El abrazo de Dani Carvajal y Lamine Yamal en la Eurocopa que aniquila a los fanáticos

La mejor manera de poner los ojos en la Selección es ver que un futbolista del Real Madrid y otro del Barcelona se dan un abrazo apasionado tras fabricar un gol. Es lo que hicieron Dani Carvajal y Lamine Yamal en el tercer tanto ante Croacia. Los dos jugadores que ocuparon la banda derecha conectaron en una jugada que sorprendió a los croatas y que festejaron como si hubieran conseguido un título.

Era el tercer gol de un partido controlado, pero la efusividad y lo que diferencia a los dos futbolistas dejó una lectura que nos tiene que hacer reflexionar. España es un país de clubes, al que le cuesta ilusionarse con la Selección y los partidos se ven con la camiseta de los equipos. Hay demasiados fanáticos. En el momento del remate de Carvajal, la primera reacción fue un estallido de júbilo de los madridistas que se hincharon por ver a su jugador marcar en su primera Eurocopa. Carvajal, el héroe de la Decimoquinta con su gol de cabeza en Wembley, prolongó su racha goleadora con la Selección.

A la celebración le faltaba una segunda parte. Carvajal, exultante, se fue corriendo a por Lamine Yamal, autor del centro, y se dieron un abrazo el que se fundieron las camisetas del Real Madrid y del Barcelona. El remate de Carvajal fue certero y el centro de Lamine Yamal llevaba veneno. Lo que hizo el más veterano es reconocerle al joven su talento para poner un buen balón y él se encargó de encontrar el punto débil de la defensa croata.

El significado del gol está en la unión y en que España sea capaz de apasionarse con todos los jugadores sin los prejuicios o la animadversión de los colores. Es el momento de la Selección y no del Real Madrid, Barcelona, Atlético, Athletic, Real Sociedad o incluso el Paris Saint-Germain. Habrá quien se haya sorprendido de que Fabián fuera elegido como el mejor jugador del partido. Un futbolista que juega en el equipo francés brilló y fue determinante con el segundo gol.

Morata se desahogó antes del debut con unas declaraciones en la Ser para denunciar que padecía un maltrato en los partidos que jugaba con la Selección en España. Sufrió con los pitos en el amistoso contra Brasil en el Bernabéu y no dudó en afirmar que se siente más cómodo jugando fuera de España. Morata se mojó. Llegó a decir que siente que en España hay deseos de que le vaya mal al combinado nacional y lo llevó al ámbito de la división, poniendo como ejemplo a los italianos, que inundan las calles con banderas italianas.

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Ulises Sánchez-Flor

En Italia, próximo rival de España en el partido de este jueves en Gelsenkirchen, están orgullosos de su Selección, se unen y la apoyan sin mirar colores. Sin fisuras. Son capaces de aislarse de la política. Qué decir de Croacia. La pasión por su Selección, con miles de aficionados que viajan para ser mayoría en las gradas, es comparable a la de Escocia, Inglaterra, Holanda...

Por eso, el abrazo de Carvajal y Lamine Yamal despertó algo extraordinario en los aficionados. Se pueden estrujar un madridista y un barcelonista, juegan en el mismo equipo cuando están con España, no tiene por qué ser extraño que compartan su felicidad y está bien que den una lección de normalidad, unión y orgullo de representar a su país. Al margen hay que dejar a los que intoxican en las redes sociales y se dedican a polarizar con comentarios de ámbito político y racistas.