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La intrahistoria de la portada que jubiló a Zidane y el acta de defunción de Kroos contra España
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un titular demoledor que le motivó

La intrahistoria de la portada que jubiló a Zidane y el acta de defunción de Kroos contra España

El partido de España con Alemania tiene el morbo de conocer si puede ser el punto y final de Kroos, muy motivado para seguir adelante, y recuerda a lo que vivió Zidane en el Mundial de Alemania de 2006

Foto: Zidane junto a Kroos en un partido del Real Madrid. (EFE/JuanJo Martín)
Zidane junto a Kroos en un partido del Real Madrid. (EFE/JuanJo Martín)

"Les digo que mi jubilación no llega hoy", fue la respuesta, con gesto visiblemente enfadado en el estadio de Hannover, de Zinedine Zidane a los periodistas tras eliminar a España del Mundial de 2006. Nos dio una lección, de esas en las que conviene aplicar para estos casos el refranero español de hasta el rabo, todo es toro. Le habíamos jubilado antes de tiempo, le sentó fatal y ajustó cuentas.

El destino ha querido que España se enfrente a Alemania en un partido a vida o muerte que puede significar el punto y final de Toni Kroos. Aquí está el morbo. Joselu cometió la imprudencia de decir públicamente que lo van a retirar, con todo lo que supone esto para que la leyenda alemana dé un plus competitivo, y sea él quien le mande para su retiro dorado al fútbol qatarí. Aparentemente, Kroos no se lo ha tomado mal ni lo ha considerado una afrenta. Viene de un excompañero, se puede considerar un vacile, pero puso una sonrisa desafiante y contestó: "No creo que sea mi último partido".

Toni Kroos está motivado con esta Eurocopa que juega en casa, ante su gente y en la que tiene el desafío de ganar el título para cumplir con su máxima aspiración: colgar las botas como campeón de la Champions con el Real Madrid y la Eurocopa con la Selección alemana, una vez que decidió regresar tras un largo periodo de ausencia. No le faltan motivaciones, pero tampoco le parece correcto que se hable de su jubilación sin haberse disputado el partido de octavos de final en Stuttgart. El acta de defunción se firma una vez que estás eliminado.

Con Zidane, el destino fue cruel. España se enfrentó a Francia en los octavos de final del Mundial de Alemania de 2006, dos meses después de anunciar que colgaría las botas tras el campeonato del mundo. Zidane llegó a este torneo con dudas en su rendimiento. No tiene nada que ver con la situación de Kroos, que ha sido de los mejores futbolistas esta temporada en el Real Madrid.

El juego de Zidane no tenía continuidad, pasaba por baches, irregular, dejaba detalles, pero se le veía cansado. Cerró su etapa en el Real Madrid por sorpresa y la cuenta atrás de su final empezó en el Mundial. Con Francia tuvo un rendimiento discreto en una fase de grupos con sustos. Pasó segundo tras empatar contra Suiza y Corea del Sur y ganar a Togo. En su país recibió críticas por la falta de frescura física y su capacidad para marcar las diferencias. Francia y Zidane llegaron cuestionados al partido a los octavos.

La portada en el hotel

Los pronósticos apuntaron al final de Zidane en el partido de Hannover. Luis Aragonés tenía un equipo en dinámica ganadora, más joven y transmitía buenas sensaciones. España había ganado los tres primeros partidos: Ucrania, Arabia Saudí y Túnez. Se instaló un ambiente de optimismo asombroso en los medios de comunicación y los aficionados. Se subestimó a Zidane.

Pasó lo peor. Una portada del diario deportivo Marca reventó la concentración de la Selección francesa. El titular, sin pretender personalizar en la figura del francés ni menospreciarle, fue demoledor y tuvo una repercusión mundial. Lo viví en primera persona como enviado especial de Marca en tierras germanas.

Foto: Mbappé cae al suelo contra Bélgica. (EFE/EPA/Abedin Taherkenareh)

"Vamos a jubilar a Zidane", con una fotografía del futbolista francés tapándose la boca y un sumario contundente en el que se podía leer: "Morbo y muchas cuentas pendientes en el mejor partido de los octavos de final de este Mundial". Esta portada llegó a las manos de Zidane. Se metió en el hotel de concentración de Francia, un castillo en el que estaba recluida la Selección de Raymond Domenech. La interpretaron como una ofensa y la utilizaron como el mejor estímulo para unirse y tomar su revancha.

Zidane no quiso hablar el día antes del partido. Salió el seleccionador junto al futbolista Willy Sagnol. Domenech, ante las preguntas de los periodistas españoles, estuvo hábil para no entrar en el juego del último partido de Zidane y se limitó a dar respuestas enfocadas al juego colectivo. "No es el partido de Zidane, sino un partido para toda Francia", dijo. Domenech sabía que tenía a su estrella encendida y que el resto de jugadores estaban empapados del orgullo herido de su líder. El técnico sacó del foco a Zizou, pero el calentón ya estaba entre los internacionales franceses.

Picados por llamarles viejos

A Zidane no le sentó bien el revuelo que ocasionó la portada de Marca, la bola se hizo más grande y salpicó al resto de los internacionales. Hubo más medios españoles que vaticinaron el final de Zidane y la selección gala en el Mundial. Incidieron en las debilidades del equipo de Domenech y compararon las edades de las Selecciones. De Francia se dijo que era un equipo viejo y caducado con una media de 30 años. Francia había vivido una etapa dorada tras el éxito de una generación que ganó el Mundial de 1998 y la Eurocopa de 2000. Pero que fracasó en el Mundial de 2002. En Alemania 2006 estaban Fabien Barthez, Lilian Thuram, Claude Makele, Patrick Vieira y Zinedine Zidane.

Foto: Pedri en el partido entre España e Italia. (EFE EPA OLIVIER MATTHYS)

A Zidane, sus compañeros y el seleccionador galo les molestó que les dieran por acabados, que hicieran referencia a sus edades y se pusiera de ejemplo la juventud de España. Un equipo en el que estaban Cesc Fábregas, con 19 años, y Sergio Ramos, con 20 años. Un once con una media de edad de 24 años.

La portada de Marca fue una bomba, las publicaciones de otros medios españoles y las dudas en Francia completaron el coctel perfecto para motivar a Zidane. Se sintió menospreciado y el resto de jugadores confirmaron después que fue una falta de respeto.

Dictó sentencia con un gol

Francia ganó (3-1) a España en un partido donde se sobrepuso al gol de David Villa. Empató Franck Ribéry, se adelantó con el tanto de Patrick Vieira y cerró el marcador Zidane con un gol a Iker Casillas en el minuto 90. Definió en una jugada de maestro, con regate a Puyol y un derechazo batió al que había sido su guardameta en el Real Madrid. Tras el partido, Zidane salió del estadio y comentó que no estaba cansado. Fue irónico y se tomó su revancha.

Foto: Cristiano Ronaldo se lleva las manos a la cara. (Reuters/Kai Pfaffenbach)

A Luis Aragonés no le gustó todo lo que sucedió en los días previos, cómo se calentó el partido y se puso el foco en la jubilación de Zidane. Dijo que la prensa había despertado a la bestia y sacó la cara por Zidane. "Siempre será uno de los más grandes", comentó. Otros jugadores españoles, como Fernando Torres, también reprocharon a la prensa la falta de respeto a Zidane. Las consecuencias fueron nefastas. Zidane se sintió provocado, completó un gran partido y mandó a España a casa.

El editorial del periódico Marca del día siguiente del partido quiso dejar claro que el titular no era ofensivo y lo explicó en estas líneas: "Si la disyuntiva era que España siguiera una semana más, como mínimo, en el Mundial o que lo hiciese Francia con Zidane, nosotros no tenemos ninguna duda: que siga España. Pero es él quien se puso límites, tanto en el Real Madrid como en la Selección gala".

"Les digo que mi jubilación no llega hoy", fue la respuesta, con gesto visiblemente enfadado en el estadio de Hannover, de Zinedine Zidane a los periodistas tras eliminar a España del Mundial de 2006. Nos dio una lección, de esas en las que conviene aplicar para estos casos el refranero español de hasta el rabo, todo es toro. Le habíamos jubilado antes de tiempo, le sentó fatal y ajustó cuentas.

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