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Carlos Marañón: "La remontada del Madrid en la Champions pasada es cinematográfica"
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AUTOR DE 'EL BARULLO DEL ÁREA'

Carlos Marañón: "La remontada del Madrid en la Champions pasada es cinematográfica"

El periodista y crítico de cine publica una nueva obra en la que analiza y reflexiona medio centenar de películas en las que el fútbol es elemento central de las historias

Foto: Carlos Marañón, en Cornellá. (Cedida)
Carlos Marañón, en Cornellá. (Cedida)

No son muchos los que saben tanto sobre el séptimo arte como el siempre amable Carlos Marañón, director de la exitosa y longeva revista Cinemanía desde 2008, un año después de que el Espanyol de su vida –donde su padre, Rafael Marañón, es una querida leyenda– tocase su primera Copa de la UEFA en la final de Glasgow contra el Sevilla, que salió victorioso en la tanda de penaltis. Si sobre cine dispone de un saber enciclopédico, sus conocimientos sobre el deporte rey no se quedan atrás. Con semejante guion, qué mejor que maridar ambas artes. El crítico de cine acaba de publicar Barullo en el área. El fútbol en 50 películas fundamentales (Editorial UOC, 2022), un libro en el que este licenciado en Derecho y Periodismo se acerca a medio centenar de filmes que tocan el balompié y donde reflexiona, de muy diferentes maneras, sobre la cosa más importante de las cosas menos importantes, como diría un sabio.

El propósito de Marañón no es pergeñar una lista de las mejores cincuenta obras audiovisuales de la historia que traten sobre el deporte rey, sino acercarse a aquellas que ofrecen una reflexión o una anécdota singular, desde aquellas mudas del cine primitivo, como Harry The Footballer (1911), hasta ensayos de tan conseguida factura artística como O Futebol (2014), de Sergio Oksman. Al fin y al cabo, como reconoce, fútbol y cine no siempre han tenido una relación sencilla, pese a que ambos son coetáneos. Si uno se establecía, de forma oficial, en una taberna londinense el 26 de octubre de 1863, el otro veía la luz –nunca mejor dicho– en el sótano de un local del parisino Boulevard des Capucines, en un frío día de los Inocentes del año 1895. De Fergus Suter a los hermanos Lumière, de Vinnie Jones a Elías Querejeta.

Carlos Marañón es reincidente en esto de combinar el balompié y al definido por Riccioto Canudo como el séptimo arte. Ya lo hizo en Fútbol y cine: El balompié en la gran pantalla (Editorial Ocho y medio, 2005), pero también, junto al también amante de las dos disciplinas Galder Reguera, en Quedará la ilusión. Una correspondencia durante el Mundial de Rusia (Libros del KO, 2018). Atiende a El Confidencial mientras sus hijos entrenan, cerca del césped. Si no, lo hubiésemos pillado en la redacción o en una sala de cine. Todos ellos son escenarios estimulantes, pero en constante cambio, y sobre ello también reflexiona en su libro y en la agradable conversación.

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PREGUNTA. ¿En qué ha cambiado Carlos Marañón desde que publicase Fútbol y Cine al actual de 2023?

RESPUESTA. Sigo siendo el mismo loco que tiene una especie de radar incorporado para fijarse en las tontunas más nimias del fútbol en cualquier película. Incluso, ahora ampliado a las series. La locura está empezando ya a ser perniciosa. Sigo siendo el mismo, con más años, y ya es más difícil descubrir las cosas del cine del pasado, ya hay menos misterio, al principio era una cosa mucho más emocionante, encontrar películas de los 40, 50 o, incluso, encontrar películas enteras del fútbol de los pioneros del cine. De vez en cuando siempre te encuentras con una película que si toca este deporte, de alguna cinematografía lejana. En realidad, cualquier película que tenga algo de fútbol, aunque no sea buena, para mí tiene un valor que otras no tienen.

P. Hannes Stöhr es autor de una película que en España se denominó Galatasaray- Dépor. ¿Qué otro partido de la historia merecería una?

R. Deportivamente hablando me iría a los mejores encuentros de siempre. Ya hay un filme del Italia-Alemania del Mundial de 1970, aunque si tuviera que elegir, citaría el partido que se disputó en el estadio de Sarrià, un lugar donde yo me sentiría muy cómodo, del Mundial de España de 1982, un homenaje a ese Italia-Brasil que, además, tiene un libro estupendo de la editorial Debate, llamado El partido: Los mejores 90 minutos de la Historia del fútbol, de Piero Trellini. Otro partido estupendo para una película sería el 7-3 del Real Madrid al Eintracht de Frankfurt de la Copa de Europa. Los más míticos casi ya tienen la película, como puedan ser las finales del Mundial de 1930, 1954, 1958 o 1966. Por no hablar, para mi pena, de las finales perdidas por el Espanyol de la Copa de la UEFA, que la verdad es que, para mí, serían candidatas a películas muy crueles.

P. Escribe que Evasión o Victoria es la película más carismática que se ha hecho sobre el deporte rey. Si el fútbol americano tiene su gran película (Un día cualquiera), me pregunto si la película de John Huston no podría ser la candidata del balompié.

R. Para mí lo es, desde luego. Pero lo que quiero decir es que Evasión o Victoria no deja también de ser una película sobre un campo de concentración, y hay un partido que dura más de media hora en el metraje, y lo que me refiero en Barullo en el área es que falta una gran película que signifique lo que supone Un domingo cualquiera para el fútbol americano como deporte. Creo que el fútbol merece también una película como esta. Aunque también te digo que creo que es imposible. Es muy difícil hacer eso. En Un domingo cualquiera, el fútbol americano permite esos parones que tiene, esa manera de entender las jugadas paso a paso, se puede coreografiar bastante bien. Coreografiar el fútbol es muy complicado. Aunque es cierto que no todas las películas sobre fútbol necesitan un partido, véase la fantástica The Damned United, el juego que da la figura del entrenador, Brian Clough, como ocurre con Un domingo cualquiera, con ese discurso que da el personaje interpretado por Al Pacino y en el que se han inspirado tantos entrenadores, como Pep Guardiola, entre otros. Sin duda, Evasión o Victoria es la película más mítica, la Casablanca del fútbol, y todos los que la hemos visto no podemos pasarlo por alto, pero creo que hace falta una película de ficción sobre lo que es el fútbol como tal.

placeholder Sorrentino saluda a los fotógrafos. (EFE/Yoan Valat)
Sorrentino saluda a los fotógrafos. (EFE/Yoan Valat)

P. Quizás esa película anhelada pudiera llegar de la mano de directores como Juan José Campanella, con El secreto de sus ojos, o en Paolo Sorrentino, con obras en su filmografía como El hombre de más o Fue la mano de Dios.

R. Necesitarían un buen director de segunda unidad, eso sí lo tengo claro. Directores como los que citas han demostrado tanto en El secreto de sus ojos como en Fue la mano de Dios que el espíritu del fútbol lo tienen bien dominado, al igual que lo tiene José Luis Garci, pero creo que la diferencia está en lo que decía antes: si se quiere incluir el juego, se necesita otra vía como, por ejemplo, la que toman los que hacen los anuncios de Nike [risas].

P. Cita a José Luis Garci. ¿Cómo de importante ha sido su figura para la conexión entre los dos artes, el cinematográfico y el futbolístico?

R. Garci es una figura importantísima. Y lo es porque le apasiona el cine, y sabe de este arte como casi nadie, pero es que también le gusta mucho el fútbol y sabe un montón. No habría un director capaz de escribir una película sobre el amor, o la amistad o sobre cualquier otra cosa que desconociese lo que está hablando. Con el fútbol también ha de pasar esto. Alguien a quien no le guste el fútbol no puede hacer una buena película sobre este deporte. Garci entiende el fútbol, conoce los códigos y lo que este deporte significa para las personas. Las escenas de fútbol de Volver a empezar son muy emocionantes. La parte de Antonio Ferrándiz, donde se produce la reunión con sus excompañeros y jugadores es genial, y está muy bien rodado el partido en el Estadio El Molinón entre el Sporting de Gijón y el Atlético de Madrid. El sabor de ese fútbol tan apasionante se rescata en esa película.

P. Históricamente, fútbol y cine no han sido los mejores compañeros de viaje.

R. Hace mucho tiempo que ya no existe esa oposición. La cultura considera al fútbol ya un entretenimiento digno, y nos alegramos de ello. La cultura pop de la que somos hijos los que estamos ahora en el brete es clave desde los 60, y el fútbol ha pasado a formar parte de esta en todo su esplendor. El peligro ahora es que deje de ser cultura para convertirse en un negocio de ricos. Qué curioso que antes fuese considerado algo de catetos y cazurros y que ahora sea algo elitista, y que no puedas ir al fútbol si no tienes 200 euros. Este es el peligro que corremos. Pero bueno, por quedarnos con lo esperanzador, yo creo que esa imagen de un niño y un balón seguirá siendo algo con un poder tremendo y difícil de cambiar.

P. Como comenta en Barullo en el área, en la última década se ha producido un incremento en el número de obras sobre el fútbol

R. Hoy en día, y más con el boom de las series y las plataformas, es mucho más fácil encontrar productos sobre fútbol, muchos de ellos interesantes. Aunque sí es cierto que existe una burbuja de docuseries sobre fútbol, pero es verdad que se están haciendo cosas muy interesantes, pienso en algunos documentales muy interesantes, y eso hace que el panorama haya mejorado. Cuando yo empecé a realizar una búsqueda de películas que tratasen sobre el fútbol, en el año 2000, nada era lo mismo. En 23 años se ha experimentado un cambio impresionante en el audiovisual, y el fútbol es una muestra de ello. Se cuentan muchas más historias sobre este deporte, humanas y de interés, y es verdad que, aunque falte esa gran película que comentábamos, hay gran variedad de obras interesantes sobre este deporte. Aunque no negaré que esa experiencia de ir al cine sí que se encuentra en un momento delicado y que el fútbol está también en un punto de inflexión interna en que el hincha está siendo reemplazado por otros intereses. Veremos por dónde sale.

placeholder Diego Martínez es el entrenador del Espanyol esta temporada. (EFE/Enric Fontcuberta)
Diego Martínez es el entrenador del Espanyol esta temporada. (EFE/Enric Fontcuberta)

P. ¿Qué película le viene a la mente cuando piensa en la errática temporada de su querido Espanyol de Barcelona?

R. La temporada está siendo muy irregular. Te diría cualquier película de altibajos. Es un equipo con muchos momentos buenos en los partidos, pero también malos, y aún no se ve un equipo reconocible. Da la sensación de que a estas alturas de temporada el equipo aún no sabe a lo que juega. Es verdad que al míster no le dieron lo que le prometieron, y que ahora en enero parece haber llegado refuerzos importantes, pero hay miedo de que se nos pueda hacer tarde. Creo que, tras los fichajes de invierno, el club ya tiene argumentos y futbolistas para ensamblar un equipo que no pase apuros. Lo malo es que estamos en la zona baja y eso me suscita intranquilidad.

P. ¿Cuál es el gol o los momentos futbolísticos más cinematográficos que recuerda?

R. Una remontada final como la del Real Madrid en la Champions League pasada es muy cinematográfica. Las finales también dejan muchos goles que podían aparecer en buenas películas. Carlo Ancelotti, para bien o para mal, podría salir en estas películas: no solo en las que gana con el Real Madrid, como la de mayo, sino en aquella que perdió con su AC Milán en Estambul, contra el Liverpool, con la remontada de tres goles. Ambas finales serían muy hitchcockianas. También la final de Francia-Argentina ha dejado momentos cinematográficos espectaculares. Y si pienso en un gol, en cuanto a belleza, puedo hablar de la volea de Zinedine Zidane contra el Bayer Leverkusen o la chilena de Gareth Bale en la final de Kyiv de 2018. Fueron de una plasticidad comparable a la chilena de Pelé en Evasión o Victoria.

P. Maradona es uno de los personajes más cinematográficos. En su libro, no descarta que, incluso, en Sinaloa se le llegase a fichar como entrenador para que se filmase una serie sobre su experiencia allí. ¿Qué opinión le merecen dos películas recientes en las que aparece, Diego Maradona y Fue la mano de Dios?

R. Me gustan muchísimo. La de Asif Kapadia es buenísima. Para mí, además, esto demuestra que las cosas buenas también les ocurren a las personas buenas, como es el caso de Kapadia, que es una excelente persona y creador. La película que tiene sobre Ayrton Senna es estupenda, al igual que la que hizo sobre Amy Winehouse, y la de Diego Armando Maradona no lo es menos. Él consiguió los derechos de las imágenes que grabó la cámara de Jorge Cyterszpiler, que grabó a Maradona varios años, y tener estas imágenes es un tesoro que sabe utilizar. ¡La película empieza como Uno de los nuestros! Es prodigiosa. Y, por supuesto, el propio Diego es un personaje tremendo. Y ‘Fue la mano de Dios’ me parece un homenaje, no solo a Maradona, también a Nápoles, y explica muy bien cuál es el sentimiento napolitano y el de ser del Napoli. Esa gente que se siente maravillada por Maradona. Hubo un momento en que algunos lugareños dejaron de sentirse italianos para ser maradonianos.

placeholder La película inspirada en Maradona le gustó a Marañón. (EFE/Peter Powell)
La película inspirada en Maradona le gustó a Marañón. (EFE/Peter Powell)

P. ¿Quién cree que se llevará el Oscar a Mejor Película en la gala del próximo 27 de marzo?

R. No sé si va a dar la sorpresa Almas en pena en Inisherin. Creo que Los Fabelmans, de Steven Spielberg, tiene pocas opciones, y Todo a la vez en todas partes, de la que se habla tanto, es un filme que me gusta pero que me abruma un poco. Creo que la de Martin McDonagh sería una buena candidata, pero en su contra está que el director ganó recientemente con Tres anuncios a las afueras, y esto le resta un tanto las opciones a Almas en pena en Inisherin. Tampoco se puede destacar Sin novedad en el frente, que es una película bélica muy buena, y que ha dado la sorpresa en los premios Bafta. Estamos en un año de guerra, y eso puede hacer también que se decante la balanza para esta buena película antibelicista alemana. Está muy abierto, no existe una clara favorita.

P. ¿Y la Champions? ¿Habrá decimoquinta?

R. Soy perico, y tengo mucha simpatía por el Real Madrid, donde también jugó mi padre, por lo que en casa también lo apreciamos mucho. Me encantaría que ganara el Real Madrid, pero no que para ello deje de pelear la Liga, pues me parece milagroso acabar ganando la Champions League. Aunque bueno, la Champions aún pilla muy lejos, pese a la exhibición de la otra semana en Liverpool, y lo que necesito ahora es que el Espanyol se salve [risas]. Esa sería mi Champions real.

P. ¿Y confía en la salvación, no?

R. Sí, yo creo que sí. Pero que no se despisten. Vienen partidos peligrosos y conviene no confiarse.

No son muchos los que saben tanto sobre el séptimo arte como el siempre amable Carlos Marañón, director de la exitosa y longeva revista Cinemanía desde 2008, un año después de que el Espanyol de su vida –donde su padre, Rafael Marañón, es una querida leyenda– tocase su primera Copa de la UEFA en la final de Glasgow contra el Sevilla, que salió victorioso en la tanda de penaltis. Si sobre cine dispone de un saber enciclopédico, sus conocimientos sobre el deporte rey no se quedan atrás. Con semejante guion, qué mejor que maridar ambas artes. El crítico de cine acaba de publicar Barullo en el área. El fútbol en 50 películas fundamentales (Editorial UOC, 2022), un libro en el que este licenciado en Derecho y Periodismo se acerca a medio centenar de filmes que tocan el balompié y donde reflexiona, de muy diferentes maneras, sobre la cosa más importante de las cosas menos importantes, como diría un sabio.

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