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La fórmula de Modric para ser rentable y poder seguir en el Real Madrid sin bajarse los pantalones
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el croata se ajusta al club

La fórmula de Modric para ser rentable y poder seguir en el Real Madrid sin bajarse los pantalones

El acuerdo entre el Real Madrid y Modric para la continuidad del croata es posible, pese a la edad, por las importantes cesiones que hace el croata en el ámbito deportivo y financiero

Foto:  Modric celebra el pase a la final de la Champions. (Reuters/Violeta Santos)
Modric celebra el pase a la final de la Champions. (Reuters/Violeta Santos)

La política de renovar año a año en el Real Madrid una vez pasada la treintena tiene un límite que Luka Modric ha superado. El croata está cerca de alcanzar los cuarenta (cumple 39 en septiembre) y acaba otra temporada sin dar señales alarmantes de un declive que le obligue a renunciar de la exigencia que implica competir en el Madrid. Para continuar ha ideado una fórmula con la que demuestra que es rentable en lo deportivo, económico, humano y de buena imagen.

Modric quiere seguir en el Real Madrid porque siente que puede ser útil los minutos que juegue, acepta el rol de suplente y no sufre desgaste físico ni mental. El Real Madrid quiere seguir con Modric porque el croata da facilidades en lo económico, rendimiento en lo deportivo y no sufre lesiones. También cumple con el papel de maestro que sirve de aprendizaje a los más jóvenes.

El acuerdo es posible por las cesiones que hace el croata en el ámbito deportivo y financiero. Lo que propone Modric es un salario más bajo y una predisposición para ayudar al entrenador en el campo y en la gestión del grupo. Lo que recibe es la ilusión de seguir en el Real Madrid, su prioridad deportiva y familiar. No le apetece una mudanza. Lo que gana el club con su continuidad es una rebaja salarial considerable y un futbolista que tiene liderazgo, un fuerte compromiso y hace equipo.

Modric perdona dinero, rebaja su status y acepta las condiciones que marque el club. No es fácil, ni por ello pierde la dignidad, ni se baja los pantalones para seguir a cualquier precio. El croata es competitivo, ambicioso y honesto. El prestigio que le da el Real Madrid no es comparable con lo que pueda encontrar en otro lugar a su edad. El dinero saudí o norteamericano no le satisface tanto como seguir haciendo historia en el club blanco.

placeholder Luka Modric durante el partido contra el Villarreal en La Cerámica. (AFP7)
Luka Modric durante el partido contra el Villarreal en La Cerámica. (AFP7)

Modric es un caso único que se gana los minutos y el respeto. Por su calidad, competitividad y compañerismo. No porque pretenda vivir de lo que ha hecho en el pasado y mendigue otro año. Esto lo ha dejado claro en las conversaciones con los dirigentes. Sigue si valoran sus méritos y supone una ventaja para el club. El paso al frente de proponer una rebaja de sueldo para ponerse en un escalón medio y no ser una carga en las cuentas es de un enorme valor. Demuestra que el dinero no le da la felicidad. Admitir el cambio de rol para ser suplente es un regalo para Ancelotti.

Clave para ser productivo

El paso que da Luka Modric rompe con los moldes del negocio del fútbol. El croata traslada al club su interés de continuar con una oferta deportiva y económica inaudita. Asume el rol de ser suplente para no frenar la progresión de los jóvenes y acepta ganar menos dinero. Los dos factores son un caramelo para Ancelotti y Florentino. El entrenador italiano necesita jugadores con experiencia y al presidente no le descuadra las cuentas seguir con un Balón de Oro a mitad de coste. En términos de patrocinio, es un jugador productivo.

Es una sorpresa que Modric pueda quedarse en el Real Madrid una temporada más. En la planificación se contaba con cerrar el ciclo del croata. La renovación del centro del campo pasa por juntar a Tchouaméni, Camavinga, Fede Valverde y Bellingham. Si algo sobra en la plantilla son centrocampistas o mediapuntas (Ceballos, Arda Güler y Brahim Díaz). El club está, además, a la espera de que Toni Kroos se aclare y comunique si quiere seguir o se marcha.

Foto: Arda Güler, tras marcar un gol al Villarreal. (AFP7)

La incorporación de Mbappé también perjudica a Modric. Son menos minutos y más competencia. Las conversaciones que han tenido los dirigentes con Modric están enfocadas en hacerle ver la realidad de un equipo inmerso en un proceso de cambio generacional y las dificultades que tendrá para jugar. Si esta temporada ha sido habitualmente suplente, en la siguiente corre el riesgo de jugar todavía menos y no llevar bien estar en el banquillo.

El Real Madrid le pone la pelota en el tejado y el croata acepta ser un hombre de club. Su postura es rompedora. Modric transmite que tiene energía, ilusión y motivación para adaptarse a las necesidades del club y de Ancelotti. Ni el dinero ni los minutos son un problema. Lo que no se pone en cuestión, vista su aportación en los partidos de esta temporada cuando sale la última media hora, es su impacto para marcar las diferencias.

La política de renovar año a año en el Real Madrid una vez pasada la treintena tiene un límite que Luka Modric ha superado. El croata está cerca de alcanzar los cuarenta (cumple 39 en septiembre) y acaba otra temporada sin dar señales alarmantes de un declive que le obligue a renunciar de la exigencia que implica competir en el Madrid. Para continuar ha ideado una fórmula con la que demuestra que es rentable en lo deportivo, económico, humano y de buena imagen.

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