La alargada sombra de Costa persigue a Adrián hasta en los entrenamientos

El Atlético de Madrid prepara el primer partido de la fase de grupos de la Champions rodeado de la atmósfera de las grandes ocasiones. El sello de intensidad que ha impuesto Simeone a su equipo se palpa en todos los rincones del club a poco más de un día para que el Zenit de San Petersburgo visite el Vicente Calderón. Ayer, lunes, los ‘colchoneros’ se entrenaron a puerta cerrada, excepto durante un cuarto de hora donde pudo acceder la prensa, tiempo suficiente para constatar que los jugadores atléticos ya tienen ‘el cuchillo entre los dientes’.

La principal novedad deportiva será la baja por sanción de Diego Costa. Al brasileño, uno de los delanteros más en forma de la Liga, le quedan por cumplir dos partidos de los cuatro que le impuso la UEFA por la roja que vio la pasada campaña ante el Viktoria Plzen en Liga Europa. Su sustituto será, con total probabilidad, el futbolista más perjudicado por la espectacular explosión que ha protagonizado Costa en los últimos meses, el asturiano Adrián López.

De ser el objetivo de los grandes de Europa a retrasarse su renovación con el club del Manzanares y ser un suplente más para Simeone. Así está siendo el devenir de Adrián en el Atlético. El técnico argentino, en cambio, le ve totalmente recuperable para volver a rendir al máximo y, por ello, le protegió ante el club declarándole intransferible este verano. Pero Costa sigue a gran nivel acompañando al fichaje estrella, David Villa, lo que sigue sin dejar apenas minutos a Adrián tampoco en el inicio de esta temporada. El entrenador atlético desea que formar junto a su paisano en el once inicial suponga la vuelta del mejor Adrián.

Fuerte entrada del brasileño al asturiano

Los dos primeros partidos de Champions serán una oportunidad inigualable para el ex del Deportivo. A estas alturas, la presión no se la va a poder quitar y muchas miradas examinarán con lupa su rendimiento ante el equipo ruso este miércoles. Para darse cuenta de a quién reemplaza, el propio Diego Costa se encargó el lunes de recordárselo en un lance del entrenamiento.

Durante un ejercicio dinámico de posesión de balón, los dos delanteros, que estaban en equipos diferentes, se encontraron en un balón dividido. El brasileño no rebajó ni un ápice su agresividad habitual saliendo mal parado el internacional español. Saltaron las alarmas durante unos segundos al ver a Adrián en el suelo atendido por los fisioterapeutas. Finalmente se quedó en un simple golpe, pero sí le valió al asturiano para sentir en sus propias carnes lo alargada que es ahora mismo la sombra de Costa.

Minutos después se repitió la escena entre Juanfran y Manquillo, que también comparten posición, acabando el canterano visiblemente dolorido. Situaciones que lejos de preocupar, seguro agradan a Simeone cuando las ve a dos días de un gran encuentro. Son la mejor muestra de lo que tanto valora el Cholo para que su equipo crezca: la competencia interna.