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El futuro de España en la Euro se lee en la melena de Cucurella. Solo queda meter la pelota
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Victoria ante Italia 1-0

El futuro de España en la Euro se lee en la melena de Cucurella. Solo queda meter la pelota

El lateral izquierdo se asienta como titular indiscutible después de completar una exhibición ofensiva y defensiva ante Italia. Luis de la Fuente apostó por él y el tiempo le da la razón

Foto: Cucurella en un lance del juego. (EFE/EPA/Georgi Livocski)
Cucurella en un lance del juego. (EFE/EPA/Georgi Livocski)

Alejandro Grimaldo llegaba a la Eurocopa con estandarte de titular. Los nombres que aspiraron a ocupar el puesto dejado por la tiranía de Jordi Alba en el carril izquierdo, José Gayà y Alejandro Balde, no pudieron sobreponerse a sus problemas físicos, dejando al lateral de moda en el viejo continente como la opción lógica, sensata e, incluso, deseada para Luis de la Fuente. Bajo las órdenes de Xabi Alonso, el ex de la Masía había disputado la mejor temporada de su carrera. No solo ha sido indiscutible en gran Bayer Leverkusen, también una de sus bazas ofensivas [doce goles y veinte asistencias]. A sus 28 años, era su momento. Hasta que apareció una melena rizada.

El curso de Marc Cucurella en el Chelsea, su segundo año en Londres después de despuntar en la ciudad costera de Brighton, fue gris. No ayudó, desde luego, la anarquía y caos que reina en el club blue, pero el canterano blaugrana ofreció una versión alejada de sus mejores momentos en Inglaterra. Grimaldo le superaba en minutos hasta doblarlo y más allá. Pero algo vio el seleccionador en los entrenamientos. ¿Lo de Croacia? Una carta de presentación. Lo de Italia, sencillamente, una exhibición.

Foto: Nico Williams celebra el gol a Italia. (EFE/Christopher Neundorf)

Da igual a qué altura del campo, cuando un italiano se giraba, ahí estaba Cucurella. Roce, codazo, choque, al suelo, sonreír, volver a empezar. Marc no era más rápido que sus rivales, pero llegaba antes; Marc no era más fuerte, pero ganaba el duelo... En definitiva: Marc no es mejor que Grimaldo, y, aun así, a ver quién es el guapo que se atreve a cuestionar su (¿ya en indiscutible?) titularidad. Como en la frase jamás escrita en el The New York Times que tanto se popularizó con Lola Flores: ni canta, ni baila, pero vayan a verla. Cucurella, futbolista.

En su melena se lee el futuro de España en esta Eurocopa. Un conjunto que no tiene los mejores futbolistas como otras candidatas, solo Dani Carvajal y Rodrigo aspiran a ser el referente mundial de su posición, pero que tiene talento, orden táctico y un nivel medio elevado. Sin grandes estrellas, aun así, grandes jugadores. Y lo más importante de todo. El discurso triunfalista de De la Fuente, eso de "somos aspirantes" y "no hay nadie mejor que nosotros", ha calado en un vestuario que se ve así mismo como ganador. Es un hambre voraz.

placeholder Cucurella ayudando a Le Normand. (Reuters/Kacper Pempel)
Cucurella ayudando a Le Normand. (Reuters/Kacper Pempel)

Croacia pudo dejar dudas, pese a la goleada. Los primeros veinte minutos fueron colosales, pero en la segunda mitad, España desconectó. No pasó lo mismo ante Italia. La vigente campeona solo pudo aplaudir. Inofensiva, superada y bailando al son del rock & roll español. Futbolistas como Nico Williams (excepcional ayer) y Lamine Yamal están reconciliando a la afición con la Selección. El tiki taka fue maravilloso, la época dorada del fútbol español, pero también una terrible mochila repleta de piedras. A cada zancada de los portentosos (e insultantemente jóvenes) extremos, el peso de la espalda era más liviano.

Si transcurridos noventa minutos contra Italia, la crítica que se puede realizar es que el resultado se queda corto, vamos bien. Pero toca incidir en esto, el marcador fue muy corto. Las ocasiones fueron clarísimas y, más allá del partidazo de Gianluigi Donnarumma, hay que mejorar en este aspecto. El cabezazo de Williams, los remates de Pedri, los unos contra unos de Ayoze... De nada sirve preparar el mejor menú del campeonato si la comida se sirve fría.

Pero aquí estamos. Ya clasificados para octavos de final y, virtualmente, como primeros de grupo. Nadie ha exhibido mejor fútbol que el español en lo que llevamos de Eurocopa y ante rivales de tal entidad. Lo más cerca, Alemania, la anfitriona. Ahora llega el tópico: no se ha ganado todavía. ¿Saben quién sí se lo cree? Cucurella y otros 25 futbolistas. Argumentos están ofreciendo.

Alejandro Grimaldo llegaba a la Eurocopa con estandarte de titular. Los nombres que aspiraron a ocupar el puesto dejado por la tiranía de Jordi Alba en el carril izquierdo, José Gayà y Alejandro Balde, no pudieron sobreponerse a sus problemas físicos, dejando al lateral de moda en el viejo continente como la opción lógica, sensata e, incluso, deseada para Luis de la Fuente. Bajo las órdenes de Xabi Alonso, el ex de la Masía había disputado la mejor temporada de su carrera. No solo ha sido indiscutible en gran Bayer Leverkusen, también una de sus bazas ofensivas [doce goles y veinte asistencias]. A sus 28 años, era su momento. Hasta que apareció una melena rizada.

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