El "hermoso" San Mamés pone a prueba al "enemigo público" Simeone

El Athletic Club tiene en la Copa su oportunidad de título esta temporada. El ‘torneo del ko’ siempre ha sido tratado con mucho cariño por el conjunto vasco, y el viejo San Mamés ha albergado grandes noches de fútbol que ensalzaron la competición. Este miércoles reciben en el nuevo estadio al actual campeón, el Atlético de Madrid, entrenado por una de las personalidades con peor cartel entre el público bilbaíno.

Simeone fue como jugador atlético lo que ahora representa en prácticamente todos los campos de España su delanteroDiego Costa. Un jugador mirado con lupa por el público rival y que dio origen a multitud de polémicas. La más importante de su carrera deportiva tuvo lugar precisamente en Bilbao, cuando una entrada suya le provocó una escalofrianteherida en el muslo a Julen Guerrero, la estrella del Athletic de la época. Sucedió el 8 de diciembre de 1996 en Liga, y desde ese momento, el Cholo no ha dejado de ser un "enemigo público"para la afición vizcaína, tal y como le catalogó tras el famoso pisotón el presidente queentonces tenían los Leones, José María Arrate.

La competitividad que derrochaba el Simeone jugador la ha trasladado a su equipo. La ventaja mínima de la ida (1-0), obliga al Athletic de Valverde (que atraviesa por un gran momento de juego) a tener que buscar la victoria esta noche. Todos son ingredientes que hacen prever un duelo intenso y disputado, donde las defensas seguro que se entregarán al límite y los 22 jugadores lo dejarán todo en el campo. “Un ambiente hermoso para jugar al fútbol”, como anunciaba tras el primer partido el propio Simeone, quien al igual que le ocurría de jugador, se crece en escenarios así. En la víspera, repitió el mensaje, añadiendo que "la valentía" de su rival jugando de local lehace muy peligroso.

No es la primera vez que el argentino vuelve a Bilbao desde que regresó a España para entrenar. La temporada pasada, su equipo cayó goleado en Liga, en un partido duro, con multitud de entradas fuertes, piques entre futbolistas y una grada que no se olvidó de insultar a Simeone. El entrenador, en una imagen que rara vez se le ha visto, perdió la concentración y entró al trapo. Se volvió al público y recordó a quienes le increpaban su victoria unos meses antes en la final de la Europa League, de mayor calado. Aquel pique no hizo sino confirmar lo que le espera una vez más hoy al técnico colchonero y a sus hombres.

Valverde sabe el riesgo que corre

Gran motivador, el Cholo ha preparado para la batalla a su equipo desde el punto de vista psicológico, y pese a las bajas de Tiago y Arda, no aceptaninguna excusa. Siempre intenta trasladar su experiencia personal al grupo que dirige, y esta vez se centrará en que encuentren el término medio entre la necesaria concentración y motivación y el exceso de revoluciones, como cuentan desde la expedición madrileña. Sabe que deben jugar con el marcador, que les es favorable de inicio, y ser contundentes en las dos áreas. Y Valverde, como dijo tras la ida, es consciente que el Athletic debe salir como más le gusta que le jueguen al Atlético de Madrid, al ataque, dejando huecos que los colchoneros aprovechan para contragolpear.

El ganador se medirá la semana que viene al Real Madrid en semifinales. Muchos alicientes reunidos para vivir un partido grande, que pone a prueba a los dos equipos, y también la condición de invicto del nuevo San Mamés. Un graderío y un terreno de juego que vienen a renovar la histórica rivalidad de dos clubes nacidos del mismo germen, pero que a la hora de enfrentarse lo hacen siempre a cara de perro. Y eso es algo que nunca olvidará ni Simeone ni la afición de los Leones.