El Bernabéu dicta sentencia: pide el Balón de Oro para Vinícius en la goleada al Alavés (5-0)

El partido contra el Alavés tenía el interés de ver a qué nivel está Thibaut Courtois, si Bellingham recupera la chispa y la forma física y el ritmo competitivo del once que jugará la final de la Champions. Faltan dos semanas para la gran cita en Wembley. El Real Madrid respondió en una buena versión colectiva de mando y contundencia. Sin pisar el acelerador se llevó otra victoria. Cómoda. Con goles del inglés, de Vinícius (doblete), un latigazo de Fede Valverde y el quinto de Arda Güler.

Fue la noche en la que el Bernabéu dictó sentencia. La afición pidió el Balón de Oro para el brasileño, en repetidas ocasiones, para señalar a su ídolo. Nadie duda de que Mbappé fichará por el Real Madrid, pero gestos como los de la afición con el brasileño dicen mucho de quién tiene el cariño y el que se lo tiene que ganar. Vinícius hizo dos tantos. El segundo es de delantero top, con una ejecución potente para cruzar el balón, inalcanzable para el portero.

El partido fue placentero para el Real Madrid. Solucionado en la primera parte con tres goles. El tercero, del uruguayo, es un zurriagazo por la escuadra. Impresionante. Pero empezó con susto, con una primera buena ocasión para el equipo vitoriano. Courtois demuestra que las lesiones de las dos rodillas están superadas. Salvó con un paradón el gol del Alavés y tuvo otra buena parada en un disparo lejano de Hagi. El belga ha vuelto enchufado. En la segunda parte estuvo acertado en un disparo potente que desvió con los puños y una mano abajo a un balón ajustado al poste de Hagi. Tuvo trabajo y lo sacó todo.

Courtois, por tercera vez titular desde su recuperación, no da síntomas de haber perdido reflejos, agilidad ni colocación. Ancelotti tiene en vilo al madridismo y lo que no es el madridismo con la decisión del portero que va a jugar la final de la Champions en Wembley. Lunin tiene a su favor los méritos acumulados en los partidos contra el Leipzig, Manchester City (paró dos penaltis) y el Bayern de Múnich. Courtois, dicho por Ancelotti, es el mejor portero del mundo.

El otro foco estaba en Bellingham, en comprobar si ha recuperado la chispa y la frescura. Se le ha visto con fatiga en las semifinales contra el Bayern de Múnich. El inglés dejó buenas sensaciones. Adelantó al Real Madrid a los diez minutos. Se inventó un golazo en un disparo elevado en el que parece que buscaba el pase al segundo palo. Le salió una volea que superó a Owono. El portero del Alavés se vio sorprendido. Es el decimonoveno tanto de Jude Bellingham en la Liga (solo uno de penalti). Compite con Sorloth (Villarreal) y Dovbik (Girona).

Güler tiene olfato

La contundencia del Real Madrid desequilibró un partido en el que Ancelotti puso el once que apunta a la final de la Champions. Con la duda de Courtois o Lunin. Con Militao en el lugar de Rüdiger. El central alemán se quedó en el banquillo y participó del tramo final del partido. Jugará en Wembley con Nacho. Carvajal y Mendy en los laterales. Camavinga (Tchouaméni está lesionado del pie y tiene difícil llegar), Kroos y Fede Valverde en el centro del campo. Bellingham por delante con Vinícius y Rodrygo.

Con el gol de Bellingham, el Real Madrid tomó más control del juego y apareció Vinícius. El brasileño no entiende qué es jugar a baja revolución. Empezó a generar peligro. El Bernabéu se lo agradeció. Vini le puso intensidad e intención. No paró de intentarlo y el público coreó "Vinícius Balón de Oro". Es uno de los candidatos serios si el 1 de junio gana la decimoquinta Champions.

Tuvo su premio. En el minuto 26 hizo el segundo gol en una jugada que nace de un pase en profundidad de Bellingham a Camavinga. El francés arrancó desde la frontal del área, pisó el acelerador, se fajó y metió el pase atrás. Ahí estaba Vinícius, en el sitio de los delanteros centros, para abrir su cuenta goleadora. Ya lleva 15 en la Liga. El Bernabéu volvió a pedir el Balón de Oro. Al descanso se llegó con el misil de Fede Valverde y en el inicio de la segunda parte dio el susto Militao. El central, tras un salto con Samu Omorodion, se llevó la mano a la rodilla derecha (la que no sufrió la lesión). Fue cambiado en el minuto 71 por Rüdiger.

La lucha de Vinícius no cesó y en los primeros minutos de la segunda parte vio una tarjeta amarilla por ir a por un balón dividido con Duarte. El árbitro interpretó que el brasileño fue fuerte. Es el hambre de un jugador que no se toma un respiro y que mete la pierna sin pensar que en quince días tiene una final de la Champions.

A falta de media hora, Ancelotti quitó a Camavinga para meter a Arda Güler. El técnico italiano le da minutos al turco con la Liga ya decidida y es otro de los focos de interés que hay en el Real Madrid. Lleva tres goles en el poco tiempo que ha jugado. Güler tiene un talento especial, habilidoso en la conducción y los regates. De personalidad va sobrado. Es descarado, tiene olfato y volvió a marcar. Su entrada subió la amenaza ofensiva, más vértigo y coincidió con el cuarto gol. El segundo de Vinícius. Un golazo del hiperactivo brasileño. El suyo llegó a falta de diez minutos. El turco le pegó con la zuda, de primeras, en un rechace a disparo de Rodrygo. Son ya cuatro goles y el Bernabéu también coreó su nombre.

El Real Madrid mantiene su dinámica ganadora con una nueva goleada en un partido serio en la noche que ofreció la Liga 36 al público. Estas victorias dan confianza, sirven para preparar de la mejora manera el partido contra el Borussia de Dortmund y confirmar que Courtois está para ser titular y Vinícius en modo Balón de Oro.