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Por qué Deschamp se empeña en prescindir de Camavinga en una Francia que no va sobrada
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SOLO HA JUGADO 48 MINUTOS

Por qué Deschamp se empeña en prescindir de Camavinga en una Francia que no va sobrada

El centrocampista del Real Madrid, capaz de dotar de energía al equipo y de superar líneas para generar espacios, no está teniendo oportunidades en una Francia apagada en ataque y cuya presencia podría ayudar a desatascar el equipo

Foto: Camavinga no está teniendo peso con Francia en la Eurocopa. (EFE/EPA/Friedemann Vogel)
Camavinga no está teniendo peso con Francia en la Eurocopa. (EFE/EPA/Friedemann Vogel)

Francia ya está en cuartos de final de la Eurocopa, pero lo ha conseguido muy lejos de la excelencia que se espera de uno de los grandes favoritos al título. Por nombres y sobre el papel, el conjunto de Didier Deschamps estaba llamado a ser la gran referencia del torneo pero, después de cuatro partidos, el combinado galo sigue dejando más dudas que certezas, sin un plan de juego y con la pólvora mojada. Y, por si fuera poco, el técnico empieza a estar señalado por sus decisiones.

Uno de los nombres propios del torneo es Eduardo Camavinga. Centrocampista total, pulmón incombustible, jugador capaz de superar líneas por su potencia y no exento de calidad, ha sido pieza fundamental en los éxitos del Real Madrid esta temporada. Pero Deschamps no lo ve como un jugador imprescindible: en su lugar, prefiere apostar por futbolistas como un N'Golo Kanté que lleva un año jugando en Arabia Saudí o un Adrien Rabiot que no tiene equipo.

Foto: El remate de Kolo Muani rebotó en Vertonghen y acabó en la portería. (Reuters/Piroschka van de Wouw)

Camavinga no está teniendo casi oportunidades -caso similar al de otro madridista como Ferland Mendy- y eso ha enfadado al futbolista: solo ha jugado 19 minutos ante Austria y 29 frente a Polonia, lo que daba a entender que algo sucedía entre entrenador y mediocampista. La situación se tensó en el último entrenamiento antes de mediarse a Bélgica, donde se vio a Deschamps haciendo gestos de desaprobación a Camavinga, que terminó mostrando su desacuerdo.

"El balance no es positivo. A todos nos gusta jugar y no estoy contento por no participar mucho, pero el fútbol me ha enseñado a tener paciencia. En el Mundial pasó algo parecido y mi objetivo es ayudar a los compañeros hasta el final. No jugar mucho no me gusta, pero ya llegará mi momento", explicaba en rueda de prensa. Pero lo cierto es que algo pasa con el jugador, alguien que puede cambiar sus partidos con su energía y empuje... pero por lo que Deschamps no apuesta.

Es cierto que, a nivel defensivo, Francia está demostrando mucha solvencia, pues solo ha encajado un gol en lo que va de torneo... y en la repetición de un penalti que inicialmente detuvo Mike Maignan. Pero el combinado galo se está encontrando con varios problemas en la punta de ataque. El más importante tiene que ver con Mbappé, que está sufriendo con esa máscara que le limita en la visión periférica y le impide estar cómodo en el golpeo, donde la conexión ojo-pie es fundamental.

Francia está notando los problemas de su estrella y que el resto de compañeros no están aportando lo que se espera de ellos, especialmente un Griezmann que aún no ha anotado en el torneo. De hecho, Francia ha marcado tres goles, dos de ellos en propia puerta y uno de penalti. Pero el problema no está solo en la pólvora mojada del equipo, sino en lo previsible del juego de los bleus por la falta de creatividad del medio del campo. Y ahí es donde no se entiende el caso Camavinga.

placeholder Camavinga, habitual carne de banquillo en la Euro. (EFE/EPA/Friedemann Vogel)
Camavinga, habitual carne de banquillo en la Euro. (EFE/EPA/Friedemann Vogel)

A pesar de contar solo con 21 años, en las tres temporadas que lleva en la élite con el Real Madrid ya ha demostrado lo que puede ofrecer, siendo básica su aportación. No solo por ser un jugador de largo recorrido y mucho esfuerzo físico, sino porque da algo que tienen pocos futbolistas: es capaz de romper líneas con el balón controlado, lo que obliga a los rivales a constantes ayudas para tapar huecos que generan espacios inesperados que pueden aprovechar los delanteros.

Deschamps se resiste a apostar por él -como igual de inexplicable es el apagón con Zaïre-Emery-, demostrando que prefiere una medular de control y recuperación, por encima del empuje y la energía. Pero el seleccionador galo parece olvidar un hecho clave: para ganar este tipo de torneos, hay que arriesgar y más cuando cuentas con una plantilla como la de Francia. Quedarse en la orilla esperando a que pique el pez no siempre sale bien. Pero Deschamps no quiere darse cuenta...

Francia ya está en cuartos de final de la Eurocopa, pero lo ha conseguido muy lejos de la excelencia que se espera de uno de los grandes favoritos al título. Por nombres y sobre el papel, el conjunto de Didier Deschamps estaba llamado a ser la gran referencia del torneo pero, después de cuatro partidos, el combinado galo sigue dejando más dudas que certezas, sin un plan de juego y con la pólvora mojada. Y, por si fuera poco, el técnico empieza a estar señalado por sus decisiones.

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