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El Sevilla no se lo creyó ante el City
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SUYO FUE EL FÚTBOL, PERO NO LA VICTORIA

El Sevilla no se lo creyó ante el City

Ante el City, el Sevilla supo hacer todo. Todo menos una cosa: ganar (2-1 | Rami (propia puerta) y De Bruyne | Konoplyanka). Fue el club 'citizen' el que les enseñó esta lección, dolorosa cuanto menos

Foto: Rico no pudo evitar el primer gol del City (Reuters).
Rico no pudo evitar el primer gol del City (Reuters).

La imagen dada en Turín hizo mella en el vestuario del Sevilla. Los jugadores de Unai Emery llegaron a Manchester picados. Les esperaba el líder de la Premier League, pero el conjunto hispalense no se arrugó. No era para menos, se trata del actual campeón de la Europa League y como tal actuó en el Etihad Stadium. Ante el Manchester City, el Sevilla supo hacer todo -y hacerlo bien-. Todo menos una cosa: ganar (2-1 | Rami (propia puerta) y De Bruyne | Konoplyanka). Fue el club 'citizen' el que les enseñó esta lección, dolorosa cuanto menos. Más aún si tenemos en cuenta que los andaluces demostraron tener la personalidad de los grandes de Europa y, al mismo tiempo, evidenciaron que no terminan de creérselo. Y son esos detalles los que, a la postre, marcan las diferencias.

Konoplyanka fue la principal novedad en el once del Sevilla y se convirtió en una de las claves del equipo dirigido por Unai Emery. No en vano, junto a Ever Banega, fueron los encargados de marcar las diferencias en la línea ofensiva del conjunto andaluz. No en vano, suyo fue el tanto -más que merecido- del Sevilla (30'). Antes de que Konoplyanka demostrara cómo se buscan los metros frente a la portería rival, el centro llegó desde la derecha para pasearse por el área de Hart y encontrarse con Vitolo. Éste supo aplicar el tempo justo y necesario: se paró, pensó y vio a Konoplyanka solo, cargado de personalidad y fútbol. El Sevilla había golpeado primero, pero necesitaba volver a tener el balón en sus pies para pausar el partido e intentar afianzar el marcador. Emery se desgañitaba pidiendo paciencia, aguante y cabeza para defender bien y no perder la iniciativa.

Cinco minutos le duró el noqueo al Manchester City. El tiempo necesario para que Yaya Touré se inventase una excelente jugada en la línea de fondo. Semejante derroche de talento y calidad sólo podía acabar de una manera: besando las redes. Sergio Rico salvó el primer remate, pero nada pudo hacer ante el segundo intento de Wilfried; su golpeo, de delantero centro clásico, fue desviado por Rami hacia el fondo de su propia portería (35'). Y es que un equipo como el Manchester City necesita muy poco para hacer mucho daño. Sólo fueron materializadas este par de ocasiones, pero lo cierto es que el Etihad Stadium vivió una primera parte cuajada de fútbol tanto en el juego como en las decisiones y en las acciones de dos equipos que no se escondieron, gozaron de ocasiones y desplegaron una excelente imagen de este deporte llamado balompié.

Primó la igualdad en los primeros 45 minutos; tiempo en el que el dominador fue el Sevilla a pesar del chispazo de Yaya Touré. Unai Emery diseñó un bloque muy seguro que hizo la pelota suya. El conjunto andaluz se creció con el paso de los minutos dando una imagen que nada tenía que ver con la vista en Turín: se veía al Sevilla de verdad. Con una buena arrancada, el actual campeón de la Europa League demostró que había ido a Manchester a jugar y a intentar ganar. En frente, el City llevó el peso del choque en los primeros compases con sus incorporaciones, las mismas que buscaba el Sevilla para sacar jugo a su rival. Los hombres de Pellegrini intentaban meter a su rival en un partido de ida y vuelta. Y así fue. La consecuencia más evidente fue la cascada de ocasiones para uno y otro: Navas, Wilfried, De Bryune, Konoplyanka, Gameiro, Yaya Touré… pusieron a prueba los reflejos de Rico y Hart.

La sensación de peligro constante de la primera parte se difuminó ligeramente tras el descanso. Los hombres de Unai Emery arrancaron encerrados en su terreno. El técnico vasco seguía pidiendo cabeza y tranquilidad a jugadores como Gameiro que gozaba de ocasiones, pero no las concretaba. El City trataba de empujar y presionar, pero delante tenía a un equipo que supo ponerle contra las cuerdas. Mientras Banega construía a su alrededor, el Sevilla exhibía sin complejo alguno personalidad de equipo grande. El campeón de la Europa League dominaba, era superior y representaba a la perfección el papel protagonista… pero no terminaba de creérselo para rematar al Manchester City. Mostraba que tenía las ideas claras para saber dónde buscar los espacios, en qué punto acelerar y frenar, cómo encarar y atacar… Sólo faltaba la guinda del pastel.

De Bryne necesitó poco para hacer mucho daño

Ésta no terminó de llegar porque el conjunto 'citizen' lo impidió. Sufrió para ello puesto que a medida que pasaban los minutos se iba desordenando mientras juntaba sus líneas en su zona correspondiente del campo de batalla. Pellegrini empezó a quemar sus naves poniendo a Kolarov sobre el césped con un objetivo: buscar su llegada y su abundante presencia arriba. La aparición de Fernando respondía al movimiento de Emery que sacó a Banega del partido, uno de sus hombres más sobresalientes, apostando por la verticalidad de Krohn-Dehli. El Manchester City buscaba equilibrio y erradicar los espacios que tanto beneficiaban al Sevilla. Lo único que consiguió fue descoser el partido en sus últimos compases y eso jugó a su favor. En el tiempo añadido, los hombres de Pellegrini montaron una contra letal: la asistencia de Yaya Touré la recogió De Bruyne que rompió a Iborra y, con un perfecto recorte, puso el balón donde ni Sergio Rico ni nadie podía llegar.

La excelente finalización de De Bruyne rompió los esquemas del Sevilla. Echó por tierra la perfecta interpretación del papel protagonista de los andaluces. De ellos fueron el fútbol y el dominio, pero no la habilidad para marcar las diferencias. Eso fue cosa de un Manchester City que con muy poco remontó un marcador adverso para decepción de un Sevilla al que sólo le faltó una cosa: creérselo. Y eso en Europa se puede pagar muy caro.

Ficha técnica

Manchester City: Hart; Zabaleta (Kolarov, m.60), Otamendi, Mangala, Sagna; Fernandinho, Yaya Touré, Navas, Sterling, De Bruyne (Kompany, m.90+3); y Bony (Fernando, m.75).

Sevilla: Sergio Rico; Coke (Mariano Ferreira, m.84), Rami, Kolodziejczak, Trémoulinas; Krychowiak, Iborra, Konoplyanka (N'Zonzi, m.77), Banega (Brohn-Delhi, 65), Vitolo; y Gameiro.

Goles: 0-1, m.29: Konoplyanka. 1-1, m.37: Rami (pp). 2-1, m.90+1: De Bruyne.

Árbitro: Bas Nijhuis (NED). Amonestó a Bony (m.46), del Manchester City; y a Iborra (m.61) y Gameiro (m.68), del Sevilla.

Incidencias: partido correspondiente a la tercera jornada del grupo D de la Liga de Campeones, disputado en el Etihad Stadium (Manchester).

La imagen dada en Turín hizo mella en el vestuario del Sevilla. Los jugadores de Unai Emery llegaron a Manchester picados. Les esperaba el líder de la Premier League, pero el conjunto hispalense no se arrugó. No era para menos, se trata del actual campeón de la Europa League y como tal actuó en el Etihad Stadium. Ante el Manchester City, el Sevilla supo hacer todo -y hacerlo bien-. Todo menos una cosa: ganar (2-1 | Rami (propia puerta) y De Bruyne | Konoplyanka). Fue el club 'citizen' el que les enseñó esta lección, dolorosa cuanto menos. Más aún si tenemos en cuenta que los andaluces demostraron tener la personalidad de los grandes de Europa y, al mismo tiempo, evidenciaron que no terminan de creérselo. Y son esos detalles los que, a la postre, marcan las diferencias.

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