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Vallas, bengalas, pedradas y sangre sobre el campo: el vergonzoso episodio en la Libertadores
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"UNA VERGÜENZA"

Vallas, bengalas, pedradas y sangre sobre el campo: el vergonzoso episodio en la Libertadores

El uruguayo Maxi Oliveira fue agredido al finalizar el encuentro que su equipo, Peñarol, disputó en el Gigante del Arroyito, el estadio de Rosario Central

Foto: Maxi Oliveira, jugador de Peñarol. (CONMEBOL)
Maxi Oliveira, jugador de Peñarol. (CONMEBOL)

Nuevo capítulo de violencia en el fútbol sudamericano y, concretamente, en la ciudad de Rosario. El comienzo de la fase de grupos de esta edición de la Copa Libertadores enfrentó a Rosario Central con Peñarol en el Gigante del Arroyito y los ultras canallas volvieron a ser protagonistas de un episodio que pudo haber acabado mucho peor.

El triunfo fue para los argentinos con un solitario gol de Carlos Quintana, pero eso casi fue lo de menos. Los aficionados de Peñarol se colocaron en uno de los fondos desde minutos antes de que echara a rodar la pelota y a punto estuvo de ocurrir una desgracia cuando los de Rosario Central les tiraron una valla desde el anfiteatro de encima en la previa del choque, un incidente que calentó aún más los ánimos.

Ya con el estadio repleto, un vídeo también captó cómo los hinchas de Peñarol lanzaron una bengala a las gradas superiores en las que se encontraban los de Central, un caldo de cultivo que estalló del todo al final del encuentro. Con el conjunto rosarino habiéndose llevado los tres puntos, y sin haber bajado ni un ápice la tensión con el pitido final, Maxi Oliveira, jugador uruguayo del equipo carbonero, recibió una pedrada en la cabeza.

El futbolista, quien se dolió sobre el césped en un primer momento, acabó abandonando el terreno de juego con la cara ensangrentada mientras increpaba al público acompañado de dos compañeros hacia los vestuarios. Allí acabó desmayándose ante el fuerte golpe sufrido, que le provocó un corte en la parte superior del pómulo, junto a su ojo izquierdo.

"¡Una vergüenza!"

Maxi Oliveira recibió algunos puntos de sutura y fue sometido a pruebas. Estas descartaron cualquier tipo de gravedad. El propio jugador quiso tranquilizar sobre su estado de salud a través de las redes sociales: "¡Estoy bien! ¡Gracias por los mensajes! ¡Más allá del dolor y unos puntos de sutura, todo bien! Dolido por el resultado que, creemos, merecíamos algo más. Pero con mucha bronca por el pésimo trato que recibió nuestra hinchada, nuestra gente. ¡Una VERGÜENZA! ¡Pero todos juntos vamos a dar pelea en todos lados! Peñarol y nada más. ¡Esto sigue! Vamo' y vamo'".

Rosario Central anunció igualmente una investigación por lo sucedido, que traerá consecuencias por parte de la CONMEBOL, y pidió colaboración a todos aquellos que pudiera facilitar la identificación de quienes arrojaron la piedra. Así fue el comunicado completo del canalla en su página web:

"El Club Atlético Rosario Central informa que, debido a los repudiables e inadmisibles hechos suscitados en el partido disputado este jueves 4 de abril de 2024, se encuentra revisando las cámaras y controles de acceso a efectos de identificar de manera inmediata a aquellos simpatizantes -tanto de la parcialidad local como de la visitante- que hubieren incitado y/o protagonizado incidentes y/o actos de violencia.

Una vez identificados, se los sancionará conforme a las más estrictas pautas legales y reglamentarias correspondientes y, en el caso de aquellos implicados que fueran socios de nuestra institución, se les aplicará el derecho de admisión y, eventualmente, se los penará debidamente y se expulsará en forma irrevocable a quien corresponda. Desde nuestro club, y tal como pregonamos en nuestras campañas en medios y redes sociales, velamos por un espectáculo sin ningún tipo de violencia, tanto antes, como durante y con posterioridad a cualquier partido. No estamos dispuestos a tolerar este tipo de hechos y seremos implacables contra los inadaptados que atenten contra la integridad de los partidos en nuestro estadio".

Nuevo capítulo de violencia en el fútbol sudamericano y, concretamente, en la ciudad de Rosario. El comienzo de la fase de grupos de esta edición de la Copa Libertadores enfrentó a Rosario Central con Peñarol en el Gigante del Arroyito y los ultras canallas volvieron a ser protagonistas de un episodio que pudo haber acabado mucho peor.

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