Arda Güler, algo más que un filigranero y otro varapalo a la errática gestión del Barcelona

Arda Güler descorcha la ilusión en el Real Madrid con otra demostración de prometedor talento que puede marcar una época. Los dos goles al Villarreal dejan ver un potencial ilimitado. Solo tiene 19 años, ha jugado poco por las lesiones, está en periodo de adaptación en su primera temporada y tiene muy buena pinta. El Real Madrid trabaja con paciencia con el turco y le da un nuevo varapalo a la planificación de Joan Laporta.

La temporada en la Liga finaliza con la evidencia de que el Real Madrid le quitó al Barcelona un jugador con un enorme potencial. Un fallo más en la errática política de fichajes del club azulgrana, que envió a Deco a Turquía para cerrar la contratación de Arda Güler y no fue capaz de conseguirlo por 20 millones de euros. El Barça llegó antes que el Real Madrid y fracasó en la negociación. Otra mala gestión de los dirigentes, que seis meses después despilfarraron 60 millones de euros en la contratación de Vitor Roque.

En el Real Madrid disfrutan y se divierten con Arda Güler y en el Barcelona están descolocados con Vitor Roque. Otro jugador de 19 años al que Xavi no da ni bola y genera tensiones entre la directiva y el entrenador. Este es el último ejemplo de la nefasta política de Laporta, sus bandazos e improvisaciones frente a la economía saneada y el éxito deportivo del club blanco.

Güler es el jugador de moda, la nueva ilusión en el madridismo. La perla turca se ha aprovechado del alirón adelantado para presentarse en sociedad. Era un desconocido porque no jugaba y lo importante era testarlo en la competición. Nos han atiborrado a regates, goles y malabarismo de acciones virales en los entrenamientos. Hacía falta tener información de primera mano para confirmar si no es solo un jugador filigranero, de los que le gusta adornarse y se queda en las virguerías. Tiene gol.

Ha marcado en los tres últimos partidos de Liga (Granada, Alavés y Villarreal). Doblete en La Cerámica. Un total de seis tantos, con un promedio de un gol cada 54 minutos. Güler tiene, por lo tanto, lo que más vale en el fútbol. La contundencia para hacer goles. Ancelotti encaja a Güler como delantero. El italiano dice que es un jugador especial y que su posición ideal, donde es más peligroso, es cerca de la portería. Lo considera más delantero que centrocampista y esto provoca que, si el turco se queda en la próxima plantilla, haya una enorme variedad de atacantes con las incorporaciones de Mbappé y Endrick. En esta línea, hay que contar con Vinícius, Rodrygo, Brahim Díaz y Joselu. El turco se quiere quedar en el Real Madrid y no contempla una cesión.

Marca las diferencias

El Real Madrid, a falta de la última jornada de Liga, ha marcado 87 goles (diez más que el Barcelona) y la próxima temporada será más potente en ataque. Da la sensación de que será un equipo invencible si conserva la solidez y sube las cifras goleadoras. Podemos asistir a un equipo arrollador. Solo en los tres últimos partidos ha marcado un total de 13 goles y jugando con la segunda unidad.

Para esto ya habrá tiempo de analizarlo cuando llegue. Lo que deja el final de temporada es que Güler no es un jugador de florituras. Es diferencial con la pelota y sin ella. No es un extremo que encara como Vinícius y Rodrygo. Ni mucho menos Mbappé. Tampoco es un ariete de área como Joselu y Endrick. Güler tiene de fascinante el oportunismo de aparecer en la zona de finalización y, por supuesto, un excelente golpeo de balón.

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Ulises Sánchez-Flor

Hay más cosas positivas en este joven y descarado futbolista. Su habilidad, precisión y facilidad para asociarse y desmarcarse. Lo acompaña con buenos movimientos para ocupar diferentes posiciones: banda derecha, interior y entre líneas, sorprendiendo por la frontal del área. Es, en definitiva, un talento que tiene la virtud de ser imprevisible y una madurez asombrosa para jugar en el Madrid. No le pesa la camiseta. Su fútbol es divertido y vistoso. Le falta experiencia y le sobra desparpajo y calidad.

Es de esos jugadores que enganchan y que la afición está deseando ver más minutos en el campo. Lo hemos descubierto tarde por las lesiones, lo poco que ha confiado Ancelotti y la sensación es que hay más ganas de Güler. Mientras, en el Barça no saben qué hacer con Vitor Roque.