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El baño de Valverde a Xavi en la Copa del Rey que dejó al Barcelona sin excusas para el fracaso
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Un título menos para los azulgranas

El baño de Valverde a Xavi en la Copa del Rey que dejó al Barcelona sin excusas para el fracaso

El Athletic Club arrasó al Barcelona hasta lograr doblegar al equipo de Xavi. El técnico culé no tuvo respuesta para los movimientos de Valverde y los Williams reventaron el partido

Foto: Los jugadores del Barça reaccionan tras el gol de Iñaki. (Reuters/Vincent West)
Los jugadores del Barça reaccionan tras el gol de Iñaki. (Reuters/Vincent West)

El Barcelona cayó en San Mamés con estrépito y siendo arrasado en la prórroga (4-2). En la noche en la que el conjunto azulgrana podía eliminar a uno de los cocos de la competición y lograr un punto de inflexión que nunca llega, el equipo de Xavi Hernández pereció ante la épica, el empuje y la verticalidad del Athletic Club. El gol que demolió al Barça lo firmó Iñaki Williams en la primera parte de la prórroga y su hermano, Nico, fue quien puso la guinda al partido.

Los azulgranas encajaron un gol antes del primer minuto de encuentro, otro en el minuto 49, tras salir del descanso y el tercero, en el tiempo añadido de la primera parte de la prórroga. Los datos para el Barcelona son escalofriantes porque denotan una falta de concentración y madurez insólita para un equipo que viene de ganar LaLiga y que aspiraba a levantar todos los títulos.

En la noche en que Xavi Hernández alcanzó las 25 derrotas con el Barça y sumó más caídas que Pep Guardiola, Luis Enrique o Ernesto Valverde en su tiempo en el Camp Nou, el técnico quedó tan señalado como estas últimas semanas. Un título menos en juego. Dos menos en dos semanas. Y eso que Joan Laporta aseguró que "no hay temporadas de transición conmigo, perder tendrá consecuencias".

Otra noche donde un rival de altura, con potencia de fuego real, descerrajó todo su cargador en la débil defensa culé. Sin solidez, coordinación, contundencia ni capacidad para revertir la dinámica defensiva. "Falta de concentración, errores puntuales. Sabíamos de las entradas de Sancet en segunda línea y le dejamos centrar. Les habíamos analizado bien, pero no nos ha salido el mejor escenario posible", afirmaría Xavi Hernández tras el encuentro en San Mamés.

placeholder Pedri se lamenta tras el gol del Ahletic Club. (Reuters/Vincent West)
Pedri se lamenta tras el gol del Ahletic Club. (Reuters/Vincent West)

Las excusas de Xavi no convencen

"Hemos competido bien contra un gran equipo que en su casa es muy fuerte. Ya lo dije en el sorteo que no habíamos tenido suerte con el rival. Hemos tenido el gol de la victoria con la ocasión de Lamine", añadiría el técnico culé.

"Podemos estar orgullosos de que lo hemos intentado. Orgulloso de los jóvenes, nos vamos con la cabeza alta por competir con ellos, pero cuando es a partido único en campo contrario es difícil ganar. Así es la Copa", cerró Xavi Hernández.

Sin embargo, la realidad es que el Barça no compitió bien el partido, aunque por su calidad individual tuviese opciones de llevarse el gato al agua con dos ocasiones de Yamal. Para empezar, el equipo azulgrana encajó cuatro goles en contra. Otra vez. Como aquellos concedidos ante el Real Madrid y el Girona.

placeholder El centro del campo fue de papel. (Reuters/Vincent West)
El centro del campo fue de papel. (Reuters/Vincent West)

El problema para el Barça es que pudieron ser más, porque el Athletic Club, mucho más vivo y ambicioso en los duelos aéreos y los centros laterales, disparó hasta 29 veces por solo 7 de los catalanes.

La presión alta del Athletic Club durante todo el partido ahogó al Barça y comprometió su poco trabajada salida de balón. En construcción, el Barça solo pudo trenzar buenas jugadas a la espalda de los centrocampistas locales con el 1-2 en el primer tiempo, cuando el impacto psicológico de los goles anestesió al Athletic Club. Sin embargo, sería el Barça quien acabaría superado en el aspecto físico, mental y táctico.

Valverde le dio una cura de humildad a Xavi

Poco le duró la alegría al Barça, puesto que Ernesto Valverde movió ficha con celeridad con la entrada de Unai Gómez, cambió el sistema y provocó que los interiores locales cargaran más y mejor el área culé. La dirección de campo del extécnico culé y actual preparador del Athletic Club ayudaría a su equipo, mientras que la de Xavi Hernández pasaría sin pena ni gloria. Eso provocó que la prórroga fuera claramente vasca.

Pedri daría con la clave tras el partido: "Estamos encajando muchos goles esta temporada. Está claro que debemos salir más metidos en los partidos, nos ha pasado varias veces. Todos debemos dar un paso adelante, porque eso marcará la diferencia". Empezando por él, sin peso en el partido, y siguiendo por De Jong y Gündogan, con el neerlandés dejando rematar a placer a Sancet en el 2-2 y entre los tres, sin poder frenar los contragolpes locales.

placeholder Xavi, durante el partido. (Reuters/Vincent West)
Xavi, durante el partido. (Reuters/Vincent West)

Los tres centrocampistas azulgranas se repartieron mal el espacio, no demostraron jerarquía suficiente para imponer su ritmo y controlar el ritmo alocado del Athletic Club y dejaron campar a sus anchas a Sancet, los hermanos Williams y Unai Gómez. En este sentido, los cambios de Xavi Hernández, condicionados en parte por la lesión de Balde y la salida de Christensen, debilitaron al Barça.

Joao Félix no disparó ni una sola vez a puerta a pesar de sustituir a Lewandowski, mientras que Sergi Roberto sería quien protagonizaría la pérdida absurda del 3-2 que convirtió Iñaki Williams. Lo más duro para Xavi es que introdujo a Sergi Roberto para reforzar el centro del campo y él fue quien voló por los aires la prórroga.

Fermín López y Vitor Roque, llamado a salvar al Barça en enero, se quedaron sin jugar. "Creo que es el inicio de algo importante, esté yo o no", se despidió Xavi en rueda de prensa. Su silla se tambalea desde hace meses.

El Barcelona cayó en San Mamés con estrépito y siendo arrasado en la prórroga (4-2). En la noche en la que el conjunto azulgrana podía eliminar a uno de los cocos de la competición y lograr un punto de inflexión que nunca llega, el equipo de Xavi Hernández pereció ante la épica, el empuje y la verticalidad del Athletic Club. El gol que demolió al Barça lo firmó Iñaki Williams en la primera parte de la prórroga y su hermano, Nico, fue quien puso la guinda al partido.

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