipo. Hace grupo con otros desclasados en el vestuario, todavía no está claro si será el líder en la orfandad que dejó Casemiro.

placeholder Alaba, durante el partido frente al Rayo. (Europa Press)
Alaba, durante el partido frente al Rayo. (Europa Press)

Alaba (31 años)

Puede jugar de central o lateral izquierdo. En ambas posiciones deja dudas por su ternura con los rivales. Ya no tiene fuerza ni recorrido para la banda pero como central, necesita de un equipo que le simplifique ciertos mecanismos psicológicos que el jugador austríaco, acostumbrado a otras rutinas tácticas, no domina. Su primera temporada fue espléndida en mando, jerarquía y salida de balón. Condición física mejorable, en ocasiones no llega al corte y por arriba su rendimiento es pobre. Es un central —conceptualizado— como blando y necesita de un Militao de la brigada político-social para que le saque de su tendencia a la contemplación. Sueldo altísimo para su rendimiento. Hay que intentar traspasarlo como sea antes de que se enquiste en lo profundo de la plantilla.

placeholder La lesión de Militao le ha dado más minutos a Nacho. (EFE/Rodrigo Jiménez)
La lesión de Militao le ha dado más minutos a Nacho. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Nacho (33 años)

Gran profesional que ha rendido durante años al límite de lo que es. Algo bajo, buena colocación y rápido en el corte, puede jugar en cualquier sitio de la defensa mientras su acompañante sea un jugador de cierta estatura mítica. Cuarto central, cuando se ha afianzado en la titularidad, deja de rendir a ese nivel. Talento limitado, necesita de una concentración inhumana para estar en consonancia con sus compañeros y eso solo se puede dar en períodos de tiempo cortos. Todos están tan acostumbrados a su figura, que nadie repara ya en él. Quizás esta temporada deba ser su última en la entidad.

placeholder Fran García se ha ganado la titularidad. (Europa Press)
Fran García se ha ganado la titularidad. (Europa Press)

Fran García (24 años)

Solo puede ser lateral izquierdo, y no demasiado. Bajo y explosivo su única cualidad es un centro adecuado en temperatura, ritmo y velocidad que da tres o cuatro veces por partido. Talento de Primera División, el Madrid debería ser para él un trasatlántico que ve pasar con melancolía. No encaja en el equipo ni tiene nada que lo haga necesario en la plantilla. Debe abandonar la entidad al final de temporada.

placeholder Rüdiger le roba el balón a Rakitic. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Rüdiger le roba el balón a Rakitic. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Rüdiger (30 años)

Alto y fuerte pero no impermeable, Antonio es un defensor extraño para un Madrid que quiere sobrevivir a las lesiones de Militao y Courtois. Gran marcador, tiende a doblarse en los saltos con jugadores fornidos o salvajes. Tácticamente desordenado, no tiene ninguna de las gracias que gustan en el Bernabéu pero aun así, cae bien. Su aspecto de profeta antiquísimo juega a su favor. Se pierde en las zonas anchas del campo y necesita de una presa a quien perseguir. Buen jugador para completar plantilla.

placeholder Tchouaméni, tras ganar el Clásico. (EFE/Enric Fontcuberta)
Tchouaméni, tras ganar el Clásico. (EFE/Enric Fontcuberta)

Tchouaméni (23 años)

Enorme como el faro de Alejandría, se mueve con sigilo y tiene un don para robar balones en el medio. Hay una contraindicación entre su carácter y su puesto sobre el campo. Durante largos períodos del partido nadie sabe que está jugando y eso no es posible en su profesión de mediocentro. Técnica aseada y buen disparo. No controla los rebotes en el área propia ni tiene la intuición para dominar en ese sitio impreciso donde se sueldan las jugadas. Es todavía un jugador latente aplastado por la sombra de Casemiro, un gigante cuyas pulsaciones estaban atadas al devenir de cada partido.

placeholder Arda Güler, en su presentación. (Reuters/Vincent West)
Arda Güler, en su presentación. (Reuters/Vincent West)

Arda Güler (18 años)

Cara de niño y piernas de niño, es un jugador que se lesiona al bajar a pasear al perro. Necesita hacerse como hombre antes de pisar el Bernabéu. Parece un dibujo de Pixar y se tiene la impresión de que nunca va poder salir de la caja de los juguetes.

placeholder Valverde presiona a Gündogan. (EFE/Alejandro García)
Valverde presiona a Gündogan. (EFE/Alejandro García)

Valverde (25 años)

Uruguayo con rabia, físico y destino. Técnica sobresaliente en el pase en largo y en el disparo. Llegada tremebunda, carácter, pero poca imaginación. Está hecho para amenazar, para cortar, para ser un caudal adyacente al juego, nunca para crear ni para ser el sito desde donde se domina. Tiene grandes lagunas en la temporada sin causa ni razón. Debe ser más regular.

placeholder Camavinga no está cómodo en el lateral derecho. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Camavinga no está cómodo en el lateral derecho. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Camavinga (20 años)

Un jugador de fútbol moderno. Físico irreal por potencia, elasticidad y dureza. Gran aceleración. Zurdo con dominio de la pelota algo esquizoide y como todos los de su condición parece que juega al otro lado del espejo. Carácter irascible, puede aguardar dentro de él un capitán general o un déspota con tendencia al sadismo. Juega en cuantas posiciones le exija el entrenador pero parece que su camino debe ser el de interior con vuelo, arranque y llegada. Una mixtura entre Seedorf y Redondo al que el club debe tallar con toda la paciencia posible.

placeholder Bellingham es el líder de este Madrid. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Bellingham es el líder de este Madrid. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Bellingham (20 años)

Se fichó a jugador creyendo que era una estrella en ciernes y no. Es un mito. Juega con la tranquilidad de los héroes clásicos en los westerns en blanco y negro. Su sitio de referencia es el de los grandes. Entrada de largo por el pico izquierdo del área. Siempre está en el sitio donde caen los rebotes, donde los balones se convierten en promesas de gol. Disparo legendario, regate y último pase. Algo ausente, todavía no está claro hacia qué lugar del cielo ascenderá.

placeholder Modric fue titular frente al Rayo. (Europa Press)
Modric fue titular frente al Rayo. (Europa Press)

Modric (38 años)

Jugador veterano y gastado, no debe estar sobre el campo más allá de los 20 minutos donde el equipo exija su claridad y su genio. Esta debe ser su última temporada. El techo del Bernabéu se debería cerrar para siempre cuando dé su último pase de gol.

placeholder Kroos es fijo en el centro del campo. (EFE/Enric Fontcuberta)
Kroos es fijo en el centro del campo. (EFE/Enric Fontcuberta)

Kroos (33 años)

Rendimiento declinante, todavía tiene media docena de partidos donde puede dictar las normas. Debe escoger bien dónde convertirse en la voz en off, el narrador de los encuentros que juegue con todo lo que todavía lleva dentro. Desde su pierna derecha, el Madrid ha erigido durante años un juego altivo y luminoso como una catedral gótica. Eso ya no es posible. Necesita guardias detrás y a los lados, con Camavinga y Valverde limpiándole las carreteras de cadáveres. Este año y otro más. Y luego, el apocalipsis.

placeholder Vini, en el partido ante el Rayo. (Europa Press)
Vini, en el partido ante el Rayo. (Europa Press)

Vinícius (23 años)

Un jugador que llevaba dentro un mundo nuevo y ahora está cosido a un cadáver que se descompone. Su sonrisa perenne es una máscara y sus regates ya no abren puertas, son una espiral que baja a ninguna parte. Una vez convertido en el nuevo mártir de una época que adora a las víctimas, todo su juego se ha corrido hacia el absurdo. Necesitaba de un compañero de lunas que le abriera puertas, que le atara en corto, que le sirviera de guía en el caos que suele ser la vida del delantero. Necesitaba a Benzema y Karim no está. Sus intentos de liderar al Madrid son un fracaso. No nació para eso, nació, como Marcelo, para corretear bajo las mesas y cambiar los trenes de vía. Está en el fondo de una playa de cartón desde donde las masas le piden su truco insufrible una y otra vez. Y Vinícius nunca sabe decir que no.

placeholder Rodrygo ha aumentado su protagonismo esta temporada. (Reuters/Marcelo del Pozo)
Rodrygo ha aumentado su protagonismo esta temporada. (Reuters/Marcelo del Pozo)

Rodrygo (22 años)

Nació para jugar, para ser leve, para bajar de las montañas, robar el botín y volver a subir a las cumbres nevadas. Su momento son los últimos 20 minutos. Nadie le debe rozar, y él es capaz de ganar una eliminatoria con un control y un disparo del revés. Su juego es un verso permanente y eso solo se da a ratos y si los contrarios no lo esperan. En sus cabalgadas basta con que el rival le cargue levemente para desequilibrarle. Le faltan todas las cualidades inexpresables para ser titular en el Madrid y ahora él lo sabe. No querrá volver al banquillo. Rodrygo tiene un futuro deslumbrante pero no tiene presente. Debe ser traspasado a final de año.

placeholder Joselu es el delantero que fichó el Madrid este verano. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Joselu es el delantero que fichó el Madrid este verano. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Joselu (33 años)

Delantero centro clavado en la realidad pero el Madrid no es exactamente la realidad. No tiene imaginación pero sí consciencia del deber y una cabeza que remata cualquier objeto no identificado que pase a su alrededor. Su juego le viene bien al equipo porque lo ordena en ataque, le da una referencia, una capital que bombardear. Pero sus pies están cambiados de sitio y eso acaba frustrando a sus compañeros que lo miran con cierta compasión. A ratos no entiende lo que pasa sobre el terreno de juego. Es un buen hombre. Primera y última temporada que debe pasar en el equipo.

¿Recuerdan el Informe Pirri? Aquel verano que el diario As reventó los quioscos reproduciendo íntegramente el uno por uno de la plantilla del Real Madrid firmada por el mismísimo director deportivo de aquella época, el actual presidente del honor. Reproducimos, con la misma crudeza y, por qué no decirlo, mala baba, ese estilo para valorar el conjunto dirigido por Carlo Ancelotti para la temporada 2023-2024.

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