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El español que sufrió racismo y sacó la gabarra: por qué creer en Nico Williams en esta Eurocopa
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un extremo que rompe a crack

El español que sufrió racismo y sacó la gabarra: por qué creer en Nico Williams en esta Eurocopa

Nico Williams, el héroe del Athletic que le dio la Copa del Rey, gana fiabilidad después de una temporada a un alto nivel con su juego desequilibrante y haber superado vejaciones de los intolerantes con una fuerte personalidad

Foto: Nico Williams durante un partido con la Selección española. (EFE Kiko Huesca)
Nico Williams durante un partido con la Selección española. (EFE Kiko Huesca)

España necesita héroes en la Eurocopa y uno de ellos tiene que ser Nico Williams. El extremo, por joven e inexperto que parezca, está curtido. Nico ha pasado por momentos duros, nada fáciles, hasta llegar a la Eurocopa en su mejor momento. Desde los insultos por los fallos en las semifinales de la Copa del Rey contra Osasuna, la temporada pasada, que le llevaron a tomar la decisión de cerrar sus redes sociales, a la violencia racista este año en el Metropolitano.

Con personalidad, mucho esfuerzo y unas cualidades que le hacen especial por tener un don de regateador imparable, afronta la Eurocopa cargado de ambiciones. Igual que se ha echado al Athletic a sus espaldas, se le pide que lo haga con España.

Nico gana en fiabilidad y despeja muchas incertidumbres futbolísticas. Tiene madera de crack. Lo corrobora después de una temporada brillante, a un alto nivel y un juego marcado por un estilo desequilibrante. Velocidad, potencia, cambio de ritmo y regate le convierten en un extremo fulminante.

Ha endurecido un joven que ha sufrido con las vejaciones de los intolerantes y que ha superado con una fuerte personalidad. Convertido en la estrella del Athletic, cerca de cumplir los 22 años y deseado por el Barcelona, en la Eurocopa es uno de los jugadores más temidos de la Selección española. Una de las esperanzas de Luis de la Fuente es que mantenga la continuidad, intensidad y ritmo de la figura que fue clave para que el Athletic ganara la Copa del Rey. Rompió una mala racha de 40 años.

placeholder Nico Williams supera a un rival en el partido amistoso contra Irlanda. (EFE/Cati Cladera)
Nico Williams supera a un rival en el partido amistoso contra Irlanda. (EFE/Cati Cladera)

No lleva mucho tiempo en la élite del fútbol, un chaval que ingresó en la cantera del Athletic con 11 años y que ha tenido un crecimiento brutal desde que Marcelino García Toral le hizo debutar en septiembre de 2021. Coincidió con su hermano Iñaki en el campo y se le conocía como el hermano pequeño de Iñaki Williams. Empezar una carrera por detrás de su hermano alimentó las comparaciones. Si tenía nivel para jugar en el primer equipo del Athletic y podría con la presión de un club singular y una afición exigente. "Hasta los ciegos veían que puede marcar una época", comentó Marcelino tras el recital que dio Nico en la final de Copa.

El hermano de Iñaki

"Siempre he sido el hermano de Iñaki y ahora me estoy haciendo un nombre", se sinceró Nico tras ganar la competición copera y ser nombrado como el mejor jugador del partido. Nico tenía una losa. Ha estado a la sombra de Iñaki y en el ojo de los que no le perdonaban sus fallos. Necesitó apoyo para superar los ataques, la confianza de Ernesto Valverde y la de Luis Enrique, que le llevó al Mundial de Qatar. En su cuarta temporada en el Athletic, a Nico se le ha dejado de ver como el hermano de Iñaki. El chico que jugaba en el barrio con los mayores, contra el equipo de su hermano y amigos que le sacaban ocho años, aprendió a base de palos.

Foto: Aymeric Laporte en un partido con el Al Nassr. (TODAY Sports/Victor Fraile-USA)

Nico está de dulce. De la buena racha de juego y el nivel competitivo que atraviesa se tiene que aprovechar España si el extremo no falla. Por qué no imaginar que puede tener el mismo peso que en el Athletic y un papel crucial en la Eurocopa. A Alemania ha llegado un futbolista que ha roto a futura estrella esta temporada y se marca como objetivo ser partícipe del éxito de la cuarta Eurocopa para España. Esta es la mentalidad de un jugador que asegura que está muy centrado en hacer algo importante.

España no tiene un Mbappé. Es una de las reflexiones que se hacen en los análisis previos al inicio de la Eurocopa para evaluar el nivel competitivo de los favoritos al título. La Selección de Luis de la Fuente tiene el sello de equipo con jugadores de clase media. Como sucede en los últimos torneos, le falta un crack. Uno de esos jugadores que están capacitados para ganar un partido por sí solos. No hay un Mbappé, pero España tiene a Nico Williams en su versión más rompedora.

Foto: Cristiano Ronaldo celebra un gol en el amistoso contra Irlanda. (Reuters/Rodrigo Antunes)

El extremo del Athletic ha completado su mejor temporada con el equipo bilbaíno. El héroe de la Copa del Rey, el que le dio el gol a Sancet y fue una pesadilla por su fútbol incisivo, es una de las esperanzas que tiene la Selección de Luis de la Fuente para competir por el título.

Nico es el futbolista que sacó la gabarra por la ría de Bilbao y uno de los que más en forma llega a la Eurocopa para intentar hacer campeona a España. Ha dejado de estar a la sombra de su hermano. Se ha convertido en uno de los extremos más desequilibrantes del fútbol europeo, en una temporada en la que ha ido creciendo en madurez futbolística y personal. Cada vez más determinante en acciones de uno contra uno, una amenaza cuando encara, supera rivales en velocidad y provoca el caos en las defensas rivales. No hay dudas de que Nico es un jugador diferencial si aparece la versión que se ha visto en el Athletic.

España necesita héroes en la Eurocopa y uno de ellos tiene que ser Nico Williams. El extremo, por joven e inexperto que parezca, está curtido. Nico ha pasado por momentos duros, nada fáciles, hasta llegar a la Eurocopa en su mejor momento. Desde los insultos por los fallos en las semifinales de la Copa del Rey contra Osasuna, la temporada pasada, que le llevaron a tomar la decisión de cerrar sus redes sociales, a la violencia racista este año en el Metropolitano.

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