De Bruyne dirá que es "estúpido", pero el 'bluf' de generación de oro de Bélgica es una realidad

"Ojo con los belgas, eh". ¿Cuántas veces has escuchado esto en la barra del bar o en el tuit de turno? La selección de Bélgica lleva una década presentándose en los torneos intercontinentales como una gran aspirante. En todas las quinielas siempre aparecía como una de las favoritas para levantar el trofeo o, por lo menos, para dar guerra y alguna sorpresa. Pero la realidad ha acabado por ser cruda para sus intereses.

El equipo belga ha disfrutado de jugadores de talla mundial como Eden Hazard, Kevin de Bruyne, Thibaut Courtois, Romelu Lukaku, Jan Vertonghen, Axel Witsel o Vincent Kompany. Un plantel de lujo que perfectamente podría aspirar a grandes gestas, pero que se ha visto desaprovechada por completo. Un eterno casi. Lo intentó con Roberto Martínez, una apuesta diferente y que convirtió el combinado en su patio de juegos, con plenos poderes, pero no logró lo esperado. Ni el cambio de seleccionador ha conseguido darle la vuelta a la situación. Con Domenico Tedesco a los mandos, los resultados no se han enmendado.

Esta Eurocopa se postulaba como la gran última oportunidad para poder coronar a esta generación de oro belga, aún venida a menos. Sin embargo, la imagen dada ha sido de una selección sin ideas, carácter y, en general, fútbol. Tanto dentro como fuera del terreno de juego. Demasiado claro quedó con la especulación y el conformismo en el partido de grupos contra Ucrania. El empate les servía para estar clasificados y a eso jugaron. Algo que no gustó a la afición belga, como hicieron saber.

¿Una pregunta estúpida?

"Estúpido". Así llamó De Bruyne a un periodista que le preguntaba por el fracaso de la generación dorada belga. Otro lío más para un grupo que no gana en polémicas y disgustos. El capitán de selección consideraría "estúpida" la pregunta, pero minutos antes sobre el terreno de juego tras el pitido final se mostraba decaído y derrotado mirando a sus aficionados. Una imagen vale más que mil palabras. La generación de oro de Bélgica se esfumó sin haber conseguido ningún resultado importante.

Llegaban a este torneo con la esperanza de aprovechar la oportunidad y realizar una buena Euro. Pero ya se vio en el primer partido, donde Eslovaquia se impuso por la mínima ofreciendo más fútbol que los diablos rouges. El bagaje de los de Domenico Tedesco es de dos derrotas, un empate y una única victoria. Una pobre participación para una de las selecciones que más tenía que demostrar.

Además, el ambiente en el que llegaba el grupo no era el más idóneo, con varios líos internos y sin el mejor futbolista belga del momento, Courtois, por culpa de esas situaciones extradeportivas y enredos con la federación. A eso se suma la llegada de varios jugadores en muy baja forma como el propio De Bruyne o Lukaku. Ninguno se encontraba en plenitud e incluso alguno que se encontraba lesionado, como era el caso de Witsel.

¿Su mayor éxito? Un tercer puesto mundial

El único éxito reseñable de esta selección es el tercer puesto en el Mundial de Rusia en 2018. Un oasis entretanto mal resultado. Porque en las citas mundialistas de estos últimos 10 años no ha conseguido pasar de los cuartos de final, donde brilla por su pésima participación en el Mundial de Qatar, que no consiguió pasar de la fase de grupos. En las Eurocopas, la barrera de los cuartos no la ha conseguido pasar en ninguna edición.

Con la derrota ante la selección francesa, finaliza la participación de los belgas en esta Eurocopa. Y con ello echa el cierre una generación de oro belga desaprovechada y con resultados mediocres. El fin de una era.