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Alemania arrasa a Escocia en el debut y despeja las dudas sobre su candidatura a la Eurocopa
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ERA EL ENCUENTRO INAUGURAL

Alemania arrasa a Escocia en el debut y despeja las dudas sobre su candidatura a la Eurocopa

Wirtz, Musiala, Havertz, Fullkrug y Emre Can anotan los tantos locales de un partido que se decidió en la primera parte ante un rival decepcionante y que se quedó con un jugador menos

Foto: Alemania ganó su primer partido con comodidad. (EFE/Martin Divisek)
Alemania ganó su primer partido con comodidad. (EFE/Martin Divisek)

La carismática Tartan Army, la legión de escoceses que anima a su equipo, se desplazó en masa a Baviera, confiada en poder hincarle el diente a la anfitriona y mostrarle al viejo continente que no habían llegado a Alemania para ser un mero convidado de piedra. En los últimos días, copando Marienplatz y los numerosos bares muniqueses, los escoceses empezaron a creer en el sueño de derrotar al favorito anfitrión. Pero lo cierto es que apenas tardó el sueño en convertirse en pesadilla: los germanos destruyeron al equipo dirigido por Steve Clarke (5-1) en el primer encuentro del torneo, con goles de Wirtz, Musiala, Havertz, Fullkrug y Emre Can. Rüdiger, de manera involuntaria, fue el goleador de los visitantes.

La selección alemana era prácticamente un paria hace poco menos de un año. Una situación anómala, pues Die Mannschaft siempre ha dado miedo, y es una de las eternas aspirantes a vencer en cualquier torneo que participen. Pero lo cierto es que los aficionados de la selección estaban aliviados de no haber tenido que competir en la clasificación para la Eurocopa, dada su condición de anfitrión, pues todos los partidos que disputaban, aunque amistosos, los perdían. Japón, que no es sospechosa de ser un gigante internacional, les humilló el pasado mes de septiembre en Wolfsburgo, venciendo por 1-4. Hans-Dieter Flick, entrenador nacional, fue despedido, una decisión excepcional, por la que nunca tiene que optar la federación.

Con la salida de Flick, llegó el joven Julian Nagelsmann a un banquillo que parecía más una trampa que otra cosa. No ha pasado, desde esta decisión, ni el tiempo de un embarazo, pero todo parece haber cambiado, y las aguas se han tranquilizado. Flick es ahora la esperanza a la que se agarra Laporta y el deprimido barcelonismo, mientras que Alemania parece haber resurgido. Se ha pasado del miedo al ridículo a ser una de las favoritas, como se presumiría en cualquier otro contexto, y más cuando se actúa como local. A ello han contribuido algún que otro buen resultado, pero muy especialmente el retorno de su estrella al equipo, Toni Kroos. El cinco veces campeón de Europa con el Real Madrid quiere poner el fin perfecto a su carrera deportiva levantando la Eurocopa de 2024, la que sería la cuarta copa para su país. De inicio, el plan se ha iniciado a la perfección, ante una Escocia inoperante.

placeholder Kroos completó otro partidazo. (Reuters/Marcelo del Pozo)
Kroos completó otro partidazo. (Reuters/Marcelo del Pozo)

Alemania taladra desde el inicio

La última vez que Alemania jugó el partido inaugural de un torneo, hace 18 años —como anfitrión del Mundial de 2006—, tardó tan solo cinco minutos en abrir el marcador. Fue Philip Lahm, que no se prodigaba, el autor de abrir la lata en el triunfo 4-2 contra Costa Rica —el mismo resultado, por cierto, que se repitió en Qatar, entre ambas selecciones, hace año y medio—. No tardó mucho más en marcar Alemania en el primer partido de esta Eurocopa. Antes de que se cumpliese el minuto diez, tras una buena jugada colectiva, fue Florian Wirtz, la estrella del Bayer Leverkusen del doblete, quien puso el 1-0. Una pésima noticia para los escoceses, y un serio aviso de lo que sería la primera parte: un acoso y derribo constante, con los de Nagelsmann tirando infinitos desmarques y moviendo la pelota con gran velocidad, para pena de los pupilos de Steve Clarke, que no llegaron a aterrizar en Múnich.

Jamal Musiala, que aspira a convertirse en una estrella mundial en este torneo —si es que no lo es ya— aumentó la ventaja en el diecinueve. De nuevo, el gol llegó tras una gran jugada previa y un gran desmarque de Kai Havertz, que tras recibir el esférico, se lo dejó dentro del área al jugador del Bayern de Múnich para que lo introdujese en una portería que suele perforar durante la temporada. Si el objetivo de Escocia no es otra que superar, por primera vez, la fase de grupos de la Eurocopa —en su cuarta participación, la segunda consecutiva— no han podido empezar de peor manera.

Y como no hay dos sin tres, antes del descanso la tricampeona puso el 3-0 definitivo. El tanto fue obra de Havertz, desde el punto de penalti. El delantero del Chelsea parece haberle ganado la partida en la titularidad al tanque Niclas Füllkrug, ese delantero al que le falta un diente y que tantos quebraderos de cabeza dio a España en el pasado Mundial. Fue una decisión acertada de Nagelsmann, ya que el ariete aportó gran movilidad al ataque alemán. El lanzamiento desde los once metros trajo, además, otra pésima noticia para los visitantes: Ryan Porteous fue expulsado por la dura entrada sobre İlkay Gündoğan. Escocia se quedaba con diez y Alemania establecía una distancia insalvable.

placeholder Alemania no tuvo rival en el campo. (EFE/Christophe Petit)
Alemania no tuvo rival en el campo. (EFE/Christophe Petit)

Una segunda parte más aburrida con todo decidido

Solucionado con inequívoca prontitud el interrogante de quién se llevaría los tres puntos, faltaba por comprobar si los locales abrazarían la compasión luterana y se apiadarían de su contrincante o si, por el contrario, utilizarían la segunda mitad para ahuyentar los fantasmas que han alimentado en los últimos años en pos de endosar una paliza humillante. Los 15 minutos primeros parecían llevar el cauce hacia la primera vía, con los británicos muy encerrados en bloque bajo, minimizando cualquier riesgo para evitar que la diferencia aumentase.

Lo cierto es que apenas pasaron los escoceses del medio del campo. Una actuación bastante decepcionante, pues el aficionado al fútbol gourmet tenía ganas de ver a McGinn, alias Albóndiga, capitán del sorprendente Aston Villa de Unai Emery, que jugará la Champions League en la próxima temporada. Menos incluso lucio Scott McTominay, el jugador del Manchester United que amargó la existencia a España en la fase de clasificación al torneo, con un doblete ante los de De la Fuente.

Lo cierto es que el rumbo que estaba tomando la segunda parte parecía coquetear con el tedio, dada la tranquilidad alemana y el miedo escénico de los escoceses ante la avalancha. Pero, por suerte, Füllkrug volvió a demostrar que no cree en los armisticios ni en las bobadas, y la primera pelota que tocó la envió de un zambombazo al fondo de la red. Qué alegría es contar en el equipo con delanteros de este tipo, que no hacen prisioneros y que se toman en serio hasta la boda de una prima segunda.

placeholder Escocia maquilló el resultado en el final. (EFE/Christophe Petit)
Escocia maquilló el resultado en el final. (EFE/Christophe Petit)

Escocia no se marcha de vacío

Salió al terreno de juego Thomas Müller, y lo hizo sustituyendo a Musiala, que es su compañero de equipo, pero que, con un poco de imaginación, podría ser su hijo. Lo cierto es que el veterano delantero del Bayern solo tiene 34 años, aunque parezca que lleva jugando en el primer nivel desde tiempos del Pleistoceno. Por su parte, Clarke también sustituyó a sus principales jugadores, pensando en más en la necesidad de vencer a Suiza o Hungría si quieren tener opciones de pasar a octavos de final.

Y cuando parecía que los escoceses se iban a despedir sin apenas inquietar a un tranquilo Manuel Neuer, y de forma absolutamente inesperada, anotaron el tanto del honor. En realidad, ni siquiera lo marcaron los de Clarke. Fue el reciente campeón de la Champions. Antonio Rüdiger, quien de manera desafortunada marcó de cabeza en su propia portería, tras un golpeo errático de McKenna. Hubo tiempo, no obstante, a que Alemania se desquitara este mínimo varapalo y volviese a aumentar la ventaja. Emre Can, con un lanzamiento ajustado desde fuera del área, estableció el definitivo 5-1.

La goleada se ha de entender como una excelente carta de presentación de una selección que despeja las dudas sobre lo que se puede esperar de ella: son, sin duda, candidatos al título. Escocia, por su parte, empieza de la peor de las maneras, y mucho tendrá que mejorar si quiere clasificarse para las rondas eliminatorias de una Eurocopa por primera vez en su historia. En cualquier caso, la peor noticia para el aficionado al fútbol es que ya queda un partido menos para disfrutar en vivo del talento de Toni Kroos.

La carismática Tartan Army, la legión de escoceses que anima a su equipo, se desplazó en masa a Baviera, confiada en poder hincarle el diente a la anfitriona y mostrarle al viejo continente que no habían llegado a Alemania para ser un mero convidado de piedra. En los últimos días, copando Marienplatz y los numerosos bares muniqueses, los escoceses empezaron a creer en el sueño de derrotar al favorito anfitrión. Pero lo cierto es que apenas tardó el sueño en convertirse en pesadilla: los germanos destruyeron al equipo dirigido por Steve Clarke (5-1) en el primer encuentro del torneo, con goles de Wirtz, Musiala, Havertz, Fullkrug y Emre Can. Rüdiger, de manera involuntaria, fue el goleador de los visitantes.

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