La irregular inscripción del Real Madrid que se le coló al 'salobreño' sustituto de Camps

En junio de 2019, Florentino Pérez dio su visto bueno para tener equipo femenino y, tras descartar hacerlo con el Madrid CFF —al que ahora el Tribunal Supremo ha dejado sin nombre—, se llevó a cabo la fusión por absorción del CD Tacón. Con ello, como venimos informando en este diario, el Real Madrid CF se subrogó "todos los derechos y obligaciones cuya causa fuere anterior a la efectividad de la fusión", tal y como recoge el artículo 107 del Reglamento General de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Ana Rossell, la que fuera presidenta del CD Tacón y posteriormente directora deportiva de la nueva sección de fútbol femenino del Real Madrid, dio de baja al modesto club madrileño, pero no notificó a la Agencia Tributaria la operación de absorción. De ahí que los procedimientos que tenía y todavía tiene pendientes afecten al club blanco, por más que sus dirigentes no se enteraran. Evidentemente, se trata de cantidades irrisorias para la dimensión del Real Madrid, aunque las deudas, como las meigas, haberlas, haylas.

Así, el 22 de febrero de este año, a la mencionada Rossell le fue notificada la obligación de pagar una deuda resultante de la liquidación correspondiente al Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR). La notificación le llegó a ella —y no al Real Madrid— en su calidad de representante legal y sucesora de la entidad Club Deportivo Elemental —léase, club que está en manos de los socios que lo forman o lo han creado— Tacón, de conformidad con lo previsto en el Artículo 40 de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre.

En vista de que inicialmente Ana Rossell no hizo frente a dichos pagos, le llegaron dos apremios y Hacienda le notificó que, de no realizarlos dentro de los plazos indicados, se procedería "al embargo en cantidad suficiente para cubrir el importe de la deuda, recargo, intereses de demora y costas del procedimiento". Hablamos de cantidades pequeñas, lo que lleva a pensar que el director general del Real Madrid, José Ángel Sánchez, y su adjunta y máxima responsable del fútbol femenino, Begoña Sanz, no estaban al corriente.

Prueba de ello es que, tras la publicación en este diario de la noticia que llevaba por título Por qué el Real Madrid podría estar inscrito en la Federación de manera irregular y no lo sabe, la propia Ana Rossell saldó en persona dichas deudas con la Agencia Tributaria. Pero la expresidenta del CD Tacón y ahora directora deportiva del club blanco sigue debiendo 637,74 euros: 574,94 de la deuda pendiente, más 62,80 de intereses por demora.

Alfredo Olivares era el director de competición

De este modo, en virtud del citado artículo 107 del Reglamento General de la RFEF, esta deuda del desaparecido CD Tacón le sigue afectando a un Real Madrid que, al no estar al día con la Agencia Tributaria, no debió haber sido inscrito por el director de competiciones de la RFEF, Alfredo Olivares, uno de los salobreños de Rubiales y ascendido por su testaferro Pedro Rocha a la secretaría general tras el despido de Andreu Camps. Un puesto que comparte con Elvira Andrés, entonces al frente del departamento de integridad, donde tenía a sus órdenes a Alfredo Lorenzo, quien guarda una estrecha relación con Ana Rossell y que hace unas semanas dejó la RFEF para irse a la UEFA.

Como el resto de clubes que fueron inscritos por la RFEF para la presente temporada, en este caso para disputar la Liga F, pero extensible a todas las competiciones nacionales, el Real Madrid presentó el certificado acreditativo de encontrarse al corriente de sus obligaciones tributarias, "de conformidad con lo dispuesto en el artículo 74 del Reglamento general de las actuaciones y los procedimientos de gestión e inspección tributaria y de desarrollo de las normas comunes de los procedimientos de aplicación de los tributos".

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Es por ello que, además de la negligencia de Ana Rossell de no comunicar a la Agencia Tributaria la operación de absorción del CD Tacón por parte del Real Madrid, una vez más queda patente cómo funcionaba la RFEF presidida por el inhabilitado Rubiales, y que su salida no ha cambiado ni cambiará mientras en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas sigan desde su testaferro, Pedro Rocha, a los mencionados Alfredo Olivares, Elvira Andrés o Alfredo Lorenzo, quienes tampoco han tenido en cuenta el conflicto de intereses que existe con el hecho de que la jefa del arbitraje femenino, Yolanda Parga, sea la mujer del delegado del Real Madrid, Megía Dávila.

Sin olvidarnos de Tomás Gonzalo Cueto, comisionado de control externo de la RFEF, cuyo despacho, G&C Legal, incrementó un 197% sus ingresos durante los dos primeros años de mandato de Rubiales. Una relación que está siendo investigada por la jueza del caso Supercopa Files sobre las presuntas irregularidades del inhabilitado expresidente de la RFEF. La pregunta es obligada: ¿por qué mantiene Rocha a Cueto? La respuesta, evidente: porque para eso le confió Rubiales la presidencia de la Comisión Gestora, y lo que venga...