España, a superar definitivamente el síndrome pos-Alexia: quieren a las anfitrionas

La Selección española, liderada por Jorge Vilda y con la gran ausencia de Alexia Putellas, afronta su tercer partido de la fase de grupos de la Eurocopa. El torneo empezó francamente bien para España gracias a la victoria ante Finlandia (4-1). A pesar de la altura de las finlandesas, tres de los cuatro tantos fueron a balón parado. En la segunda jornada, sin embargo, Alemania se hizo con el liderato del grupo al vencer al combinado nacional (2-0).

Los primeros minutos son fundamentales en cualquier aspecto de la vida, ya sea en una operación, un examen o un partido. En el caso de la Selección, tienen que prestar más atención en esos compases del encuentro. Tanto frente a Alemania como contra Finlandia encajaron un gol muy pronto. Y eso es un lastre con el que es difícil convivir.

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Jorge C. Parcero

La baja de Alexia es un contratiempo inesperado, pero real. Asumir que no está es el paso más importante. Ya habrá tiempo de elegir a otra jugadora que coja la brújula e ilumine a la Selección en la búsqueda del tesoro. La alegría siempre va por barrios y quizás haya ahora menos en el grupo después de perder a la mejor del equipo.

La advertencia ante Alemania

El traspié contra Alemania es más una advertencia que un castigo. Gracias a la diferencia de goles, la Selección aún mantiene la segunda plaza del grupo a pesar del empate a puntos con Dinamarca. De ellas depende que estén en los cuartos de final. Si se clasificaran, esperarían las anfitrionas, las inglesas.

El enfrentamiento entre España e Inglaterra, de producirse, no será una reedición de la Batalla de Trafalgar. Las inglesas, en ese caso, serían favoritas por jugar en casa. Y por las buenas sensaciones que han adquirido en la fase de grupos. La goleada ante Noruega (8-0) así lo acredita.

Perder al as de oros es un arma de doble filo. Por una parte, el grupo se resiente de no tener al comodín que soluciona las encrucijadas de los partidos. Por otro lado, cohesiona al grupo y lo fortalece. Frente a Dinamarca, seguramente veamos a una Selección más unida que nunca porque tendrán a Alexia en mente (ya no estará en la grada). Y no hay mejor motivo para pensar en el pase a cuartos.

La necesidad de marcar pronto

El nerviosismo puede apoderarse del equipo si Dinamarca, al igual que Finlandia y Alemania, se adelanta en el marcador. Y lo hace pronto. El tiempo correrá en contra de la Selección y el castigo será doble: perder el partido y el pase a cuartos. Es escalofriante pensar en el regreso a España a la primera de cambio.

La fortaleza de este grupo será fundamental para que no se escape la opción de llegar a las rondas finales. En esos partidos, todo puede pasar. No importa quién esté enfrente, sino la ilusión y ganas que tenga el equipo por demostrar que quieren hacer algo grande. Aunque no esté Alexia, la Selección tiene calidad de sobra (lo ha demostrado) para aspirar a cotas altas.

Dinamarca promete dar guerra. Tras la goleada ante Alemania (perdieron 4-0), ganaron por la mínima a Finlandia (1-0) y dependen de sí mismas para estar en cuartos. Ellas también quieren ganar a Inglaterra y así saldar la deuda de la selección masculina, eliminada en semifinales el año pasado ante los ingleses (2-1). Si el partido empieza mal, tocará remar. O aferrarse a la divinidad. Eso ya es cuestión de cada uno.