Diogo Costa es el héroe de Portugal y salva a Cristiano Ronaldo de su decadencia

Portugal tiene un nuevo héroe y se llama Diogo Costa. El portero luso salvó a la selección de Roberto Martínez con una parada estelar a Sesko en la prórroga y luego firmó una de las mayores exhibiciones individuales en la historia de la Eurocopa al detener todos los penaltis de los eslovenos en un final dramático. Portugal tuvo ocasiones de sobra para decantar el partido antes de la agónica tanda final, pero Cristiano Ronaldo falló un penalti decisivo en la prórroga y Oblak evitó su gol. El astro luso rompió a llorar y prometió vengarse. En la tanda de penaltis, volvió a aceptar la responsabilidad y marcó su lanzamiento para pedirle perdón a la afición. Portugal estará en los cuartos de final de la Eurocopa.

Los lusos salieron hambrientos por la victoria contra Eslovenia y sin necesidad de especular. El equipo de Roberto Martínez, que había visto como las principales favoritas a ganar la Eurocopa habían superado sus partidos de octavos de final, atenazó a sus rivales en los primeros minutos. Rafael Leao tuvo la primera ocasión del partido en un centro fugaz al que no llegó por centímetros. Un minuto después, un remate desviado de Rúben Dias evitó el primero.

Los portugueses movían la pelota con mucha velocidad y verticalidad y los centrocampistas y delanteros intercambiaban sus posiciones. Los eslovenos no tuvieron otra opción que simplificar su fútbol y parapetarse en las faldas de Jan Oblak. Con Cristiano Ronaldo ansioso por marcar en su sexta Eurocopa, un mal control del astro de 39 años impidió que pudiese fusilar al portero del Atlético de Madrid.

Los centros bombardeaban el área balcánica y, de nuevo, ni Leao ni Cristiano Ronaldo alcanzaron un centro envenenado. Portugal, con la mejor puesta en escena en lo que llevábamos de torneo, parecía rozar el gol. Fue entonces cuando los eslovenos calmaron el juego, anestesiaron el partido y Portugal pisó el freno de manera involuntaria hasta los últimos coletazos del primer tiempo.

Cristiano Ronaldo perdonó y lo pudo pagar caro

Eso no significó que Portugal dejase de tener ocasiones claras, pero sí que activó a Sesko y Sporar, desaparecidos en combate hasta ese momento. Cristiano Ronaldo se topó con Oblak en su cabezazo y su latigazo de falta no cogió portería. Los gestos del delantero de 39 años eran de frustración total. Portugal pudo anotar el primer gol al filo del descanso, pero el disparo de Palhinha susurró el poste.

La segunda parte empezó como la primera, con Portugal asfixiando a Eslovenia. Un jugadón de Cancelo, que llegó por sorpresa, trituró a la defensa balcánica, pero Bernardo Silva envió la pelota a la grada. Eslovenia se estiró al contragolpe tras una pérdida absurda de Leao y Portugal se llevó un susto entre Sesko y Sporar. Los lusos siguieron generando peligro y Cristiano puso a prueba los reflejos de Oblak en otra falta durísima.

El elemento más incontrolable de Portugal era Joao Cancelo por la banda derecha. Eslovenia no podía detectar sus carreras por la banda y, cuando lo hacía, su técnica depurada en el regate hacía que se sacudiera a los defensores. Pasado el minuto 60, los balcánicos resistían. Cristiano rifó otra pelota en ataque y Sesko puso en jaque el sistema defensivo luso, donde Pepe quedó retratado y no marcó de milagro. El luso tiró otra falta. Y también la desperdició.

Diogo Costa ganó el duelo a Oblak

El tiempo ya corría en contra de Portugal y Roberto Martínez movió ficha: fuera Vitinha y Leao y dentro Jota y Conceiçao. Cristiano Ronaldo se quedó en el campo y pudo ser el héroe de Portugal, pero envió una ocasión clara a las manos de Oblak. Sin goles, el partido se fue a la prórroga. El tiempo extra generó más tensión en las piernas de los lusos entre centros que se perdían a la nada.

Justo cuando parecía que ya se acababa el primer tiempo, Orsato pitó un penalti muy controvertido sobre Jota. Cristiano Ronaldo lo lanzó y Oblak, con una parada descomunal, mantuvo con vida a Eslovenia. El astro portugués rompió a llorar, totalmente roto por dentro y carcomido por la presión en un partido donde estuvo frustrado y desesperado desde el principio.

Portugal siguió intentándolo a balón parado, donde Oblak volvió a sacar una gran mano para abortar el remate de Palhinha. Los balcánicos tendrían la última en los pies de Sesko tras un error mayúsculo de Pepe, pero Diogo Costa exhibió un pie estelar para negarle el gol a Sesko. Los lusos intentarían encontrar un gol salvador en los últimos minutos, pero el partido llegaría a la agónica tanda de penaltis.

Ahí fue cuando el portero portugués pasó a la historia. Diogo Costa detuvo el penalti de Ilicic, Cristiano Ronaldo marcó el suyo y pidió perdón a la grada portuguesa. Diogo Costa volvió a detener el penalti de Balkovec. Bruno Fernandes convirtió su lanzamiento y el guardameta luso neutralizó el último penalti esloveno para que Portugal alcanzase los cuartos de final tras el gol de Bernardo Silva.