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Cómo el Barcelona se pegó un tiro en el pie en Nápoles ante el peor equipo de la Champions
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En el Diego Armando Maradona

Cómo el Barcelona se pegó un tiro en el pie en Nápoles ante el peor equipo de la Champions

El Barça no pudo ganar a un Nápoles sumido en una grave crisis institucional y deportiva tras hundirse con el gol de Lewandowski. El equipo perdió el control y repitió graves errores

Foto: Osimhen marcó el gol del Nápoles. (Reuters/Remo Casilli)
Osimhen marcó el gol del Nápoles. (Reuters/Remo Casilli)

El Barcelona dejó con vida al Nápoles en el Diego Armando Maradona (1-1). El equipo de Xavi Hernández dominó la mayor parte del encuentro en Italia, pero se fundió a negro tras adelantarse en el marcador con el gol de Robert Lewandowski. Entonces, los azulgranas, que habían gozado de ocasiones de sobra para irse hacia la Ciudad Condal con el triunfo en el bolsillo, perdieron la cabeza y terminaron por encajar el gol del empate, obra de Victor Osimhen, en el único disparo a puerta recibido.

Al finalizar, la decepción entre los jugadores y el cuerpo técnico culé era total. En el día en que el Barcelona podía romper la tétrica racha de ocho años sin ganar como visitante en los octavos de final de la Champions League, el conjunto catalán sufrió un ataque de pánico que acalambró las piernas de los futbolistas. Recuerdos de Vietnam y los más de cuatro años sin pasar una eliminatoria de Champions League.

El gol de Lewandowski no catapultó al Barça, sino que le sirvió de excusa para dar un paso atrás y desperdiciar la ventaja que tanto le había costado conseguir. La asfixiante presión alta que había protagonizado desde entonces desapareció, igual que los buenos minutos con la pelota, la soltura de sus centrocampistas o la importancia de sus hombres clave en las tareas de creación. El Barça fue arrastrado hacia el abismo de manera irremediable y sin que ningún futbolista lo mantuviera erguido ante el noveno clasificado de la Serie A.

placeholder El nigeriano fue letal en su única oportunidad. (EFE/Ciro Fusco)
El nigeriano fue letal en su única oportunidad. (EFE/Ciro Fusco)

Las causas del hundimiento en Nápoles

En lugar de defenderse con la pelota para controlar al rival y seguir atacando, el Barcelona encajó el 1-1 en una sola acción aislada que terminó en el gol de Osimhen. Ni Frenkie de Jong ni Ilkay Gündogan ni Pedri, aunque dio la asistencia a Lewandowski, tuvieron la jerarquía suficiente para adueñarse del balón y tejer redes de pase que anestesiaran al Nápoles. Tras el encuentro, Xavi Hernández no dudaría en señalar a sus futbolistas y remarcar lo que les había faltado.

"Tras el 0-1, nos ha faltado, pausa, control... Me queda sensación amarga", empezó el técnico azulgrana. "Merecíamos más. No hemos sabido calmar el partido en el 0-1. No han aparecido los futbolistas con solvencia. Me ha faltado el momento de tener la pelota y jugar en campo contrario. Ese es nuestro modelo", remarcó.

placeholder Pedri pasó de puntillas por el juego de su equipo, aunque dio una asistencia. (Reuters/Ciro De Luca)
Pedri pasó de puntillas por el juego de su equipo, aunque dio una asistencia. (Reuters/Ciro De Luca)

La falta de puntería en el área rival fue tan preocupante como la poca contundencia defensiva de Iñigo Martínez en el gol del ariete nigeriano. Al tratar de anticipar, el central regaló su posición, cayó torpemente y dejó vendido a ter Stegen. Xavi también subrayaría la falta de efectividad del Barça. "No hemos estado efectivos, como casi toda la temporada. Hemos generado muchas ocasiones, pero hemos perdonado demasiado y luego hemos encajado ese gol".

Los cambios de Xavi, tarde y sin impacto

Sin embargo, el técnico quiso mostrarse optimista de cara a la vuelta y explicó que el equipo "está más unido y jugadores como Pedri y Lewandowski han dado un paso hacia adelante desde que anunció mi decisión". Por su parte, Ronald Araújo manifestó que el equipo se iba "con una sensación amarga", ya que "nos faltó frenar el partido y no siempre encarar. Queríamos atacar y la perdíamos, nos faltó posesión".

El Nápoles pudo marcar el 2-1 tras el gol de Osimhen igual que Gündogan tuvo la victoria en el último suspiro del encuentro. Lo que no explicaron ninguno de los dos fue cómo la dirección de campo del técnico rival, que solo llevaba 48 horas en el cargo y había dirigido un único entrenamiento, Francesco Calzona, fue más acertada que la de Xavi Hernández.

Lewandowski marcó en el minuto 60 y Osimhen, en el minuto 75. A pesar de que el equipo azulgrana daba síntomas de agotamiento físico, había perdido el control del partido y la pelota y podía matar el encuentro en algún contragolpe, Xavi no realizó ningún cambio hasta el minuto 80 del encuentro, cuando Raphina entró por Yamal. Por entonces, su homólogo había introducido hasta cuatro cambios distintos para revitalizar al equipo. Joao Félix y Oriol Romeu entraron por Pedri y Christensen en el 86, mientras que Vitor Roque se quedó sin jugar.

El Barcelona dejó con vida al Nápoles en el Diego Armando Maradona (1-1). El equipo de Xavi Hernández dominó la mayor parte del encuentro en Italia, pero se fundió a negro tras adelantarse en el marcador con el gol de Robert Lewandowski. Entonces, los azulgranas, que habían gozado de ocasiones de sobra para irse hacia la Ciudad Condal con el triunfo en el bolsillo, perdieron la cabeza y terminaron por encajar el gol del empate, obra de Victor Osimhen, en el único disparo a puerta recibido.

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