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"Por vuestra culpa no nos reconocen". Este periodista te explica la locura del fútbol balcánico
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ANALIZA LA EUROCOPA

"Por vuestra culpa no nos reconocen". Este periodista te explica la locura del fútbol balcánico

Axel Torres publica 'Crónicas balcánicas', donde el fútbol es solo el punto de partida para ahondar en la cultura e historia de diferentes países que integran la región. El periodista español se centra en la evolución de Albania y Kosovo

Foto: Los albaneses celebran el empate contra Croacia. (Reuters/Florion Goga)
Los albaneses celebran el empate contra Croacia. (Reuters/Florion Goga)

Axel Torres posee una de las voces más templadas y reconocidas del panorama deportivo futbolístico actual. Hincha confeso del Sabadell, el único club de su vida, acumula más de tres lustros de trayectoria profesional exitosa, disfrutando del deporte rey y compartiendo sus análisis y pareceres en distintos medios de comunicación. Pero además del balompié, disfruta mientras escucha una canción de Manel, lee un libro de Sasa Stanisic o lleva a cabo algunos de sus múltiples viajes.

Lo futbolístico y lo cultural, sin quedar al margen la geopolítica o la historia, se dan la mano en su último gran proyecto, Crónicas balcánicas (Contra, 2024). En este libro, en el que el autor parte del balompié para sumergirse en la dinámica social, cultural e histórica de una región tan extraordinaria como compleja, y que le ha apasionado prácticamente desde que era un crío, en esos años posteriores a la muerte de Tito en que crecieron los nacionalismos y comenzaron las guerras de desintegración de Yugoslavia. Los Balcanes, como defiende el escritor e investigador Miguel Roan, son un espacio multidimensional: "Reflejo de los contrastes religiosos, ideológicos y geopolíticos que caracterizan su natural indefinición".

Es el cuarto libro del comunicador, tras 11 Ciudades, Franz. Jurgen. Pep y El faro de Dalatangi, y en todos ellos el balompié es clave, aunque sean los respectivos viajes los que, en muchas ocasiones, vehiculan la dirección que toma la narración. Además, Crónicas balcánicas constituye –como ha reconocido– el más personal de sus grandes trabajos publicados, al demorarse más de lo previsto, debido en parte a los problemas de salud mental sufridos durante su elaboración. Con honestidad y transparencia, Torres incluye en el libro la reflexión sobre esta temática, tantas veces invisibilizada, lo que concede al libro un valor añadido. Se estructura en torno a sus cinco viajes a la región, siendo el primero de ellos en 2013.

placeholder Axel Torres (cedida)
Axel Torres (cedida)

Hablamos con el periodista cuando quedan horas para el inicio de una Eurocopa que se espera apasionante, y es inevitable que esta se cuele en la entrevista. Serbia, Croacia o Albania, países con gran protagonismo en su singular libro de viajes, se dan cita en el torneo y, de hecho, estos últimos, dirigidos por el exjugador blaugrana Sylvinho, se enfrentan contra España el próximo lunes, que pondrá fin a un grupo previo encuentro con Italia. Si bien, cree que Albania no debería ocasionarle muchos problemas al equipo de De la Fuente, los albaneses han demostrado poder competir contra cualquier selección.

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PREGUNTA. Crónicas balcánicas es un claro ejemplo de literatura de viajes, donde el fútbol es el hilo conductor para acabar también profundizando en la historia, cultura, política y costumbres de una de las regiones más complejas del viejo continente. Tras esos cinco viajes en los que se estructura el libro, ¿siguen siendo los Balcanes la zona que más te interesa de Europa?, ¿de dónde parte esa pasión por la región?

RESPUESTA. Cuando empecé a aprender geografía, observaba cómo de la noche a la mañana aparecían nuevos países, capitales que no estaban en los mapas de mi infancia, y en el fútbol pasaba lo mismo, con nuevas selecciones. En el Mundial de Italia, en 1990, vi a Yugoslavia, que eliminó, de hecho, a España y, sin embargo, en el siguiente Mundial ya no estaba. Todo eso me genera mucha curiosidad, y la primera vez que piso el terreno, en 2005, en Eslovenia, esa curiosidad se amplía y se convierte en fascinación. A partir de aquí me interesa mucho la zona. Yo tenía muy claro que quería hacer algo sobre los Balcanes, y el primer viaje que incluyo en el libro, el de 2013, va con esa idea.

P. Relata que le ayuda para contar la historia de Kosovo el hecho de que proceda de España, el único país importante de la UE que no reconoce la independencia kosovar, y recuerdo la polémica que surgió cuando ambas selecciones se enfrentaron en la fase de clasificación al Mundial de Qatar, en 2021. ¿Cree que la posición de España cambiará a corto o medio plazo respecto a un potencial reconocimiento de Kosovo?

R. Creo que la posición de España se modificará cuando la propia Serbia dé un paso más en ese reconocimiento. Lo que no va a hacer España, evidentemente, es “ser más papista que el papa”, ir más allá que la propia Serbia. Creo que si en algún momento hay una integración de más países en la Unión Europea y Serbia aspira a entrar, esta tendrá que dar algún paso respecto a Kosovo, y entiendo que, si ese paso se da, España también daría ese reconocimiento. Pero en la situación actual lo veo difícil.

P. Escribe sobre el primer partido de Kosovo con reconocimiento, el amistoso ante Haití de hace una década. Desde entonces, la selección kosovar ha podido competir en las fases de clasificación, cosechando algunos buenos resultados. ¿Cree que podrá disputar pronto la selección un campeonato importante de clubes?

R. Creo que Kosovo no está lejos del nivel de países que se han clasificado para estas Eurocopas, como Macedonia del Norte o Georgia, y ahora que van 24 equipos al torneo, dándose una plaza para una selección muy modesta, creo que Kosovo, con la generación actual, puede aspirar a conseguir esa plaza. Con jugadores actuales como Muriqi, Rrahmani, Rashica o Zhegrova lo pueden lograr. Un Mundial es más difícil, porque van menos selecciones europeas, pero una Eurocopa con el actual formato yo sí les veo con opciones.

"Tenían ganas de gustar y contar su historia en un lugar donde la posición oficial no era favorable para ellos"

P. En el libro son muy importantes los testimonios de los lugareños, ya sea el presidente de la federación de fútbol kosovar, antiguos futbolistas o ciudadanos anónimos con los que se topa en sus viajes, acompañado del fotógrafo Edu Ferrer o de su colega periodista Tomàs Martínez. Es muy interesante, por ejemplo, la historia de Milot Rashica, con el que habla cuando es un adolescente y futura promesa del balompié local, que luego se convierte en jugador de la selección. ¿Qué es lo que más le sorprendió en el trato con la población local?

Me llama mucho la atención que tienen muy claro que España no les reconoce, que es algo que en cualquier conversación sale. Y más aún cuando le dices que vienes de Cataluña, porque relacionan los casos, de hecho, nos han llegado incluso a decir que "por culpa vuestra no nos reconoce España". Es un tema que tienen muy presente, y estoy convencido de que, a nosotros, en nuestros viajes, nos ayudó para conseguir más contactos e informaciones, si hubiésemos sido periodistas procedentes de un país que sí reconoce a Kosovo no habrían puesto tanto empeño desde la federación en hacernos un recorrido, presentarnos a todo el mundo, llevarnos a partidos, etc. Tenían ganas de gustar y contar su historia en un lugar donde la posición oficial no era favorable para ellos. Esto es una de las cosas que me llamó la atención. Y de entre todas las personas que conocí, el descubrimiento de un personaje como Vullnet me parece lo más llamativo desde el punto de vista del libro, pues aporta una riqueza bárbara. Es un personaje que si hubiese inventado yo no lo habría hecho mejor.

P. En clave fútbol y geopolítica, recuerdo a Dua Lipa, de origen albanokosovar, en el pasado Mundial, envuelta en una bandera albanesa, en la previa del Serbia-Suiza. De hecho, ambas selecciones se han enfrentado en las dos últimas citas mundialistas, y han sido partidos repletos de intensidad. ¿También la ha vivido usted con la misma intensidad como espectador?

R. Sí, fueron de los partidos que más me interesaron. Yo estaba escribiendo el libro y sabía que ahí tenía mucho contenido. Creo que si Shaqiri y Xhaka jugaran cada semana contra Serbia serían Balón de Oro. Los partidos que jugaron fueron increíbles, y estaban muy conectados con sus historias personales. Esperaban con mucha ansia el partido. Los jugadores serbios son muy conscientes de que en Suiza están estos dos jugadores, que han sido defensores de la independencia de Kosovo y muy patriotas con respecto a estos conflictos, por lo que, para ellos, que toman la independencia de Kosovo como una afrenta, enfrentarte a Shaqiri o Xhaka también es un estímulo. Lo curioso es que los serbios lo canalizaron mal, quizás sobreexcitados, pues compitieron mucho peor, mientras que a los jugadores kosovares de Suiza estos partidos les transformaron en los mejores jugadores del mundo. Eso fue increíble.

P. Otro partido clave en Crónicas balcánicas es el Albania-Serbia que se disputa en Elbasan, una especie de revancha por el polémico partido del dron, donde un aficionado albanés hizo volar este aparato mientras portaba una bandera de la Gran Albania, provocando el cabreo de los serbios, una batalla campal y la suspensión del partido. ¿Cómo fue vivir in situ el partido de Elbasan?

R. Fue muy especial, un partido que notabas que era diferente a cualquier otro. Cuando fui a ese partido ya había cubierto varias finales de Champions League o el Mundial de 2014, y tenía experiencia en ambientes potentes, pero lo de Elbasan era una cuestión nacional. Se notaba que era el partido más importante de la historia de un país, no solo por el premio –ganar significaba clasificarse para la Eurocopa del 2016– sino también por el rival, Serbia, el enemigo secular desde hacía generaciones en todos los sentidos. Lo que se generó allí fue tremendo, y también la decepción después de la derrota, presencié imágenes de devastación y silencio, viendo cómo se vaciaban las calles. Aunque se acabasen clasificando, esa noche fue muy dura para los albaneses.

Foto: Odio común. (Reuters/Lisi Niesner)

P. Albania es hoy en un día una selección muy respetable, capaz de clasificarse para su segunda Eurocopa, la cual disputa en la actualidad, enclavada en el grupo de España. ¿Cree que puede poner en problemas a la selección de De la Fuente e, incluso, pasar de ronda?

R. Creo que Albania tiene mejor equipo que en 2016 pero menos posibilidades de pasar. En la Eurocopa de Francia estaba encuadrada en un grupo en el que tenía más opciones, ya que, como acabó sucediendo, podía ganar a un rival como Rumanía. Pero no tuvo la fortuna de pasar con tres puntos, y hemos visto que, en torneos de este tipo, donde pasan de ronda los mejores terceros, hay selecciones que se han clasificado con la misma puntuación que obtuvo Albania. Lo tienen más difícil esta vez, pese a tener mejor equipo. Ninguno de los partidos que enfrenta en esta primera fase es tan ganable como aquel que les enfrentó a Rumanía. Croacia, España e Italia están bastante por encima que Albania.

P. La literatura sobre los Balcanes está muy presente en tu libro. Quizás, el libro más notorio, que citas y que se desarrolla íntegramente en una ciudad bosnia que visitas, Visegrad, es El puente sobre el río Drina, de Ivo Andric. En España, autores como Juan Goytisolo, Arturo Pérez Reverte o, muy recientemente, Alba Muñoz, han prestado atención al proceso de desintegración de Yugoslavia ocurrido en los noventa, así como a sus heridas aún visibles. ¿Qué otros autores o libros contextualizados en la historia reciente de la zona nos recomendaría?

R. Hay un libro de Clara Usón, La hija del Este, que me parece un libro extraordinario. En cuanto a los autores autóctonos, creo que el de Lea Ypi, Libre, ha sido uno de los descubrimientos del año. También me gusta mucho Sasa Stanisic, que también es de Visegrad, y que tiene un par de libros sobre su condición de inmigrante en Alemania y su infancia en su ciudad de nacimiento. Cómo no recomendar a Ismael Kadaré, que ha escrito libros de todo tipo, desde la conquista de Albania por el imperio Otomano hasta la más reciente Albania de Enver Hoxha. También he leído y me gustó mucho la obra de Dubravka Ugrešić, o un libro como Yugoslavia mi tierra, de Goran Vojnovic, un autor esloveno, o Atrapa la liebre, de Lana Bastasic. Hay mucha literatura buena sobre el tema.

P. ¿Cuál es su película favorita sobre los Balcanes?

R. He visto poca ficción cinematográfica en esta época de redacción del libro, y sí muchos más documentales. Podría decir la bosnia En tierra de nadie, de Danis Tanovic, o algunas de las obras de Emir Kusturica, películas buenas como La vida es un milagro. En España se estrenó hace unos años una muy buena, contextualizada en los Balcanes, Un día perfecto.

P. También la salud mental está en el centro del relato, por medio de su reflexión al hilo de la enfermedad que ha padecido mientras el libro se ha ido confeccionando. Es un tema que encontramos en la literatura española reciente, tanto la más enfocada al deporte –como muestra el libro Subcampeón, de Ander Izagirre y Zuhaitz Gurrutxaga– pero también el más ficcional Perro negro, de Miguel Ángel Oeste. ¿Crees que es muy importante que esta temática vaya ganando peso en la literatura en pos de una mayor visibilidad?

R. Es importante que la gente hable de ello, no tiene por qué ser en la literatura. En general, sobre lo que nos pasa, es bueno conocer experiencias de otras personas que pasan por lo mismo. No es algo que te cure, pero te puede reconfortar un poco. Yo he tenido una carrera en el periodismo que ha satisfecho mis sueños de niño, y que la gente vea que ha podido llevar adelante una carrera más o menos exitosa habiendo padecido estos problemas, sí que creo que es importante, y es bueno que la gente lo sepa, especialmente, la gente que lo padece.

"Para mí Francia trae el mejor equipo y Alemania tiene la combinación de que une un equipo muy bueno especialmente en el medio del campo"

P. También la pasión por el periodismo inunda las páginas de sus Crónicas balcánicas. ¿Le sigue apasionando el oficio?

R. La profesión es difícil que te apasione como el primer día, ya que, cuando uno empieza, crees que estás cumpliendo un sueño. Cuando llevas ya más de veinte años, como ocurre en mi caso, es imposible que el nivel de adrenalina y excitación por estar en la profesión sea el mismo que el primer día. Yo he tenido una pasión cambiante, y ahora estoy en un muy buen momento, pero también he tenido momentos malos, normalmente relacionados con mis problemas de salud mental, cuando he estado menos apasionado. Ahora estoy en un momento muy bueno, tengo ganas de hacer cosas y sacar más proyectos.

P. ¿Qué papel cree que va a realizar España en la Eurocopa de Alemania?

R. Similar al de la última Eurocopa. Con posibilidades de competirle a cualquiera, como lo hizo contra Italia en 2021, que fue la campeona, y pudiendo llegar más o menos a una ronda parecida.

P. ¿Y quién cree que ganará el torneo?

R. Diría que entre Francia y Alemania debería estar. Son las dos grandes favoritas. Igual hay que meter a Inglaterra, Portugal, España e Italia en un segundo escalón, pero para mí Francia trae el mejor equipo y Alemania tiene la combinación de que une un equipo muy bueno, especialmente en el medio del campo, y la localía. Sería raro que no ganase una de las dos.

P. Empezamos con un pequeño test, ¿cuál es su libro favorito?

R. El día que murió Marilyn, de Terence Moix

P. ¿Cuál es el gol que más ha celebrado en su vida?

R. Seguramente sea el del ascenso del Sabadell, en Eibar, en 2011.

Foto: El colegiado español discute con el capitán de Austria, Marcel Sabitzer. (EFE/Friedemann Vogel)

P. ¿Con qué futbolista en activo le gustaría tomar una copa?

R. Con Modric, pues podríamos hablar de bastantes temas que me interesan.

P. ¿Y con qué escritor o escritora?

R. Saša Stanišić.

P. Es usted un aficionado del Sabadell, al igual que Toni Padilla, quien pasó por este diario hace poco, con motivo de su Mala piel El cuadro arlequinado ha descendido de categoría. ¿Cómo el futuro de su equipo?

R. Ha sido un golpe duro, pues estaba en el consejo de administración del club, y no solo lo veía como aficionado. Yo ya tenía decidido salirme del consejo desde hace un año y medio, y no se había podido realizar el cambio de consejo hasta ahora. Queda la herida de salir justo cuando el equipo desciende, pues no es el final que me hubiese gustado, y creo que yo necesito tomar un poco de distancia respecto a esto. Ha sido un dolor muy agudo el desenlace. Me toca distanciarme un poco, aunque el club sabe que me tiene para lo que necesite y me he quedado con ganas de “revancha”. Pero necesito pasar un duelo.

P. Si pudiese elegir, ¿qué preferiría?, ¿meter el gol que devuelve al Sabadell a Primera División o cubrirlo en directo en el estadio?

R. Meter el gol. Si metes el gol eres el rey del bombo. Tengo más vocación de periodista que de futbolista, pero creo que si anotas sientes que eres el que provoca la felicidad de los demás.

Axel Torres posee una de las voces más templadas y reconocidas del panorama deportivo futbolístico actual. Hincha confeso del Sabadell, el único club de su vida, acumula más de tres lustros de trayectoria profesional exitosa, disfrutando del deporte rey y compartiendo sus análisis y pareceres en distintos medios de comunicación. Pero además del balompié, disfruta mientras escucha una canción de Manel, lee un libro de Sasa Stanisic o lleva a cabo algunos de sus múltiples viajes.

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