Ancelotti logra su deseado equilibrio y echa el cerrojo a la portería blanca

Existe un mantra para Ancelotti que ha repetido en muchas de sus intervenciones desde su llegada al Real Madrid. Equilibrio es la palabra más repetida a la hora de desarbolar la encrucijada que permitiera al Madrid coger vuelo en la temporada. Inamovibles Bale, Benzema y Cristiano como línea de atacantes, precisaba el italiano de dotar de un gran balance defensivo al equipo para que sus delanteros tuvieran carrete en ataque. Con Xabi Modric y Di María como trivote, el preparado blanco ha encontrado el equilibrio anhelado.

Relevado Xabi Alonso por Illarramendi ante el Espanyol, el dibujo del Madrid volvió a gravitar alrededor de tres mediocentros. Acompañando al ex de la Real, volvieron a situarse Modric y Di María. Sólido en defensa, sólo el mal tino en ataque impidieron un triunfo más abultado en Cornellá.

Tras varios meses barruntando acerca del sistema que mejor podía explotar las vetas en ataque de sus futbolistas, entendió el técnico que el 4-3-3 lograba dotar de “equilibrio” al once. Recuperado Xabi Alonso para la causa, armó Ancelotti un mediocampo con Xabi, Modric y Khedira. Lesionado el alemán, le volvió a surgir el interrogante al italiano.

No escondió el entrenador blanco su disgusto con el juego de su equipo. Sin el alemán volvió al 4-2-3-1, con Isco por detrás del punta. Pero fueron los partidos de Mestalla, ante el Celta en el Bernabéu y ante Osasuna en Copa donde resolvió suspender de nuevo el experimento del 4-2-3-1. Recuperó para la causa el preparador a Ángel Di María, engarzándolo en la media junto a Modric y Alonso, dos de los jugadores que cree el entrenador que más equilibrio aportan al equipo.

Resuelto el enigma del dibujo, el equipo fue cogiendo tono defensivo. A la espera de Varane, sin terminar de recuperarse el francés de sus problemas de rodilla, Ramos y Pepe se han consolidado en defensa. El camero ha recuperado la jerarquía en defensa y el internacional portugués ha vuelto a coger vuelo como acompañante del 4 blanco.

Con la alternancia de Arbeloa y Carvajal en el lateral derecho y Marcelo como única opción, con Coentrao desaparecido, el Madrid encontró su armazón para caminar firme en 2014. Seis partidos en los que los blancos han echado el cerrojo a su puerta. Los últimos goles encajados por el Real Madrid en la presente temporada se remontan al 21 de diciembre de 2013 en Mestalla.

No era sencillo armar un bloque para el técnico italiano con Benzema, Bale y Cristiano. Los tres arietes, poco dotados para el trabajo defensivo, requerían del resto del equipo una mayor solidaridad en defensa para que el equipo no se resintiera. Emergido Modric como director de orquesta, alrededor de Alonso, Modric y Di María, Ancelotti ha encontrado su equilibrio. Resueltos el charco de la portería, asumida por la opinión pública la alternancia de Casillas y Diego López en la portería, el técnico ha puesto su sello. El 4-3-3 equilibra a Ancelotti.