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Por qué es bueno que a Clemente no le guste España: ¿recuerdan su once de Chipre?
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EUROCOPA 2024

Por qué es bueno que a Clemente no le guste España: ¿recuerdan su once de Chipre?

El perfil bajo y el buen gusto de De la Fuente contrastan con el exceso de protagonismo y la falta de gusto que tuvo el seleccionador español con uno de los peores porcentajes de victorias

Foto: Pedri, Rodri, Le Normand y Fabián, tras ganar a Croacia. (Reuters/Kacper Pempel)
Pedri, Rodri, Le Normand y Fabián, tras ganar a Croacia. (Reuters/Kacper Pempel)

"A la pregunta de si me gusta el equipo de España, pues digo que no". Apenas 48 horas antes de su debut en la Eurocopa ante Croacia (3-0), estas declaraciones de Javier Clemente eran el mejor aval que podía tener la Selección que dirige Luis de la Fuente. Un entrenador que está en las antípodas de quien fuera discípulo, como futbolista, que afortunadamente no como entrenador.

Y no solo futbolísticamente, pues la apuesta del riojano es claramente ganadora, en la línea que marcó Luis Aragonés y mantuvieron Vicente del Bosque y Julen Lopetegui, hasta la llegada del ahora innombrable Rubiales a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). También en algo tan importante como es mantener un perfil bajo, cediendo todo el protagonismo a los futbolistas, sin acapararlo hasta el punto de secuestrar al llamado equipos de todos.

No hay que olvidar que a De la Fuente le tocó sustituir al no menos histriónico Luis Enrique, lo más parecido a Clemente que ha tenido la Selección española, especialmente en lo que a la relación con los medios y, por extensión, los aficionados, se refiere. Basta con recordar lo sucedido en el Mundial de Qatar, con el asturiano haciendo de streamer. "Buenas noches, amigos. Buenas noches, enemigos", era el saludo con el que iniciaba sus sesiones y fomentaba la división.

"Si no aciertas, te van a dar caña por todos los lados, que es lo que pasa en este país", comentaba Clemente con la sinceridad —u osadía, según se mire— que le caracteriza y de la que tantos años lleva viviendo. "De la Fuente tiene que sacar al equipo que a él le gusta, aunque después aparecen los medios o el público, que tienen sus propios intereses", añadió en lo que se supone que era un guiño a Luis, aunque en el fondo no es sino una crítica más a la prensa y, por extensión, la afición.

Rocha, en primera fila junto a Ceferin

Al igual que hiciera durante sus seis tortuosos años al frente de la Selección española, Clemente intentó caldear el ambiente de un equipo que tras la salida de Rubiales de la presidencia de la RFEF ha recuperado cuando menos la normalidad. Y no precisamente gracias a esa comisión fantasma que el Gobierno se ha sacado de la manga y de la que no hubo ni rastro en la primera fila del palco del Olympiastadion berlinés, donde sí estuvo el reimputado y medio inhabilitado Pedro Rocha.

El extremeño estuvo sentado a la izquierda del presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, mientras que el máximo representante del deporte español fue Fernando Molinero. El director general del Consejo Superior de Deportes (CSD) estuvo junto a Elena Martínez Ruiz, uno de los cuatro miembros de la citada comisión que preside Del Bosque. Como quiera que la UEFA no les cursó invitación, tuvo que ser Rocha quien les buscara acomodo. Vamos, que el bochorno continúa.

placeholder De la Fuente saluda a Morata tras sustituirle. (Reuters/Annegret Hilse)
De la Fuente saluda a Morata tras sustituirle. (Reuters/Annegret Hilse)

Con cinco defensas y cinco delanteros

Volviendo al hecho de que Clemente diga que no le gusta esta España, sirva un dato que posiblemente muchos no recuerden y, dado el tiempo que ha pasado, casi 26 años, otros tantos desconozcan. El último once de Javi como seleccionador español fue el formado por Cañizares; Míchel Salgado, Rafa Alkorta, Fernando Hierro, Miguel Ángel Nadal, Sergi Barjuán; Luis Enrique; Etxeberria, Raúl, Alfonso y Morientes.

Si a este disparate de equipo, con cinco defensas y cinco delanteros, es decir, sin ningún centrocampista, se suma que el rival fue Chipre, con 1.876 espectadores en las gradas del Antonis Papadopoulos y, sobre todo, que el partido acabó con una humillante derrota por 3-2, poco más hace falta añadir. Así se explica que Clemente, quien tras ese partido fue destituido, nunca ganara nada. A pesar de disponer de grandes futbolistas.

A los más veteranos les servirá para recordar y a los más jóvenes para entender por qué al cuarto seleccionador con más partidos al frente de España, 62, solo por detrás de Muñoz (63), Kubala (68) y Del Bosque (114), no le gusta el equipo de De la Fuente. El riojano, al igual que le sucedía a Vicente, no es un dechado de virtudes a la hora de ver y explicar el juego. "A lo de las posesiones le doy la importancia que tiene, siempre y cuando el resultado sea bueno", dijo, por ejemplo, tras la victoria ante Croacia.

placeholder Carvajal celebra su gol con Yamal. (EPA/Abedin Taherkenareh)
Carvajal celebra su gol con Yamal. (EPA/Abedin Taherkenareh)

La humildad de reconocer a sus futbolistas

El comentario, completamente carente de sentido, vino a raíz de que, diez años y 111 partidos después, España tuvo menos posesión que su rival, 46%-54%. Sin embargo, y también en otra similitud con Del Bosque, el seleccionador español —quien, por cierto, cobra seis veces menos que su antecesor— tuvo la humildad de añadir que "más que por un planteamiento brillante, esto es resultado de la interpretación del juego que tienen estos jugadores. El mérito es suyo". Y así fue. Cuando España pudo dominar, lo hizo y marcó hasta tres goles. Y cuando le tocó ceder el balón a Croacia, supo defenderse y solo concedió el habitual regalo de Unai Simón.

Siguiendo el consejo del recientemente fallecido César Luis Menotti, desde que Luis Aragonés decidió que La Roja fuera torero en lugar de toro y apostó por jugar en lugar de sudar, España es una selección reconocible y reconocida. Solo entonces empezaron a llegar los títulos, junto a una identidad con la que, valga la redundancia, Clemente nunca se podrá identificar. A pesar de ser el adalid del resultadismo, con él España sumó el 58,06% de victorias.

Foto: Bellingham y Mbappé, en el Mundial de Catar 2022. (REUTERS/Dylan Martínez)

El peor porcentaje de los últimos once seleccionadores, a excepción de Fernando Hierro, con un 25% en el Mundial de Rusia tras la fulminante destitución de Lopetegui (70%), y, curiosamente, Luis Enrique, quien, con un 51,28% en su segunda etapa, figura por debajo de quien fuera su primer sustituto, Robert Moreno (66,67%), y muy lejos de Del Bosque (76,32%) y Luis Aragonés (70,37%). ¿De la Fuente? Pues ahora mismo su porcentaje es del 75%. Normal que su España no le guste a Clemente. La mejor garantía de que puede llegar lejos en esta Eurocopa, gracias a contar con un buen grupo de futbolistas.

"A la pregunta de si me gusta el equipo de España, pues digo que no". Apenas 48 horas antes de su debut en la Eurocopa ante Croacia (3-0), estas declaraciones de Javier Clemente eran el mejor aval que podía tener la Selección que dirige Luis de la Fuente. Un entrenador que está en las antípodas de quien fuera discípulo, como futbolista, que afortunadamente no como entrenador.

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