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Por qué el Real Madrid se ríe de todos los que dicen que gana la Champions por suerte
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La Decimoquinta Champions

Por qué el Real Madrid se ríe de todos los que dicen que gana la Champions por suerte

El Real Madrid sufrió mucho en una primera parte donde el Borussia Dortmund impuso su ritmo infernal y fue superior, pero no lo aprovechó. Los de Ancelotti no tuvieron piedad y demostraron por qué son los Reyes de Europa

Foto: Carvajal, MVP de la final. (DPA/Tom Weller)
Carvajal, MVP de la final. (DPA/Tom Weller)

El Real Madrid consiguió la Decimoquinta Copa de Europa tras doblegar al correoso y duro Borussia Dortmund en Wembley (0-2). Los jugadores de Carlo Ancelotti protagonizaron una primera parte desastrosa, donde el equipo blanco estuvo desdibujado, incómodo y superado en lo físico, lo mental y lo táctico. El Borussia Dortmund tuvo ocasiones de sobra para adelantarse y fue superior. Sin embargo, el cuadro alemán perdonó y el Real Madrid le recordó a todo el mundo qué es lo que sucede cuando vas a por el Rey de la Champions League y no lo matas: estás muerto.

El planteamiento del técnico del Borussia Dortmund, Edin Terzic, fue perfecto y zarandeó al Real Madrid. El equipo alemán esperó al Real Madrid ordenado, sin apenas espacios interiores y con continuas ayudas a sus laterales, especialmente en el caso del costado de Vinícius Júnior. La gran estructura defensiva teutona detuvo al Real Madrid y le tendió una serie de trampas que los jugadores blancos no supieron sortear a lo largo del primer asalto.

Con la telaraña en los pasillos interiores y la clara intención de atacar la espalda de Dani Carvajal con diagonales y de Toni Kroos, las veloces transiciones ofensivas alemanas pusieron contras las cuerdas al equipo blanco. Thibaut Courtois sostuvo al equipo de Carlo Ancelotti cuando se tambaleaba con paradas estelares, una intervención milagrosa de Dani Carvajal yendo al suelo en el último momento evitó el primer gol y hasta el palo hizo acto de presencia para mantener el 0-0.

La peor noticia posible para el Dortmund

Al descanso, el Real Madrid había firmado una primera parte muy pobre, con un ataque inexistente que no había disparado ni una sola vez entre los tres palos. Las sensaciones en el equipo blanco eran malas, muy malas. Rodrygo y Bellingham estaban ausentes, Kroos no había logrado imponer su ritmo y tranquilizar al equipo, la espalda de Carvajal era una autopista y el Real Madrid estaba superado por el ritmo infernal del Dortmund. En resumen, los alemanes habían corrido tanto como habían querido en el momento que habían querido.

"Ellos fueron mejores en la primera parte. Jugaron a lo que querían, robaban balones y corrían para hacer transiciones. Perdimos muchos balones y no teníamos equilibrio en el campo. Empujé un poco al equipo porque durante la primera parte hemos sido un poco vagos, hemos tenido perdidas", confesaría Carlo Ancelotti al finalizar el encuentro en RTVE. Florentino Pérez también seguiría en la misma línea del técnico italiano sin morderse la lengua: "No hemos hecho una buena primera parte".

Sin embargo, el Borussia Dortmund cometió el mismo error que el Manchester City y el Bayern de Múnich. Y de tantos otros colosos que cayeron a manos del Real Madrid a lo largo de la última década, donde el equipo ha ganado seis Champions League: perdonar de cara a puerta cuando era mejor que el Real Madrid. Dejar vivo al equipo más letal, despiadado, experimentado y conocedor de la competición. Un equipo histórico, con una mentalidad de hierro indestructible y una aversión total a la derrota en las grandes citas.

El Real Madrid se tambalea, pero nunca se cae

Los pupilos de Carlo Ancelotti no perdonarían la falta de pegada del Borussia Dortmund. Mejoraron su balance defensivo, estuvieron más certeros en el pase y en la presión pospérdida, elevaron su energía dentro del terreno de juego y no dejaron correr a los alemanes. Con Toni Kroos a los mandos, Valverde atento en la base del centro del campo, Camavinga más suelto y la defensa mucho más concentrada y contundente, el Real Madrid llevó el partido donde pretendía. Las ocasiones empezaron a caer en cascada.

Florentino Pérez lo explicaría tras el partido: "Los jugadores han dicho 'ahora' y nadie dudaba de que iban a ganarla". En la misma línea se movería Dani Carvajal en los micrófonos de Movistar+. "En la primera parte hemos salido vivos. Sabíamos que iba a llegar nuestro momento", contaría el MVP del encuentro tras levantar la Decimoquinta Champions League.

El Real Madrid marcó y mató al Borussia Dortmund en un lapso de 10 minutos. El impacto emocional del gol de Carvajal, con un Real Madrid que llevaba bordeando el tanto durante varios minutos y que había sido capaz de cortar la hemorragia defensiva, derribó al equipo alemán. La final fue un resumen perfecto de la historia interminable de este club con la competición más difícil: solo el Real Madrid podría sobrevivir donde otros perecen y tener la suerte de gozar de una mentalidad indestructible. Y ya son 15 Champions League.

El Real Madrid consiguió la Decimoquinta Copa de Europa tras doblegar al correoso y duro Borussia Dortmund en Wembley (0-2). Los jugadores de Carlo Ancelotti protagonizaron una primera parte desastrosa, donde el equipo blanco estuvo desdibujado, incómodo y superado en lo físico, lo mental y lo táctico. El Borussia Dortmund tuvo ocasiones de sobra para adelantarse y fue superior. Sin embargo, el cuadro alemán perdonó y el Real Madrid le recordó a todo el mundo qué es lo que sucede cuando vas a por el Rey de la Champions League y no lo matas: estás muerto.

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